Valery.

Capítulo 17: Determinación.

Horas antes. 

 

 

Luego de perder dos noches sin obtener rastros de Royce y Valery, Patrick y Connor supieron que no darían con él pronto. A menos que fueran al único sitio donde Valery se sentía segura en días de melancolía.

A la noche siguiente viajarían a Londres.

 

 

Fueron a buscarla a la colina tras la vieja mansión, pero al verla sola, Patrick se separó para ir en busca de Royce.

 

Valery estaba sentaba frente a aquel montículo bajo el árbol quitando la maleza que había crecido. Connor pudo ver sus recuerdos con claridad. Eran un puñado de imágenes donde aquel hombre aprecia a su lado y se enredaban con los recuerdos que incluian a Royce.

 

Aquello era prueba más que suficiente de lo que ella sentía, aunque hubiera estado ocultándolo de ellos por todo ese tiempo.

 

Por mucho que quisieran protegerla y evitarle de nuevo un final desafortunado junto a un mortal, debía respetar su elección. Aunque para ello supusiera hacerse a un lado. Sin embargo, no estaban dispuestos a dar su brazo a torcer fácilmente.

 

—¿Llevas mucho ahí? — Preguntó ella al sentirlo a sus espaldas.
— ¿Ya decidiste que hacer?
— Si — respondió con seguridad —. ¿Dónde está Patrick? — Inquirió alarmada al verlo solo. Sus ojos se concentraron en la vieja casa, pero no lo escuchó en su interior.
— Sabías que esto ocurriría — dijo midiendo su reacción. Aún no pensaba decirle sobre la tregua que Patrick y él habían acordado—. Tú misma lo pensaste mucho antes de comenzar. Quien lo encuentre lo termina. Ese es el juego.
—¡No! — refutó levantándose para enfrentarlo.
— Tendrás que hacerlo si no quieres que nosotros nos encarguemos. 
— Necesito más tiempo.
— Escucha lo que dices Valery. No necesitas tiempo. Necesitar terminar con esto. — Connor pasó sus manos por su cabello y su rostro. Sabía que estaba siendo duro con los sentimientos de Valery—. Es lo natural Valery. No olvides la realidad de tu existencia. Las cosas siempre han sido así.
—¿Por qué me hacen esto? — preguntó con desconsuelo alejándose de él.
— Es lo mejor para ti. — dijo aferrándola por el brazo para detenerla.
— ¡¿Para mí?! ¿Están seguros que es por mi? ¿No es por ustedes? ¡Malditos egoístas! Porque eso es lo que son. Egoístas — soltó con furia.
— Valery por favor. Sé razonable. Tú y ese mortal no tienen ninguna posibilidad — decía en tono calmando intentando hacerla razonar—. O ¿Es que quieres volver a pasar por lo mismo? — agregó señalando con un gesto aquella vieja tumba.

 

Connor se arrepintió de recurrir a ese recurso, pero no tenía opción.

 

— Eso no era asunto de ustedes. Es mi existencia no la tuya ni la de Patrick. Quinientos años de estar juntos y no pueden dejarme vivir. ¡Vivir! ¿Sabes cuánto he deseado eso? ¿Cuánto he deseado sentirme viva de nuevo? Y ahora ustedes vienen e intentan arrebatarme lo que quiero.

 

Connor sopesó sus palabras. Sabía que estaba dolida por la tremenda traición que había sufrido y que creía seguir sufriendo en su contra, pero estaba convencido que era lo mejor. Ya le había visto sufrir una vez y no deseaba que volviera a ocurrirle. 

 

— O lo haces tú o Patrick no se detendrá.

 

Valery sabía que aquello era cierto. Por mucho que intentara convencer a Patrick, no cedería. Para él, lo que ella buscaba era el peor error que podían cometer.

 

— No pienso hacerlo.
— Entonces no cuentes conmigo — respondió con frialdad antes de darse la vuelta.
— Está bien — dijo tomando la decisión con tal de ganar tiempo—. Yo lo haré.
— ¿Estás segura? — Preguntó acercándose a ella escrutando sus ojos.
— Si. Tienen razón. Es lo mejor — habló desviando la mirada—. Y ¿Qué hay de Patrick?
— Yo me encargaré de eso — dijo viendo la pantalla del móvil con una llamada entrante.
—¿Puedo confiar en ti? ¿En ustedes? Es decir ¿Lo dejarán hasta que yo lo haga? — preguntó con la voz rota al declarar aquello.

 

Connor acarició su mejía pálida. Veía en sus ojos el dolor que le estaba causando. Pero sabía que cuando todo pasara ella volvería a ser la misma. 

 

— ¿Quinientos años de estar juntos y aún no confías en mí? ¿En nosotros? Sabemos perder Valery — dijo con una sonrisa torcida—. Confío en que lo harás.

 

Valery se sintió culpable por la acusación. Connor no había conspirado contra sus sentimientos desde que supo lo que sentía por aquel mortal. Y tampoco Patrick. A su manera intentaban protegerla de la forma más arcaica.




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