LA MELODÍA DEL ALMA ( CAPÍTULO 87)
El hermano mayor de Danko, sonreía de manera maléfica, al ver que el hombre de mirada fría se había puesto delante para proteger a la mujer. Los dos se impulsaron para luchar, pero Ciffer evitó los golpes con facilidad de su adversario, y con gran fuerza impactó en la cara del Nosferatu que salió golpeado contra la pared.
Cerca de allí, Cale estaba en el suelo al haber sido atravesado con la espada que había creado con su poder, estaba totalmente derrotado, mientras la cara de rabia de Echo estaba en su máxima expresión.
En ese instante, cuando el vampire killer de ese mundo escupió sangre de la boca, la cara monstruosa del enemigo cambió, comenzaba a recordar todo lo que habían pasado juntos.
Cuando jugaban de pequeños al escondite, las risas cómplices que tenían cuando hacían una gamberrada. Y los recuerdos dolorosos cuando su familia fue asesinada, y el dolor que sentía en ese momento y como su amigo intentaba animarle.
Como los dos eran casi hermanos, incluso cuando comenzaron a entrenarse para cazar vampiros, porque les movía un deseo de venganza por hacer pagar a la raza que había sido la causante de su dolor.
Pero cuando conoció que no todos esos seres eran iguales, y que quizás ellos tenían el mismo miedo que nosotros a nuestras acciones. Comprendió que tenía que haber una unión entre los dos bandos y solo sería posible acabando con los asesinos que mataban indiscriminadamente.
En ese instante recordó una conversación de los dos sentados en el tejado de la base central, mientras anochecía, en que Echo y Cale hablaban y donde los dos hicieron un juramento en que constaba que no importaba lo que pasara, siempre serían “hermanos”. Y que aunque alguno de ellos se convirtiera en vampiro.
Cale aun así, estaba enrabietado y moviéndose en el suelo intentando luchar, pero el vampiro se metió dentro de su mente metiéndole recuerdos que tenían juntos, y poco a poco el Vampire killer de ese mundo, se fue calmando recordando todo. No solo eso, Echo también vio lo que sintió su compañero y todo el dolor que tenía en el corazón.
Cuando un vampiro se deja llevar por el odio, su humanidad va desapareciendo y su memoria se limita borrando los momentos importantes y dejándose llevar por su ira.
—¡Lo siento!—exclamó el no muerto
Sacó la espada del cuerpo de Cale que lo miraba totalmente vencido, y lanzó la espada clavándola en la tierra, dándole la espalda.
—- ¡Acabaré con esto!— y con su poder ordenó que a los vampiros que dejaran de salir de sus celdas.
Cale se quedó totalmente sorprendido, al ver como justamente los vampiros estaban volviendo a su recinto y dejaban de salir de allí.
—-¡"Hermano!"— comentó, mientras los dos sonreían.
Finalmente, la lucha entre los dos amigos había terminado. El vampiro le dijo que lo curaría enseguida y en este ambiente de perdón, sucedió algo inesperado. Mientras Echo le estaba dando la mano para que se levantara, fue atravesado por una estaca ante la mirada de Cale.
El cuerpo de su amigo comenzó a deshacerse en cenizas, mientras unas lágrimas caían de su rostro. Ya había desaparecido del todo y el causante de su muerte era Damien. Aún muy herido y lleno de sangre, se levantó e intentó golpearle, pero este le dio justamente en la herida, gritando de dolor.
—Era demasiado lacrimógeno para mí. Y encontré una estaca en el suelo y no pude resistirme.— . Su voz era oscura.
Cale notó enseguida que quien estaba dentro de él no era Damien, era ese ser oscuro Necromante que tanto había hablado “La llave de llaves”, pero que nunca prestó demasiada atención porque su objetivo era otro. Cogió la espada que aún estaba clavada en el suelo que había creado su amigo, e intentó atacarlo, pero este levantó un dedo, y antes que de atacar lanzó una pequeña onda de energía oscura que dio de lleno a Cale en la herida y cayó al suelo.
Ahora había recuperado el objeto que tenía Echo en su poder. Y cuando estaba por desaparecer, se fijó que en la pared estaba totalmente derrotado Levon el hermano de Danko.
Que se lamentaba que con un solo golpe le hubiera derrotado, y se lamentaba no ser más fuerte.
—¿Quieres tener más poder?, Sírveme y ganarás —susurró
El hermano de Danko sentía que era algo deshonroso perder así, por lo que aceptó la proposición de Necromante, y este lo sacó de la pared donde aún estaba, lo tiró al suelo y se mordió uno de sus dedos, dejando caer una gota de sangre sobre la boca de Levon.
En ese instante las heridas que tenía desaparecieron y sintió un gran poder latiendo dentro de él.
—-Ahora me perteneces, y si intentas traicionarme, te destruiré, no ocurrirá otra vez que un familiar tuyo se me escape. Ya sabes la verdad— dijo con tono inhumano.
— ¡Sí, mi señor! — exclamó, mientras se levantaba con una enorme sonrisa y desaparecía.
Ciffer y Rose se habían marchado del lugar, pero con una velocidad increíble, Levon les cortó el paso.
—¿Vais algún sitio?—.
CONTINUARÁ