Valery.

Capítulo 5: Planes.

Los tres estaban tumbados en la enorme cama que compartían viendo al techo.

Patrick y Connor escuchaban la historia que Valery tenía para contar, con el fin de explicar por qué aquél tipo del bar no pudo ser la cena ni el postre.

— Y ¿Por qué no dijiste nada? — preguntó molesto Patrick a su lado —. Pudimos encargarnos de eso desde el principio.
— Yo me encargué de eso — respondió igual de molesta —. Pero no creí que fuera a recordar algo. Nunca sucede. 
— Entonces ¿Por qué no lo terminaste? — inquirió Connor que estaba a su lado izquierdo.
— Iba a hacerlo. Esa noche. Pero el tipo apestaba horrible y la verdad me dió asco. Así que no lo hice — admitió avergonzada.
— ¿Por eso viniste directo a darte una ducha esa noche? — Connor parecía razonar consigo mismo.
— No te creo que no supieras nada — interrumpió Patrick.
— Pues no. No lo sabía. Aunque ví su rostro creí que se trataba de un recuerdo sin importancia.
—¿Lo viste? —. Valery se movió tan deprisa que en menos de medio segundo ya estaba sentada en la cama mirándolos —. Pero ¿Cómo? Si yo...
— Si fue hoy temprano... Mientras estábamos los tres juntos — respondió sin mirarlos.
—¿Mientras estábamos juntos? Y ¡¿No dijiste nada?!

Patrick se sentó y se cruzó de brazos viendo a Connor con el ceño fruncido.

— Pat. No exageres — se quejó Valery. Pero éste no le puso atención.
— Ya te lo dije. Creí que era un recuerdo de alguien muerto. Ya sabes que ella esconde bien las cosas en su mente — se defendió.
— Es increíble Valery. ¿Cómo puedes estar con nosotros y pensar en otro? ¿En un mortal?

Valery bufó exasperada y se abrazó las rodillas.

— Esas palabras de celos no tienen sentido dadas las circunstancias y relación que nos une Patrick.
— Además — habló Connor dirigiéndose a él —. Tú también dejas tu mente abierta a recuerdos e imaginaciones mucho más gráficos que los de ella y aún cuando estamos...
— Como si tú no lo hicieras — interrumpió —. Como si no la incluyeras a ella en tus imaginaciones.
— Pero ninguno de los dos lo ve — dijo con una sonrisa.
— No quiero saber en qué posiciones o circunstancias me encuentro en sus mentes cuando piensan en mi. — Les cortó Valery —. Lo que quiero saber es ¿Qué haremos con él?
— Lo mismo de siempre — respondió Patrick tomándola de la mano para tumbarla de nuevo en la cama.
— No lo sé — dijo ella ignorando los besos de su amigo en sus brazos.
Connor puso los ojos en blanco.
— Patrick concéntrate. No podemos hacer eso. El tipo nos conoce y tiene amigos ahí. Alguien sospechará.

Con aquello, Patrick se sentó de nuevo en la cama y meditó un momento.

— Tienes razón. Podría ser un juego interesante ¿No lo creen?
— ¿Jugar? — preguntó Valery. Ésa había sido su intención desde un principio, pero primero tenía que asegurarse que ellos también lo quisieran.
— Explícate — dijo Connor ahora caminando por la habitación.
Su frente se había arrugado un poco buscando comprender el plan de Patrick. Haciendo un gran esfuerzo por prestar atención solo a sus palabras y no a su mente que le distraía con las imágenes mentales que éste tenía sobre Valery.

— Piensen esto. Siempre ha sido con alguien que no tiene conexión con nosotros ni el lugar en que se encuentra. — Ambos asintieron —. Bien, razón de más para intentarlo con él. Un nuevo reto ¿No creen? Y Valery ya ha dado el primer movimiento del juego. Tienes su atención. Solo hay que planear los siguientes movimientos — dijo mientras le sacaba las botas de tacón a su amiga.
—¿Yo?
— Si — respondió buscando soltar sus medias de los ligeros.
— Si, podría funcionar — apoyó Connor que miraba por la ventana —. Eres buena en eso Valery. Sería una buena forma de probar hasta donde manejas la situación — concluyó.

Valery lo meditó un momento mientras las medias salían de sus piernas y sintió las manos de Patrick masajeando sus pies.

— Esto sería distinto — dijo sentándose en la cama y apoyándose en la pared a sus espaldas —. Me están pidiendo que salga con él — analizó cruzando los brazos.
— Eso lo hará mejor ¿No te parece? — Patrick sonrió sentándose frente a ella para colocar sus pies en su regazo y continuar con su labor.
— Eso solo lo hará más difícil — refutó observando las manos que le recorrían los pies y los tobillos hasta subir detrás de sus rodillas —. Implica un par de citas. Aquí solo yo estoy jugando mientras ustedes apuestan. Eso es hacer trampa.

Patrick no respondió. Se limitó a trazar una línea de besos desde sus tobillos hasta sus rodillas por la cara interna de sus piernas. 




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