Vampire Killer: El Duelo final

Siempre fuimos fuertes (Capítulo 13)

SIEMPRE FUIMOS FUERTES (CAPÍTULO 13)

 

 

Los cuatro aparecieron en una sala llena de máquinas, aparatos y luces, Gabriel y Richard se quedaron impresionados pero la cara de Leo no había cambiado después de todo él conocía bien ese lugar. Fueron andando y se fijaron que habían varias compuertas.

 

-¿Dónde están los otros?- preguntó el adolescente

- Están entrenando. ¿No es así?- contestó el ex agente de la CIA

- ¡Si así es!-dijo el hombre imponente.

- ¡Antes de entrenar quiero que nos lo muestres!. Lo que me dijiste. ¡Quiero verlo con mis propios ojos!.- exclamó

- ¿De qué hablas?- preguntó el español

 

 

Nadie miró a Leo y asintió y les explicó que antes de comenzar su entrenamiento quería enseñarles algo, el hombre del sombrero de cowboy abrió una compuerta y los tres pasaron allí había un gran muro de piedra con inscripciones en un idioma irreconocible.

 

 

Pero en ese gran muro se fijaron en una parte habían unos dibujos que se parecían a ellos, uno de ellos era Leo desde que nació donde relataba todo lo que pasó, incluido cuando conoció a Jessica y derrotó a Johan toda su vida estaba allí. También estaba la muerte de Jessica y todo lo que tenía que suceder, incluso el momento actual mirando el muro.

 

 

Pero también estaba la vida de Gabriel, el enamoramiento de Elena, incluido su muerte, su intento de resucitarla yendo a otra línea temporal y todo lo que había ocurrido hasta llegar a ese momento.

 

 

Toda la historia de Richard también estaba en ese muro, desde su amistad a con Ethan, su muerte y todo lo que vino después. Pero no solo estaban ellos también se encontraba la vida de Susana, Daniel, Leticia incluso la del rey actual de los vampiros.

 

-¡Este es el muro del destino!. Aquí se revela la vida de todos los Elegidos y los que les han ayudado hasta ahora. Revela el futuro por eso sabía lo que ocurriría.

-¿Me estás diciendo que sabías que Elena moriría?- exclamó enfadado.

- Exacto Gabriel y que Jessica también lo haría- dijo el Vampire Killer

- Cuando Johan fue derrotado pensé que lo que habías dicho, sobre cambiar el destino era posible. Pero un día mientras te debatías entre la vida y la muerte, el muro comenzó a volver dibujar y escribir que Ra volvería a la vida y lo que pasaría después. Por eso aceleré tu recuperación.

- ¿Por qué no nos lo dijiste?- preguntó el vampiro loco de ira

- ¡Cuando algo aparece en el muro no se puede cambiar!. Es imposible, no se puede cambiar el destino por mucho que lo intentes. El resultado es el mismo. ¡Esta vez el peligro es mayor a ninguno!, el propio Ra ha vuelto y pretende a utilizar a la llave de los mundos para conseguir esclavizar a todas las líneas temporales, si lo consigue será capaz de controlarlo todo. En los diferentes universos, hay un elegido para proteger el bien. Tú Gabriel ya los conociste, gracias a esa bruja su universo está cerrado y no podrán atacarlo, pero los demás no correrán la misma suerte. ¡Esta vez es diferente a todas las demás todos tienen que ayudar a detener a Ra!. Por eso necesitareis ir a sus líneas temporales y pedir su ayuda.

 

-¿Líneas temporales?- preguntó el más joven de los cuatro

-Así es, pero necesitáis entrenaros para poder llegar allí en óptimas condiciones, ya que el viaje es muy diferente al que tú hiciste Gabriel, ya que ese universo era el más cercano por lo tanto es el que menos contratiempos tiene para poder viajar, pero los otros son muy diferentes si no entrenáis en cuerpo y alma podríais desaparecer para siempre

-¿Y Laura que tiene que ver con esto?- cortó Richard la conversación.

-¡Ella es vital!, tenéis que recuperarla ya que ella es la llave de mundos. Es vital para poder evitar que Ra se convierta en un ser todopoderoso.

- ¡Lo haré cuenta conmigo!- el adolescente al conocer que su amiga Laura estaba en peligro no dudó ni un momento.

- ¡Dime!,¿ es posible traer a la vida a una persona?. ¿Podrían los otros mundos hacerlo?.

- No lo sé Gabriel.

- ¡Con eso me basta!. ¡Yo también lo haré!- comentó el vampiro español

 

 

Nadie miró a Leo que comenzó apretar los puños de rabia, mientras las lágrimas caían de sus ojos.

 

- ¡Maldita sea!, ¡te dije más de mil veces que si es necesario yo lucharé contra el destino aunque me cueste la vida!.- gritó.

-¡Entonces empezaremos!. Los tres entrareis en una sala.

-¿Los tres?. No te ofendas chaval pero creo que serías un incordió para nuestro entrenamiento.- dijo burlón el vampiro.

- ¡A mí me parece bien!. Richard es uno de los brujos jóvenes más interesantes de la nueva generación. – contestó Leo.




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