Vampire Killer: El Ojo de Ra

Nunca te fíes de los vampiros (Capítulo 28)

NUNCA TE FíES DE LOS VAMPIROS (CAPÍTULO 28)

 

 

Habían pasado varios días y Gabriel había averiguado mediante Bárbara que el hechizo de Elena con la que estaba vinculado también podía tener que ver con sus extraños sueños, y sensaciones que no había tenido siendo un vampiro.

 

 

Era muy posible que si el hechizo se rompía él volvería a ser el mismo de siempre porque se encontraba muy raro con todo lo que le estaba ocurriendo. Incluso se le pasó por la cabeza perdonar a su hermana. Además de no pensar en la venganza contra los "Antiguos".

 

 

Por eso empezó una especie de amistad con la Bárbara pero solo era una unión entre los dos porque ella quería ser la numero uno de las brujas y él quería ser el que era antes porque para él el amor era una debilidad y no estaba dispuesto a tener ninguna.

 

Así que se quedaron un poco más de tiempo en la granja, mientras Elena no sabía lo que pasaba.

 

 

Bárbara la mintió diciendo que su abuela les tenía que mandar un paquete importante y que se había comunicado con ella mediante el teléfono móvil. Gabriel desde el día del acercamiento con la española no estuvo ni a 2 metros de ella ni siquiera mediaron palabra.

 

 

El vampiro la evitó todo eso tiempo, además de concentrarse para poder sacar todas sus capacidades pero lamentablemente para él era inútil seguía sin sacar el 80% de su poder cosa que le enfurecía profundamente.

 

 

Bárbara sin saberlo su propia familia empezó a juguetear con la magia oscura, no podía permitir que alguien fuera mejor que ella, aún le dolía el momento que fue salvado por la chica española. 

 

 

Además había llegado a un trato con Gabriel si conseguía romper el hechizo se marcharía sin hacerla ningún daño. Momento que aprovecharía para acabar con Elena, después se inventaría cualquier cosa para explicar lo que había ocurrido.

 

 

Su abuela siempre le había dicho que no jugara con magia oscura, pero ya desde pequeña se había sentido atraída por el poder y leía a escondidas libros privados de la biblioteca privada de las brujas de Nueva Orleans. Su sueño siempre había sido convertirse en la bruja más poderosa de la historia y la verdad es que le daba hacer cualquier cosa para conseguirlo.

 

 

Además creía que ella podía controlar los dos poderes y ser la única de la historia con esa capacidad, por eso robó un libro prohibido de color rojo, en el que se hablaba de la mitología de las brujas.

 

 

El brujo Ra y su enorme poder, el Ojo, los Cinco, los dos libros de "las Tinieblas", todo. En ese libro se hablaba de encantamientos de debilitar a un brujo y cosas prohibidas para las brujas de la luz. Ese era el encantamiento que quería usar con Elena debilitarla y llevarla al límite así el hechizo de mantenía atado al vampiro se rompería.

 

 

Luego ella aprovecharía que Gabriel se marcharía y podría matarla y luego lo buscaría y acabaría con él porque esos 4 días que habían estado en la granja estuvo aprendiendo otras cosas peligrosas.

 

 

Elena tampoco se mantuvo con los brazos cruzados y estuvo entrenándose ella misma, estaba dispuesta a superarse para poder eliminar a todos los seres oscuros que habitaban en la Tierra era una promesa que ella misma se había hecho.

 

 

Pero aun así ni ella misma sabía lo que le estaba pasando el odio que tenía por Gabriel había desaparecido incluso le encontraba atractivo, y se ponía nerviosa delante de él. Ella lo vinculó para poder hacerle sufrir pero ahora no tenía ningunas ganas de hacerlo.

 

 

Era algo que la horrorizaba por dentro después de todo era un vampiro y un ser malvado que acabó con la vida de su abuela sin ningún miramiento, y que estuvo a punto de matarla a ella también hace 17 años, cuando solo tenía 10 años.

 

-¡Quiero odiarlo pero no puedo!- decía desde sus adentros.

 

 

Un día después ella se concentró como siempre pero empezó a sentirse mal, se sentía extremadamente cansada había perdido su fuerza estaba bajo mínimos no sabía que Bárbara había lanzado un hechizo prohibido que le arrebataba el poder.

 

 

Gabriel que estaba encima de un árbol sintió algo extraño, se sintió libre se movió rápidamente y vio que no sentía dolor, entonces empezó a sonreír. Así que se marchó de allí a gran velocidad.

 

 

Decidió perdonar a las dos brujas porque estaba feliz después de todo seguramente se las volvería encontrar más adelante y seguro que acabaría con ellas. Después de unos minutos llegó al pueblo más cercano allí vio a una pareja que se besaba era el momento oportuno para alimentarse de verdad.




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