Un peligro latente (Capítulo 54)

UN PELIGRO LATENTE  (CAPÍTULO 54)

Pasó el tiempo que les habían dado para seleccionar a los dos que se enfrentarían a los juegos como lo llamaban los Voldemi. Gabriel y Leo estaban hablando mientras el pequeño Kano se entrenaba mentalmente, sentado en una esquina.

­-¿Estás seguro?- preguntó Gabriel

-¡Si lo estoy no tengo la menor duda!- contestó Leo

En ese mismo instante las puertas se abrieron, aparecieron dos soldados de la guardia real y el rey Line Dick y cuando este les preguntó Leo dijo algo que sorprendió al pequeño que aún tenía los ojos cerrados.

Los dos que estarían en los juegos serían el vampiro español y el niño. El rey de los Voldemi no vaciló al escucharlo. El monarca ordenó a los soldados que lo apuntaran en un papel para poder introducirlo después en la máquina para emparejar a los concursantes.

Leo tomaría el papel de entrenador del pequeño para que estuviera preparado para el torneo, pero el soberano comenzó a reírse airadamente mientras les explicaba que los juegos eran al día siguiente y al estar inscritos en la lista ya no se podían desdecir.

El chico se quedó totalmente sorprendido, mientras el gobernante y sus soldados salían de la habitación.

-¡Perdona que te diga Leo pero la has pifiado!. ¡Tenías que haber sido tú!-Exclamó Gabriel.

A fuera Sharker había escuchado toda la conversación con el monarca y golpeó a la pared, el ser mitad hombre mitad tiburón no podía creer que esos tres estúpidos de Tip, Kol y Cheap.

Bajó las escaleras del castillo, miró que no había nadie cerca, sacó una piedra morada dijo una palabra susurrando y desapareció de allí.

El líder de la guardia real apareció en un bosque oscuro donde apenas llegaba la luz, en ese instante de las sombras apareció el hombre de la túnica roja.

-¿Qué ocurre?- cuestionó el hombre mientras tapaba su rostro con la capucha

- ¡Tengo noticias para ti!-  respondió el tiburón.

Sharker le explicó todo lo que había ocurrido, y el hombre de rostro misterioso también le contó lo que había averiguado y ordenó que hiciera lo que quisiera pero esos prisioneros debían morir. Ya que si no lo hacían podrían destruir todos sus planes.

-¡Tengo algo personal con ese ser que se llama Gabriel!.¿Pero también me encargo del niño?.- comentó el líder de la guardia real

- Mata a los tres, el niño tienen que morir sí o sí. ¡Si quieres ser el nuevo rey de los Voldemi claro!.- dijo el hombre mientras se metía en las sombras.

Sharker apretó los dientes ya que no le gustaba tener que trabajar con un terrano, sacó nuevamente la piedra, recitó la palabra y volvió al castillo decidido a actuar porque si los prisiones conseguían ganar sería el fin a sus aspiraciones.

En esos mismos instantes un baile en los salones del rey, todos vestían ropas muy elegantes con música clásica, todos estaban felices menos el rey que tenía cara de hastío, mientras su mujer intentaba que se divirtiera.

Ella era bellísima rubia, con ojos azules, cuerpo de bailarina aparentaba mucho más joven de los 50 años de verdad tenía. Todo estaba organizado mucho tiempo atrás de antes de la desaparición de su hija y no podía negarse.

Pero finalmente se levantó de su trono y fue directamente al invitado para hablar con él. Damien estaba divertido y movía sus manos con gracia mientras la música sonaba, cuando vio que el monarca se acercaba dejó de hacerlo.

-¿No te lo estás pasando bien majestad?- preguntó el antiguo maestro de Leo

- ¡Mientras mi hija está encerrada por esos malnacidos de los Voldemi no puedo estar pasándomelo bien!.- exclamó muy enfadado.

El rey cogió la copa sin avisar y se remojó el gaznate con vino, se le calló un poco sobre la barba. La verdad es que ya estaba muy perjudicado, había bebido mucho comenzó a señalar un joven de pelo medio largo, piel blanca, delgado y bastante esmirriado, le comentó que ese era su hermano pequeño Armand, siempre había tenido que cuidar de él porque era un debilucho desde pequeños. Era todo lo contrario al rey Leland que era fornido y atractivo.

-¡No podemos elegir a nuestros hermanos!- comentó Damien

- ¡Puede ser!. ¡Pero la verdad  es que sus tonterías me han hecho desconectar un poco!. ¡Ves ja, ja, ja!- mientras pronunciaba esas palabras, Armand tropezaba con el vestido de una mujer y caía contra la mesa que estaba cerca de él, ensuciándose de comida y vino.

Inmediatamente el rey fue ayudar a su pariente, mientras no paraba de reírse. El joven estaba incómodo pero aun así presentó a su invitado y tomaron unas copas más mientras sonaba la música cada vez más alto.

Lejos de allí en otro mundo Susana, la falsa Rachel, Tetsuo, Lucas, caminando por un paraje lleno de rocas y piedras se dirigían a llevar al padre  y su hijo a un sitio llamado “El refugio”, dos chicas que estuvieron con ellos, les hablaron de un lugar donde había un grupo muy reducido de humanos sobrevivientes a la magia oscura de la bruja.

Ella quería saber dónde se encontraban los humanos que se le habían escapado, por eso con su apariencia de Rachel fue la primera en querer ayudarlos. Estaban pasando por un pequeño camino rodeado de montañas.

Pero ellos no sabían que en lo alto de una de ellas, alguien les observaba era Ra, que llevaba vigilándoles todo el rato, su objetivo era conseguir el objeto por eso no les había atacado pero en cuanto lo viera los mataría a todos.

CONTINUARÁ