Valery.

Capítulo 6: El rojo tras tu sonrisa.

—Entonces ¿No haremos nada?
— No. Seguirá todo igual. Él llegará el viernes a las 7 como siempre — dijo Connor —. Sus amigos se irán antes de las 9 y él se quedará para esperarte.  
—Y seguro que buscará hablar contigo. Le dices que sales a las 2 y le pides que venga a dejarte al apartamento.
Valery asentía y escuchaba.
—¿Y si recuerda todo? ¿Qué digo si comienza a preguntar?
— Di la verdad — respondió Patrick.
—¿La verdad?
— Si. Se lo tomará a broma o te creerá. De todas formas, no le dirá a nadie por temor a que lo crean loco.
— Quien sabe y te crea. Hoy los humanos están obsesionados con eso de las criaturas mitológicas y fantásticas. Con eso solo aumentarás su interés en ti.
— Exacto — apoyó Patrick a Connor.
Los planes estaban hechos. Ahora solo había que poner a prueba la teoría.


Viernes.

—Ponte algo más... No sé. Estimulante — dijo Patrick que estaba a sus espaldas viendo que ella sacaba la ropa.
—Es el uniforme Pat.
— Si, pero...
—¿Acaso dudas de mis habilidades para usar mis dotes femeninos con un mortal? — preguntó de forma seductora mientras se acercaba a él.

Patrick vio como el fino tirante de su bata negra se deslizaba por su hombro ayudando a ver más de sus pechos que resaltaban por el sostén negro.

— Deja de molestarla — habló Connor sacándolo de sus pensamientos. Le dió un golpe en la espalda —. Ella sabe lo que hace. Por cierto, voy a quedarme. No quiero perderme el encuentro. — Rió llevándose a su amigo a la otra habitación para darle privacidad.

Tal como los chicos habían predicho. Royce llegó el viernes a la misma hora ocupando la misma mesa con sus amigos. Y esperó a Valery hasta que ella llegó.

—¿Otra vez tienes problemas para dormir? — le dijo divertida retirando los vasos y botellas vacías.
— Un poco — respondió observándola —. He tenido un sueño extraño de hecho.
— Si implica mujeres mejor no me lo cuentes — dijo con una risita.
— Con una en realidad — habló sin despegar la vista de ella. Era una mirada que le dijo a Valery que él lo sabía.

"Lo ha recordado. Lo sabe" pensó con horror. Controló su expresión y sonrió con malicia antes de volver a hablar.

— Si vuelves a las 2 y me acompañas a casa, podré escuchar con tranquilidad ese sueño. — Royce sonrió y bajó la mirada.
— De acuerdo. Estaré aquí a las 2 — afirmó satisfecho.

Veinte minutos después, Royce se despidió de Valery con un gesto cuando estaba cerca de la puerta y ella detrás de la barra. Ella le correspondió con una sonrisa. Valery dió un gran suspiro por lo que ahora venía.

— No te imaginas lo que estoy pensando contigo — susurró Patrick detrás de ella sujetándole por las caderas y buscando su cuello.
— Yo si — dijo Connor con una sonrisa maliciosa. Estaba en un taburete al lado de ellos.
Pero Valery no les ponía atención. En el fondo le preocupaba que pasaría cuando le revelara la verdad a aquel muchacho. Nunca habían dicho su secreto a un mortal a menos estuvieran a punto de matarlo.

— Pensarás que estoy loco, pero... Soñé que estabas en peligro — admitió Royce mientras caminaban.
—¿En peligro? — preguntó extrañada.
—Si. Desde el viernes pasado. Y pues... Por eso fui el sábado— dijo pasando su mano tras su nuca—. Quería asegurarme que estabas bien.
— Y ¿Eres una especie de vidente o algo así? — inquirió con diversión.
— Dímelo tú — habló en tono serio. Se detuvieron frente al edificio donde Valery vivía.
—¿Cómo podría saber? — Contra atacó nerviosa subiendo los escalones.

Royce la siguió pues ella no le había dado a entender lo contrario. Entraron al ascensor y Valery marcó el número del último piso. Royce no dejaba de observarla con disimulo, notando que ella se veía incómoda.

—Alguna vez — comenzó Royce rompiendo el silencio—. ¿Has tenido un sueño en el que es tan vívido que al despertar te preguntas si no habrá sido un recuerdo?
— Usualmente no puedo soñar — dijo con honestidad. Royce asintió.
— Es extraño sabes... — habló con una media sonrisa sintiéndose como un tonto por lo que estaba a punto de decir en voz alta. Lo más seguro era que ella optara por reírse de él y no volviera a hablarle. Pero se arriesgaría con tal de salir de la duda que había mantenido toda la semana —. Soñé contigo. Soñé que habías matado a un tipo que te atacó. Y que cuando descubrí lo que hiciste, estuviste a punto de hacer lo mismo conmigo. — Royce tragó saliva. Decir aquello le provocó miedo. Un escalofrío lo recorrió por completo y se sintió en peligro. A punto de morir en manos de aquella bonita mesera en un ascensor —. Pero tus ojos eran otros. Eran rojos. Luego tú y los otros dos.... Ellos... Y el cadáver... — Negó con la cabeza sacándose las ridículas palabras de la mente y las imágenes que tenía grabadas.
—¿Nos alimentamos de aquel hombre? — preguntó Valery.
Royce tuvo miedo de mirarla. Sentía sus ojos oscuros posarse en él, pero creía que, si en ese momento la miraba encontraría aquellos ojos que tanto terror le habían dado. Se limitó a asentir. La campanilla del ascensor anunció que habían llegado.




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