Vampire Killer: El Ojo de Ra

El Comienzo (Capítulo 1)

Hola a todos/as os presento mi historia Vampire Killer: El Ojo de Ra espero que os guste intentaré colgar todos los días. ¡Gracias!. ¿por favor si te gusta mi historia dale un like!!!

 

EL COMIENZO (CAPÍTULO 1)

 

 

Las montañas estaban totalmente nevadas y apenas había civilización por allí solo un gran bosque, y animales salvajes y en medio de ese lugar tan poco favorable para vivir se encontraba una pequeña cabaña de madera.

 

 

De ella salió un chico de pelo negro, corto, delgado, ojos marrones de unos 30 años más o menos su nombre era Leo y estaba sin camiseta empezó a correr con el frió que hacía. En cambio se metió dentro de un lago congelado y empezó a nadar estuvo casi 15 minutos bañándose hasta que salió y se secó luego entró en la cabaña y se sentó en la mesa había cazado un conejo hacía unas horas y lo había cocinado con leña en la pequeña chimenea que tenía.

 

 

Entonces el único aparato con tecnología más o menos moderna que tenía en la casa sonó un pequeño sonido de su ordenador portátil, el joven fue a ver el mensaje del que creía que sería su hermano pero al leerlo vio que no era él.

 

 

Era su mejor amigo en el que le contaba que su hermano había desaparecido de una misión militar, y que el propio Vincent que es como se llamaba su hermano le había dado el correo privado en el que solían comunicarse.

 

Le mandó los ficheros de la misión y el lugar donde se desarrollaba, Leo que es como se llamaba el chico le contestó dándole las gracias y diciendo que eliminará cualquier rastro de su ordenador porque es posible que sus propios compañeros le estuvieran vigilando.

 

 

Se levantó de la silla y se metió en la pequeña habitación donde dormía, en el suelo había una pequeña compartimento donde sacó una pequeña mochila en la que su interior habían dos pasaportes con nombres diferentes y dos pistolas Desert Eagle 5.0. eso le serviría al menos hasta llegar a donde tenía que ir.

 

 

Lejos de allí Jessica era una chica atractiva pero vestía de manera que no resaltaba todo lo guapa que era. De pelo castaño, ojos marrones, delgada y de estatura pequeña, podría pasar como una joven indefensa, pero fue a clases de defensa personal, además tenía un temperamento fuerte, lo contrario a lo que podía parecer.

 

 

Vivía en un edificio céntrico, allí se reunían casi todos los estudiantes, porque cerca de su casa estaba la universidad Sant Mary, como era de esperar sus vecinos siempre estaban gritando y subían la música hasta niveles que excedían las normas de sonoridad, cuando ella venía cansada de trabajar casi siempre tenía que subir hablar con sus vecinos.

 

 

Ella trabajaba en un pequeño restaurante de camarera para costearse su alquiler de vivienda, aunque sus sueños estaban más allá de ser una simple camarera, ella quería trabajar de actriz por eso, muchas terminaba antes para poder llegar a las pruebas. Su fantasía era tal que a veces se observaba en el espejo, ensayando poses y se imaginaba que era una gran estrella.

 

 

Aunque lamentablemente todos sus esfuerzos eran en vano, esa misma tarde le habían rechazado incluso antes de hacer la prueba, aludiendo la productora que ya tenían a la actriz para el papel. Ahí estaba sentada y deprimida mientras de sus ojos caían lágrimas y tomaba una tarrina gigante de helado de chocolate, mientras veía otra vez su película favorita y recitaba la escena que estaba viendo de memoria.

 

 

De repente sonó el timbre de la puerta, se levantó extrañada, miró por la mirilla y pudo ver un rostro familiar era una mujer , vestida a la última moda, con el pelo castaño y con reflejos rubios, sus ojos eran marrones también, enseguida abrió la puerta.

 

 

Era la tia de la joven su nombre era Marylin tenía 45 años pero parecía diez años más joven aparentaba 35 años, se quedó mirando a su sobrina y comenzó a reñirle

 

 

- ¡No puede ser que una chica de 28 años pase un Sabado tirada en un sofá, comiendo helado y viendo por 30 vez consecutiva la misma película-

-No tengo ganas de hacer nada, solo quedarme aquí tranquilamente

-¡Tienes una mentalidad más anticuada que la mía! ¡Asi jamás encontrarás chico!

-¡Estoy muy bien soltera no necesito a ningún chico!

 

 

La mujer cejó en su empeño de convencerla y se quedó con la chica a la que le pidió si tenía más helado, entonces las dos se quedaron viendo la película, entonces le preguntó sobre sus amigas y ella le contestó que cada una tenía sus planes.

 

 




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