Capítulo VII. Restricciones

—Quiero preguntarte algo —dijo Allie volteando a ver a Nina, ambas se encontraban muy juntas, recostadas en el pasto. Estaban en un lugar de Valle Cielo, llamado la Naturaleza, y como su nombre lo decía, únicamente había naturaleza en aquel lugar.

Nina la observaba también.

—Ya te dije que no puedo decirte dónde estoy yo, está prohibido... —respondió Nina sonriendo.

—No, eso no es—interrumpió Allie, Nina la observó con curiosidad— quiero, es decir, ayer o hace rato —decía Allie confundida— aun no entiendo eso del tiempo aquí, pero creo que fue hace rato, bueno ese no es el punto —Nina rió— estaba en el hospital con los chicos…

— ¿Los chicos? — interrumpió Nina frunciendo el ceño.

—Sí, los chicos del hospital —Nina seguía con esa misma expresión— ¿no te hablé de ellos? — preguntó, Nina negó— bueno, no sé, creo que son mis amigos —siguió diciendo Allie con una sonrisa.

— ¿Amigos? —volvió a preguntar Nina— ¿te gusta alguno? —bromeó dándole un pequeño codazo a Allie.

Allie rio y la observó con incredulidad.

— ¿Estás celosa? —preguntó también en ese tono bromista.

Nina negó sonriendo.

—Por supuesto que no, mi tipo no son los enfermos...─respondió Allie bromeando.

—Ese humor tuyo—agregó Nina negando con la cabeza.

Allie volvió a reír y besó con ternura a Nina. Era cierto, su humor a veces era bastante fuerte para lo que estaba viviendo, pero no podía evitarlo, así era ella.

—Entonces... La pregunta era—dijo Nina después de separarse de ese beso.

—En la hora de la comida estábamos hablando, comimos carne y chícharos y...

—Oh, fue día de carne y chícharos.

—Fueron tres días seguidos de carne y chícharos— respondió Allie con repulsión. Nina sonrió. — Y bueno Hugo, uno de los chicos, dijo algo sobre pizza y todos recordamos que aquí, en Valle Cielo, no hemos comido, mi pregunta era esa, me refiero, ¿aquí no comemos?...

—Que pregunta tan extraña—respondió Nina sonriendo– necesitamos comer, siempre.

—Pero, aquí somos proyecciones, almas, no sé…—argumentó Allie rascándose la cabeza— ¿necesitamos comer aquí también?

Nina asintió.

—Entonces no hemos comido porque estamos aquí solo una hora por día—siguió diciendo.

—Yo sí he comido algo— Nina comentó en doble sentido

— ¡Idiota! — la golpeó en el brazo riendo, Nina simuló que le dolía y se sobaba...— pero bueno, sí yo quisiera comer pizza ahorita, ¿podría?

Nina ladeó un poco la cabeza.

—En este momento, no.

— Pero el primer día pude beber algo…

—Fue tu bienvenida —interrumpió.

— ¿No se supone que este lugar cumple todos tus sueños y todo eso? — preguntó Allie confundida, observando que a lo lejos se veía a otra pareja llegando al lugar— No parece.

—Los cumple, pero estás aquí como en prueba, una hora por día, cuando sea el momento de quedarte aquí para siempre, si lo eliges, tendrás toda la pizza que desees —respondió con una enorme sonrisa.

Allie se rascaba la cabeza tratando de entender.

— ¿Tú ya lo has decidido?, ¿te vas a quedar aquí para siempre? Bueno tu alma, tu proyección o lo que sea...

Nina sonrió.

—No puedo decirte eso.

Allie rodó los ojos.

—No sabía que en Valle Cielo hubiera tantas restricciones—dijo fastidiada.

—Es que... Eso puede interferir con tu decisión... Tú tienes que decidirlo por ti...

— ¿Pero qué caso tendría estar aquí si tú no estás?

Nina sonrió con ternura y tomó su mano.