Vamos A Jugar

NO SE IRÁ SIN JUGAR

(1950, Rumanía) 


En una cabaña cercana a un lago vivía Peter con su hijastro Mark de seis años. 
La madre del niño había fallecido y el pequeño había quedado al cuidado de su padrastro.


La presencia de Mark le provocaba rechazo y un cierto temor al hombre, que hacia todo para alejarlo.
-Él lo consideraba maldito. 
Mark lo buscaba constantemente, -vamos a jugar, pedia el niño, sin que su padrastro acceda jamás.


Un 18 de marzo sucedió lo peor. Peter cansado de la presencia de su pequeño hijastro , llevó al niño al lago y allí lo ahogó.
Una vez muerto , al fin tendría paz. Estaba completamente feliz de librarse de ese niño maldito que lo perturbaba.


Una madrugada , Peter dormía cuando un ruido muy fuerte interrumpió sus sueños.

  La ventana se había golpeado con fuerza por el fuerte viento. Se levantó de su cama a cerrarla, cuando sintió como sus pies se mojaban.


Encendió la luz y notó huellas de lodo que formaban un camino de su cama hasta la ventana. Allí estaba su hijastro de pie junto a ella, con una sonrisa siniestra.


Asustado, intento correr y resbaló por el piso humedo. Al reponerse después de un rato, observó que Mark ya no estaba.


Cuando Peter intentó salir de la habitación, encontro la puerta trabada y detrás de ella oyó una voz que repetía de manera intensa..—"vamos a jugar".


De pronto, la puerta se destrabó y una pequeña mano la abrió lentamente.Aterrado corrió hasta la ventana y de allí se lanzó.

Cincuenta años habían pasado de aquel terrible suceso, y la leyenda sigue viva para los lugareños.
Dicen que el alma del niño sigue allí queriendo jugar.

 

 

 




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