Valiente de tus miedos

Capítulo 8: Ya No Tengo Miedo Ni Temor

Ashley

Se empieza un proceso de superación de miedos y temores que me han atormentado a lo largo de mi vida. Este viaje comienza con una profunda reflexión sobre las experiencias pasadas que han alimentado mis inseguridades, revisitando momentos de rechazo en la infancia hasta fracasos significativos en la vida adulta.

Me adentro en un viaje emocional, recordando situaciones específicas que me han generado ansiedad y angustia. Se describe con detalle cómo cada una de esas vivencias afectó mi autoestima, creando una sombra constante de temor que me acompañaba en mi vida cotidiana. A medida que indago en mis recuerdos, empiezo a identificar patrones de comportamiento que me han impedido avanzar y crecer como persona.

Sin embargo, se enfoca en el momento clave de transformación personal. A través de una serie de encuentros significativos, mantengo diálogos profundos que me brindan nuevas perspectivas y me instan a replantear mis limitaciones. El lector es testigo de mi lucha interna, pero también de mi creciente determinación por liberarme de las cadenas que me han mantenido prisionero durante tanto tiempo.

Termina en una poderosa conclusión: la aceptación de mi vulnerabilidad y la decisión de enfrentar mis miedos con valentía. Me doy cuenta de que, aunque los temores pueden ser reales, no deben definirme. Se plantea la idea de que el verdadero crecimiento se encuentra al otro lado del miedo, y que cada paso hacia la valentía es, de hecho, un triunfo personal.

Este proceso de autocrecimiento se convierte en un mantra de empoderamiento, simbolizando una nueva etapa en mi vida. En este camino, encuentro la fuerza para abrazar la incertidumbre y tomar riesgos, lo que me permitirá experimentar la vida con una renovada libertad y pasión.

Al llegar al patio, Noel y yo empezamos a buscar un banco desocupado que se encuentre a la sombra de un gran árbol, donde podamos refugiarnos del sol. Una vez que nos acomodamos, intento centrarme en el bullicio de los estudiantes que nos rodean, disfrutando de la atmósfera animada, pero de repente lo veo: Carlos, de pie a cierta distancia, parece estar dudando si dar el paso para acercarse.

En ese instante, mi cuerpo se tensa de inmediato. Siento un nudo en el estómago, como si toda la situación volvieran a ocurrir. Carlos avanza lentamente hacia nosotros, con las manos en los bolsillos y esa expresión insegura que me resulta tan familiar.

—¿Podemos hablar un momento? —me pregunta, fijando su mirada en mí como si buscara encontrar mi aprobación, una aprobación que, en el fondo, sabe que no merece.

Tomo aire profundamente para calmarme y intento mantenerme firme en mi posición.

—Carlos —le respondo con un tono que procuro que sea calmado, aunque firme—, en España ya escuché tus disculpas.

Lo observo bajar la mirada, como si mis palabras le dieran un golpe inesperado que no estaba preparado para recibir.

—Te perdoné en ese momento —añado—, pero eso no significa que desee volver a revivir ese tema. No tengo la necesidad de abrir heridas que ya estoy en proceso de sanar.

Noel, que se encuentra a mi lado, se cruza de brazos, observando la escena en silencio, preparado para intervenir si la situación lo requiere.

Carlos asiente, visiblemente nervioso.

—Entiendo —murmura, retrocediendo un paso.

—Espero que también encuentres tu propio perdón —le digo, intentando que mi voz, aunque temblorosa, sea lo suficientemente clara para que no haya malentendidos.

Sin agregar nada más, Carlos se da la vuelta y se aleja, perdiéndose entre el bullicio del patio. Me recuesto nuevamente en el banco, dejando escapar el aire que había estado conteniendo.

Noel me da un suave codazo, una sonrisa cómplice se dibuja en su rostro.

—Eres increíble —me susurra.

Sonrío también, una sonrisa pequeña pero sincera. Por primera vez en mucho tiempo, siento que el pasado ya no tiene el poder de aplastarme. Eso es lo que deseo que se mantenga así.

Me acomodo más cómodamente en el banco, dejando escapar un suspiro que siento provenir directamente del fondo de mi alma. Noel, que no ha dejado de observarme de reojo durante todo este tiempo, se estira de manera exagerada hacia atrás y lanza un bostezo de forma tan teatral que me arranca una risa involuntaria.

—¿Ves? —dice mientras me guiña un ojo

—. Hasta el universo se aburre cuando alguien intenta resucitar fantasmas del pasado.

No puedo evitar reírme aún más fuerte, y eso, de algún modo, me hace sentir más ligero el pecho.

—Gracias por quedarte —le digo, robándole una mirada mientras juego distraídamente con el llavero en forma de estrella que aún cuelga de mi mochila.

—Siempre —responde sin vacilar, dándome un suave golpe amistoso en el brazo

—. Eres mi compañera de travesuras, ¿acaso lo has olvidado?

Me río de nuevo, pero esta vez la risa viene desde un lugar mucho más profundo y liberador. Me doy cuenta de que aunque el pasado me haya causado dolor, el presente está repleto de nuevas oportunidades y de personas que realmente se preocupan por mí.

“¿Sabes? —le digo, mientras me acomodo mejor en el respaldo del banco
—. Hoy sentí que finalmente cerré una puerta que había permanecido entreabierta durante mucho tiempo.

—Y la cerraste como una auténtica reina —responde Noel, haciendo un gesto exagerado de reverencia, como si estuviera en una corte real

—. Aunque, para la próxima vez, sería genial que lo hicieras con más dramatismo: tal vez lanzando purpurina al aire o recitando alguna frase épica que quede en la memoria.

—¿Algo así como que no soy la misma que dejaste atrás? —le sigo el juego, cruzando los brazos mientras le miro con una sonrisa.

—¡Exacto! —exclama Noel, riéndose a carcajadas
—. ¡Eso habría sido legendario!

Ambos nos soltamos a reír, ignorando las miradas curiosas de otros estudiantes que pasan cerca de nosotros. En este momento, nada de eso me importa. La luz del sol se filtra entre las hojas del árbol, creando un ambiente que hace que todo a mi alrededor parezca un poco más brillante y lleno de vida.”



#4860 en Novela romántica

En el texto hay: amor, familia

Editado: 28.10.2025

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