Venganza (Capítulo 37)

    VENGANZA (CAPÍTULO 37)

Los gritos de dolor de Gabriel se escuchaban por todo el lugar, y el eco aumentaba la sensación de que algo terrible estaba pasando. Johan se estaba divirtiendo golpeando de manera sádica al vampiro español.

La sangre del joven manchaba el hielo y la nieve. El malvado revivido atizaba a su adversario sin piedad, mientras se burlaba del sufrimiento del hermana de Susana.

Por si fuera poco la pequeña de los Luna no lo estaba pasando nada bien tampoco, Jessica era demasiado poderosa y apenas podía mantenerse en pie, mientras intentaba con palabras hacerla reaccionar y ver que Ra le estaba controlando.

-¡Jessica!. ¡Escúchame!. ¡Leo te necesita!. ¡Sé que dentro de ti aún está la mujer que luchaba contra el mal y las injusticias!. ¡Tú padre acabo contigo!.-

- …- la hija de Ra no decía nada,  era como si no le afectara nada, mientras seguía lanzando electricidad de su mano para atacar a Susana.

- ¡Una vez conseguiste superar el control del poder oscuro!. ¡Puedes hacerlo de nuevo, sé que puedes!. ¡El verdadero enemigo es Ra!. ¡No dejes que el poder oscuro controle tu mente!. – exclamó la vampiresa y por primera vez vio que los ataques de la bruja estaban fallando.

Dentro de la mente estaba habiendo una batalla entre las dos partes que habitaban en la bruja, una le decía que acabara con la joven y otra le hacía recordar las palabras que Elena le dijo tiempo atrás mientras luchaban.  

Y poco a poco a su mente fueron apareciendo imágenes y un nombre que se repetía muchas veces “Leo”. Entonces fueron pasando momentos de su vida, cuando estaba sola y no quería a nadie a su lado, la muerte de su tía, la primera vez que vio a Leo, la primera vez que se besaron, cuando él se declaró delante de todo un restaurante con la vergüenza que le daba. Las sonrisas, las caricias y el amor que tenían que fue sesgado el día de su boda.

Mientras Johan pateaba a Gabriel que se retorcía de dolor ante los golpes que le propinaba su rival.

-¡Qué lástima!.¿Donde está ese ímpetu del principio?. ¿No decías que acabarías conmigo rápido?. ¡Lamentablemente para ti nuevamente fracasas!. ¡Has sido un buen adelanto para enfrentarme a Leo!. ¡Él es con quien de verdad quiero enfrentarme!.- dijo burlón.

-¡Maldita sea!. ¡No pienso rendirme!. ¡Por tu culpa Elena murió!. ¡Yo voy a tener mí venganza!- exclamó Gabriel, mientras se levantaba.

-¿Aún piensas que puedes acabar conmigo?. ¡Eres tremendamente divertido!. ¡Tranquilo voy a hacer que te reúnas con esa chica!. ¡Cuando esto termine tendré que comprarme un nuevo traje!. ¡Esta hecho unos zorros!- dijo mientras sujetaba la estaca que había clavado minutos antes al español.

El hermano de Susana estaba incluso viendo visiones, en lugar de Johan veía a su amada con su cabello marrón ondeando al viento y levantaba las manos para abrazarla pero la verdad es que paso a paso lo que él veía como el amor de su vida acercándose para estar juntos, no era más que un Johan totalmente sediento de sangre, con una sonrisa maléfica dispuesto a acabar con la vida del mayor de los Luna.

Y cuando estaba por llegar una voz se le metió en su cabeza, era Jessica utilizando la telepatía para decirle que estaba haciendo un hechizo para que la fuerza negativa que habitaba en él se transfiriera a ella y así poder romper el hechizo inmortalidad.

Volvería ser un vampiro normal y por lo tanto podría acabar con él por una vez por todas. El malvado Johan se acercó todo lo que pudo e intentó clavar la estaca en el corazón de Gabriel pero este lo paró con sus manos desnudas y al mismo tiempo Jessica recitaba unas palabras que no eran un lenguaje normal, primero estaba evitando que Ra pudiese ver lo que estaba sucediendo en realidad y modificándolo. En segundo lugar estaba rompiendo el hechizo de inmortalidad, solo alguien tan increíble como la hija de Ra podía hacer un doble hechizo de tanta dificultad con tanta rapidez.

Y sin saberlo el aura oscura de Johan estaba desapareciendo, volviéndolo mortal otra vez, Gabriel hacía fuerza con sus brazos para evitar que el diabólico vampiro le clavara la estaca en su corazón.

-¡Realmente eres muy fuerte!. ¡Tengo que reconocerlo!. ¡Mucho más que yo!, ¡Incluso herido!. ¡Pero yo soy inmortal!- dijo en tono burlón.

-¡Muérete!- gritó Gabriel enrabietado mientras sus ojos se volvían del color del infierno, y le arrebataba clavándole la punta de la madera en su corazón.

-¡Da igual soy inmortal!...- empezó a toser y caer sangre de su boca.

Johan vio como algo estaba fallando, la herida no estaba cicatrizándose como antes, y estaba empezando a marearse. Enfadado empezó a gritar sin comprender lo que estaba sucediendo hasta que vio a Jessica sonriendo y comenzó a insultarla.

 Gabriel con sus últimas energías se abalanzó sobre el enemigo y golpeó con su pie el trozo de madera aún más hasta clavarlo hasta el fondo.

-¡Esto es por Elena!- aullaba con fuerza el joven.

El cuerpo de Johan comenzó a deshacerse y volverse cenizas, finalmente el español había cumplido su venganza, aunque estaba tan agotado que cayó al suelo.

Al mismo tiempo Ra había cambiado su aspecto y lucía un aspecto terrible, mientras Leo no había cambiado su rostro desde que habían empezado a enfrentarse. El poder oscuro de este ser era impresionante.

-¡Todos estos años me he hecho mucho más poderoso!. ¡He conseguido superarme a mí mismo!. ¡No dejaré que te interpongas en mis planes!. ¡Se acabaron los juegos!. ¡Voy a corregir el error de dejarte vivir, aquí y ahora!. – dijo seguro de sí mismo el demonio.

Y en cuestión de segundos comenzó una lluvia de golpes contra Leo que no pudo evitar, todos y cada uno de los ataques que el monstruoso Ra propinaba fueron recibidos por el Vampire Killer.

Finalmente el demonio levantó su mano y una gran bola de energía oscura fue lanzada contra el elegido originando una gran explosión y destruyéndolo todo a su paso menos el castillo porque Ra hizo un hechizo para que no fuera destruido, aunque debido al combate había quedado muy dañado.