Vampire Killer: El Ojo de Ra

Más allá de tus ojos (Capítulo 46)

MÁS ALLA DE TUS OJOS (CAPÍTULO 46)

 

 

Cerca del gran castillo había un bosque donde los brujos/as eran entrenados para la gran batalla que se avecinaba los dos profesores eran Tetsuo y Elena. Menos Leticia y un joven español de 28 años que no tenían ningún control sobre su poder.

 

 

Leticia había podido sacar algo de su poder, pero Daniel que es como se llamaba el joven no lo había conseguido.

 

 

Mientras Gabriel miraba todo encima del árbol y miraba como se compenetraban Tetsuo y Elena en enseñar a sus alumnos, apareció Ana la líder de los vampiros españoles.

 

-¡Te he traído algo de comer!- le lanzó una bolsa de sangre

- ...- Gabriel la cogió al vuelo pero no dijo nada.

- ¡Gracias por ayudarnos!. Es bueno tenerte entre nosotros-le comentó la vampiresa

-¿Cómo dices?- preguntó un irascible Gabriel.

Bajó de un salto al suelo y se puso delante de Ana con cara de pocos amigos.

 

 

-¡No te equivoques!. No soy tu amigo. Si os ayudo es porque hay un enemigo mayor, pero cuando esto acabe. Volveré a ser tu enemigo y os destruiré a todos "Los Antiguos".

- ¡De todos modos gracias!-

-¡Chsss!- hizo un sonido con su boca para mostrar su desacuerdo y subió de nuevo al árbol bebiéndose la sangre en poco tiempo. Mientras observaba a los nuevos entrenadores.

 

 

Nada más marcharse Ana, llegó su hermana Susana.

 

-¿Qué quieres?- preguntó con cara de hastío el vampiro

- ¿Quieres que entrenemos?- le preguntó la joven

 

 

Gabriel tenía mucha furia en su interior convertirse en vampiro hacía que los sentimientos se incrementaran al 100% y por cualquier nimiedad podían afectarle. Creía que los tenía controlados con todo lo que sufrió con su creadora pero esa bruja le había descontrolado.

 

 

El chico español aceptó saltó, dio una voltereta en el cielo y aterrizo en el suelo de pie como si nada.

 

-¡De acuerdo!. La última vez nos interrumpieron así podré ver hasta qué nivel de poder llego.

- ¡Atacaré yo!- exclamó la joven

 

 

La chica salió disparada contra su hermano que evitó los ataques con facilidad, y coontratacó pero ella también pudo evitar los ataques de su hermano. Ella sabía que su hermano sentía algo por esa humana estaba claro. Lo hacía ver nuevamente humano.

 

 

Por eso intentaba que no sintiera celos del brujo japonés y la única forma que se le ocurría era enfrentarse contra él. Pero el vampiro no estaba luchando para nada enserio ya que tenía casi su sexto sentido vigilando el entrenamiento de las brujas y sobretodo el acercamiento de los dos.

 

 

Después de 10 minutos de entrenamiento la joven vampiresa tenía destrozada la ropa y salía de debajo de un árbol al que había sido impulsada y de repente Gabriel se movió a gran velocidad y se puso delante de ella.

 

-¡Por hoy hemos terminado!- Dijo Gabriel

- ¡De acuerdo!- afirmó Susana

- ¡La próxima vez lucharé enserio!- Le puso la mano encima de la cabeza y se la acarició como tiempo atrás hacia cuando eran humanos.

- ¡Gabriel!- exclamó Susana.

-¡Eso si la próxima hazlo un poco más disimulado!- Desapareció de allí a gran velocidad.

 

 

Su hermana pequeña se dio cuenta que desde el principio él sabía que ella lo hacía para que tuviese la mente ocupada y aun así había entrado en el juego. Su hermano era capaz de lo peor y de lo mejor.

 

 

Las clases habían acabado y Tetsuo estaba en el suelo concentrado cuando sintió la presencia de alguien y se levantó y se fijó que era Gabriel.

 

-¡Me imaginaba que vendrías!- comentó Tetsuo

- ¿De que conoces a Elena?- Preguntó el vampiro

- Ella vino a mi país cuando yo estaba totalmente perdido y me hizo darme cuenta que lo que hacía no era lo correcto.

-¿La quieres?- Gabriel apretaba a los puños de rabia.

-¡Si!. Pero no como tú crees. Es como la hermana que nunca tuve. ¿Pero tú la amas verdad?

- ...- El vampiro no esperaba esa pregunta.

- Lo sentí desde que llegué. Se lo que es ese sentimiento. Por eso tengo que comentarte algo.

 

 

El japonés le explicó la misión de Elena y que tanto los seres oscuros y seres blancos debían morir para volver al equilibrio. El vampiro comprendió con la historia porque se sentía tan profundamente atraído a ella. Los polos opuestos se atraían.

 

-¿Por qué me dices todo esto?- preguntó el chico español

- ¡Yo nunca le dije a mi ser amado lo que sentía y ella falleció!. No me gustaría que nadie pasara lo que yo pasé. Además yo no puedo hacer nada para evitarlo, pero tú no eres brujo.-




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