FRICCIÓN (CAPÍTULO 19)
Daren okoye estaba en su castillo dando vueltas sobre su nuevo castillo, no había estado en el discurso de Ra pero no estaba especialmente contento con eso de que varios de sus hombres hubieran acabado en el ejército de ese ser imponente.
Tampoco estaba contento con eso de crear una nueva raza y Rose hacia días que no daba señales de vida.En ese instante uno de sus hombres le aviso que una mujer de pelo castaño quería verlo.
El hombre de color se sentó en el trono donde antes estaba Andrei y vio que era Rose que se acercaba a donde estaba sentado.
- ¡Vaya pensaba que te habías olvidado de mí!- exclamó hiriente
-¡Para nada!. Simplemente he tenido que ocuparme de ciertos asuntos.
-¡No estoy contento con la unión!. He perdido hombres. Además no estoy nada de acuerdo con los pensamientos de tu señor.
-A decir verdad yo tampoco!. Realmente estoy decepcionada, esperaba que los objetivos de Ra fueran mayores!. Por eso tengo un plan para derrocárle y ponerme yo en su lugar.
-¿Tú?. ¿Cómo piensas derrotarle si es más poderoso que tú?.
-¡Tengo a alguien que puede ser un interesante aliado!.- la mujer comenzó a sonreír.
Lejos de allí Leo estaba teniendo su particular batalla con él mismo, se encontraba cuando su hermano Vincent estaba entrenándolo para que pudiera defenderse de él mismo, para inmediatamente a la primera vez que conoció a Damien Reeds el que sería su mentor y mejor amigo hasta ese momento todo eran buenos recuerdos.
La boda de Damien y Emily y el regalo que se le dio a las mujeres era una pequeña caja dorada música, que tenía una pequeña bailarina girando lentamente mientras sonaba una melodía muy dulce.
Tenía significado porque la mujer de su mentor había sido una bailarina cuando era pequeña y cuando estaba por entrar en una gran academia tuvo una lesión de la que no pudo recuperarse por lo que tuvo que abandonar su sueño y se volvió una secretaria de una empresa muy prestigiosa.
Él la amaba profundamente se le veía como la miraba, la verdad es que los dos se querían muchísimo. La melodía se repetía hasta llegar al fatídico día en que sus destinos cambiaron para siempre.
Leo y Damien fueron a una misión para intentar recuperar un antiguo libro que parecía que era de vital importancia allí encontraron a una especie de secta muy rara con la que tuvieron que enfrentarse mediante balas, era un libro muy extraño se le llamaba "El Libro Oscuro".
Cuando llegó de la misión su mujer estaba muerta, y eso lo enloqueció salió de la CIA y acabó con varios altos mandos. Ya solo faltaba un único miembro el líder de la institución y estaba a punto de acabar con él cuando apareció Leo.
-¡Por favor! ¡Tú no eres así!. ¡Siempre has seguido las reglas!- le suplicó Leo
- ¡A la mierda las reglas!- dijo Damien
- ¡Todo está podrido!. ¿No lo ves?
En ese instante le contó todo lo que había sucedido y lo que le había llevado a matar a tanta gente y enfrentarse a sus superiores. Investigando un extraño caso de asesinato de varios agentes encontró pruebas de que los propios hombres que les enviaban a sus misiones estaban metidos en una trama realmente aterradora.
El ejército también estaba metido estaban creando super hombres con fuerzas y capacidades sobrenaturales, no solo eso sino que encontró laboratorios donde encontró criaturas terribles de ojos rojos con los que experimentaban, no solo eso también se encontraba información sobre la posibilidad de seres de otros mundos, además una lista de personas con poderes extraños y entre ellas estaba su mujer.
Alertado por todo lo horrible que había visto, lo dejó todo en su sitio. Fue a su casa y encontró a su mujer alisándose su pelo castaño delante del espejo, su marido le comentó que sabían lo que era que debía irse que él se encontraría con ella en un lugar donde ellos conocían muy bien.
El libro que ellos dos encontraron se lo quedó viendo que era de máxima importancia para la organización. Recibió una llamada telefónica diciendo que su esposa había sido asesinada, se sintió hundido y sin fuerzas, una noche encontró por casualidad varios micrófonos pequeños por lo que tenía claro que sus propios superiores habían hecho eso.
Loco de rabia fue investigando por su cuenta. Damien había perdido la cordura y se obsesionó con averiguar lo que ponía en ese extraño libro oscuro con ese idioma extraño, mientras acababa uno por uno con los que tenían que ver con la muerte de su mujer.