Las crónicas de Danko (Capítulo 69) (Parte 1)

LAS CRÓNICAS DE DANKO (CAPÍTULO 69) (PARTE 1)

Una nave gigante viajaba por el espacio. El imponente Danko estaba con los ojos cerrados, cuando se escucharon gritos e insultos que le hicieron abrir los ojos, venían del mismo reciento. Así que se levantó hasta llegar a una puerta, de allí dentro provenían los agravios.

Así que abrió la compuerta, ahí estaba el pequeño ser extraterrestre, de color gris, cabeza grande, cuerpo pequeño, ojos saltones y negros que se había llevado después de destruir a todo planeta, estaba llorando y acurrucado en el fondo.

-¡No pienso ayudarte!- decía en su idioma extraterrestre

- ¿Crees que eres el único que lo ha pasado mal?. A mi madre y a mí nos llevaron a la fuerza cuando solo era un bebe. Mi tribu y familia fue masacrada. - explicó el hombre imponente.

Comenzó a explicar, que en el tiempo que pasó eso, había dos familias enfrentadas los Goldion y los Silar. Los segundos iniciaron la experimentación para conseguir seres más fuertes. Decidían ir a planetas y quedarse con los bebes o infantes que ellos consideraban que podrían aguantar sus experimentos.

Pero todos los intentos, se saldaban en fracasos. En cambio, los Goldion haciendo lo mismo, tuvieron algunos éxitos creando a seres fuertes, y estos pasaron a ser considerados hijos del rey Nalak.

La batalla entre los ejércitos de estas dos familias que conquistaban el universo, originando que los Silar perdiesen batallas, así que en un movimiento extraño fueron a la Tierra, llevándose a un pequeño de 5 años y experimentarán con él, consiguiendo un arma perfecta el nombre de ese niño era Ciffer.

Ese niño hizo que los Silar tomaran la ventaja. Arrinconados intentaron hacer lo mismo yendo a la Tierra, llevándose a la fuerza a la madre de Danko y a él. A partir de ese momento la mujer sería una de las numerosas mujeres de Nalak y uno de sus hijos.

Pasaron unos años y el pequeño cumplió 6 años, cuando su madre enfermó por una extraña enfermedad. Él corrió a pedirle ayuda a su padrastro, pero él se la negó, tratando a su madre como si fuera menos que una mascota.

El pequeño enrabietado, pero su hermano mayor, que era el único realmente hijo de sangre de Nalak, lo golpeó tirándolo al suelo. Y diciéndole que era un fracaso, ya que era el más débil de todos los hermanos, ya que no tenía ningún poder al contrario de sus hermanos.

Por lo que le comentó a su padre que lo mejor era mandarlo con los soldados, porque solo tenía ese nivel. El rey aceptó, después de todo la batalla contra los Silar se estaba igualando. 

El niño enrabietado intentó atacar a su hermano mayor, pero Levon le dio una auténtica paliza dejándolo fuera de combate, fue castigado y llevado a un planeta llamado Lisan 23. Allí fue introducido a un grupo de soldados, siendo uno más y sin ser considerado un hijo de la familia real.

Era solo un pequeño niño de 6 años, enviado con otros adolescentes, hombres y ancianos a luchar por una guerra que no le importaba. Realmente no era un buen soldado, era el más pequeño de todos y echaba de menos a su madre Qafzeh.

Un día por la noche recibió la noticia que ella había muerto de la enfermedad, no sabía como continuar allí. Uno de los adolescentes se metía con él, mientras un ser verde con barba, sin pelo, con antenas, unos pendientes y unos piercings en la cara se preocupó por él, su nombre era Ahal, esté comenzó a entrenarle poco a poco, quizás no tenía poder, pero tenía una capacidad de aguantar golpes prodigiosa, su fuerza también aumentaba.

Él pudo sobrevivir a numerosas batallas, en cambio, aquel que no paraba de meterse con él murió en una de aquellas guerras. Ahal fue subiendo de rango hasta convertirse en general del ejército del sector 32. Él le contó por qué había comenzado el enfrentamiento de las dos familias, era por los dos buscaban unos objetos mágicos que daban la posibilidad de ser el ser más poderoso.

Danko también comprendió por la experimentación que había sufrido, necesitaba alimentarse de sangre. Cada uno de sus hermanos lo hacía de una manera diferente, excepto su padrastro y Levon.

El pequeño fue creciendo, estuvo en más guerras. Vio morir a gente a la que apreciaba, pero lo que más daño le hizo fue la muerte de Ahal en sus brazos. Danko estaba en contra de todo lo que estaba pasando y sus ideas eran que el poder era maligno, porque solo hacía sufrir a la gente.

Pero la muerte de su “padre adoptivo” fue determinante para su cambio total. Aquel día, en planeta de Olon 5, un planeta de color rojizo, lleno de volcanes y una presión atmosférica mucho mayor que a la de otros planetas, es donde sucedió todo.

Mientras sujetaba el cadáver de Ahal, uno de los hijos de la familia Silar se burló con su ejército de la muerte, provocando la rabia de Danko.

-¡Vaya que tenemos aquí, el más débil de los hijos de Nalak, llorando como una niña!. ¡Matadlo!. – dijo un tipo escuálido, de color marrón, alto y de ojos rojos, que tenía una antena en la cabeza.

El grupo de soldados que llevaban máscaras, uniformes especiales de color grisáceo y no se podía adivinar el rostro.  Los soldados le atacaron, le golpearon pero no le hicieron nada, y pudo derrotarlos.

Todo el ejército se lanzó contra él, pero aun siendo muy herido consiguió el solo movido por la rabia acabar con todos, incluido uno de los hijos de la familia Silar. Los sobrevivientes de esa guerra lo consideraron un héroe, convirtiéndose en el líder de aquel escuadrón.

Tardó varias semanas en recuperarse, cuando estuvo recuperado, se quitó todo el pelo que cubría su cabeza, se puso los aros en las orejas y aquellos piercings que llevaba “padre adoptivo”.

Ahan le había dicho muchas veces que quizás no tenía ningún poder como los otros, pero que si seguía entrenando no habría necesidad de tener ninguna capacidad especial, porque sería el más fuerte de todos.