Vampire Killer: El Duelo final

Las crónicas de Danko (Capítulo 70) (Parte 2)

LAS CRÓNICAS DE DANKO (CAPÍTULO 70) (PARTE 2)

 

Poco a poco la leyenda del “Salvador” se hizo más grande liberando planetas del control de la familia Silar. El ejército de Danko había aumentado de manera exponencial, ahora se había ganado el respeto, así que se le ordenó que fuera a acabar con la mayor fuerza que tenían sus enemigos Ciffer.

Él llegó al planeta donde se encontraba Ciffer y uno de los hijos del rey de Silar. Hubo una gran batalla en la que murieron muchos del bando contrario.

Ciffer estaba en el suelo ensangrentado, apenas se podía mover. Mientras el hombre imponente estaba de una pieza mirando, como se levantaba aún con el tremendo daño que le había propinado.

Hasta ese momento Danko no había dicho ninguna palabra. Pero al ver la persistencia con la que su rival se ponía en pie de nuevo listo para volver a luchar.

- Reconozco que eres un rival espectacular, nunca nadie me había hecho esforzarme tanto. ¡Tú vienes de la Tierra como yo!. A los dos nos trajeron por la fuerza, estoy decidido acabar con eso. Puedo matarte aquí y ahora. O puedes ayudarme a cumplir mi objetivo. – comentó

-¿Cómo dices?. ¿Por qué me dejarías vivir?- preguntó el humano con cara de ángel.

- ¿Estás a gusto con lo que haces?. ¿Te gusta ser controlado por los que te separaron de tu familia?. ¡Responde!- ordenó el líder del sector 2345.

- ¡Los odio!. Pero tengo un mecanismo de destrucción dentro de mí y tengo que obedecerlos si no lo accionarían.- exclamó

- ¡Únete a mí!. Y podrás vengarte de ellos. – con una rapidez increíble apareció delante del humano de mirada fría y le dio la mano para que pudiera levantarse.

El joven cogió la mano y se levantó con la ayuda de Danko. El ejército quedó asombrado ante la unión del arma mortífera a su bando. Aunque no todos estaban de acuerdo, ya que muchos habían sido asesinados por Ciffer.

Lo primero que hizo fue ordenar al grupo de científicos que tenía como rehenes, que le quitaran el mecanismo de autodestrucción en su interior que tenía hasta ese entonces su enemigo.

Su pensamiento era matar a los científicos, los odiaba por el hecho de que alguien como aquellos experimentaron con él.

Luego le vino a la cabeza que su “familia” siempre sabía donde estaba, así que era posible que tuviera algo parecido a lo que Ciffer tenía en su cuerpo, algo que lo pudiera localizar.

Varios soldados que no estaban de acuerdo con ayudar hasta que ese momento había sido su enemigo, se encararon con él. Danko estaba sentado sobre una roca, los miró y se levantó.

Los soldados se pusieron con intención de atacarle, pero los dejó sorprendidos con las palabras que salieron de su boca.

-Entiendo que estéis enfadados. Pero es una gran baza a nuestro favor para conseguir el objetivo. Aun así, no os obligaré a quedaros conmigo, sí no estáis de acuerdo. ¡Podéis iros!, no os haré nada. ¡Sois libres para hacer lo que queráis!. ¡Pero si me ayudáis, pienso acabar con la gente que ha jugado con nuestras vidas!. ¡Tanto los Goldion como los Silar van a pagarlo!.

Varios decidieron marcharse de allí, pero casi todos se quedaron al escuchar esas palabras. Ya que siempre habían sido obligados a luchar, nunca se les había dado la posibilidad de elegir lo que quisieran.

Todos los que estaban en el ejército eran esclavos desde muy pequeños, sus planetas habían sido conquistados y habían sido convertidos en simples marionetas. Incluso los sobrevivientes del otro bando levantaron el brazo al unísono para vitorear al “Salvador”.

Poco después de quitarle el mecanismo de autodestrucción, les exigió a los científicos que vieran si tenía algo dentro de él. En efecto, tenía un pequeño microchip dentro de su brazo izquierdo, él, era un localizador. 

Inmediatamente, asesinó sin piedad a los científicos que le habían ayudado a Ciffer y a él a quitarse los aparatos que llevaban en su interior.

-¡Todo aquel que experimente con otras personas para buscar armas o buscar poder, tiene que ser exterminado!.  ¿Me oís?. ¡Yo terminaré de una vez por todas con ese estúpido planteamiento!. ¡Y me da igual si no han hecho nada, solo con que alguien tenga capacidades especiales, es un peligro latente para el universo!. Yo solo toleraré la fuerza de uno mismo – exclamó delante de todos los soldados.

Él volvió a levantar los brazos y vitorearon a su líder.

 

Pasó el tiempo y Ciffer acabó con los Goldion de una vez por todas. Aunque él no fue quien mató al patriarca, ya que ese regalo se lo dio a su mano derecha Ciffer que fue el que lo ajustició atravesándole por la mitad.

El rey Nalak había llamado a Danko para que se presentara en palacio. En todos los rincones se escuchaba el nombre de su “hijastro”. El ser, con aspecto de humano, accedió a ir a palacio con su enorme ejército. Él sabía lo que estaba ocurriendo, porque con la excusa de felicitarlo pensaban en acabar con él. Tenía un espía en palacio que le comentaba todo lo que ocurría. Este le explicó que se estaba haciendo demasiado conocido y la gente del reino lo veía como sucesor, por lo que el rey tenía miedo a que todos sus soldados se le revelaran.

Seis días después llegaron, todo era felicidad aparente, incluso habían montado una pequeña tarima delante de todos. Allí estaban todos sus “hermanastros”. El hombre imponente subió a la tarima, allí le dio una pequeña copa para brindar los dos, delante de la multitud.

Pero este cogió y la tiró al suelo, en ese instante, donde había tirado el líquido, se originó un pequeño agujero. Estaba claro que había algún tipo de ácido.

Danko comenzó a hablar y decirle que sabía su plan desde el principio. Había ideado un plan para matarlo delante de todos, y que no se le culpara a él o a su familia, ya que días atrás capturaron algunos soldados que quedaban vivos y los habían obligado a servir el veneno y pensaban culparlos a ellos.




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