Desde entonces han mantenido una relación. Elisa se encontraba en una tienda de maternidad comprando y observando cosas para su bebé, Emilio por otra parte se encontraba en una reunión de trabajo y al culminar la alcanzaría, a Elisa siempre le encantaba hacer cosas como estas junto a él, ya que realmente se emocionaba al hacerlo, incluso más que ella. Mientras observaba algunas cosas, logra escuchar risas, esas risas ella la conocía, pero decide ignorar y seguir haciendo sus cosas, su barriga estaba más grande, toda ella estaba más grande y necesitaba ropa nueva, en especial PANTALONES, pero ya no podía ignorar aquellas risas, se giró y pudo ver al dueño de ella, era Martín, quien estaba con Erica, para su sorpresa, ella también estaba embarazada, Elisa tan absorta en sus pensamientos no se percató que tenía rato observándolos, y Martín pudo notar su presencia, ella rápidamente coge algunos pantalones al azar y entra a un probador, lo de ellos ya había quedado en el pasado. Se dispuso a probarse el pantalón y una sonrisa en su rostro apareció, al ver su reflejo y que el pantalón le quedara correctamente, hizo la misma acción con las demás prendas, al estar lista, abre la puerta del probador y es cuando ve a Martín caminando a su dirección, por tal causa, cierra nuevamente la puerta. Martín toca dos veces y Elisa solo puede decir que está ocupado, pero él amenaza con entrar si ella no se decide por hablar con él, a lo que ella se negó, lo cual llevo a Martín a entrar al probador que estaba al lado y arrastrarse por debajo para poder estar en el mismo probador que ella.
__ Pero, ¿Qué demonios, Martín?
__ Tengo solo una pregunta para ti.
__ ¿Cuál?
__ ¿Ese bebe es mío? –Pregunto señalando su barriga-
__ Creo que eso no te importa.
__ Quiero saber la verdad. –Elisa suspiro y lo fulmino con la mirada-
__ Si, este pequeño que llevo en mi vientre es tu bebé, tu hijo.
__ ¿Por qué no me lo dijiste? –comento acercándose a ella, aunque su barriga se lo impedía-
__ ¿Qué creías que te diría esa vez que te cite al restaurante? –Negó- mira Martín, yo no tengo tiempo para esto.
__ Perdóname –la abrazo- sé que no me comporte correctamente, te engañe y tú no merecías eso, no fui sincero contigo… Estos meses que he estado sin ti, pude darme cuenta que no soy nadie si no estoy a tu lado. Jamás imagine extrañar a alguien así como a ti, yo te amo y sé que con lo que hice no me perdonaras tan fácil, pero intentémoslo, déjame volver a tu vida, déjame criar al bebé, nuestro bebé. Por favor, dame una oportunidad.
Lagrimas recorrían el rostro de Elisa, pero las limpio mirándolo a los ojos. El también lloraba.
__ Ya es muy tarde, Martín.
__ No, no es muy tarde, aún estamos a tiempo de recuperar lo nuestro, confía en mí.
__ Lo hice, confié en ti y me fallaste de la peor manera…
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Editado: 18.09.2019