Vampiro®

Capítulo 19. Bienvenidos.

  • - No creo que sea lo correcto - refutó Deaton -¿Tienes idea de lo que eso podría provocar?.
  •  

- Se que no será fácil controlarlos al principio, pero lograré hacerlo - asevero con seguridad.

- No es sólo eso, ¿Que le dirás a su padre si la ve? - buena pregunta, la verdad no había pensado en eso

- Yo creo que se alegrará de volver a verla y tenerla - acoté - él  la extraña mucho.

- Aún así no estoy seguro, hay muchos riesgo para ello - Deaton se sostuvo la cabeza con ambas manos gracias a los nervios que estaba sintiendo.

- Lo se, pero me haré responsable de ellos.

- ¿Por que mejor no conviertes a alguien mas? Alguien que no sea ellos dos -  me miró a los ojos con seriedad.

- Tienen que ser ellos, sólo ellos - espeté.

- ¿No te haré cambiar de opinión cierto? - preguntó resignado.

- No - contesté sin más.

Deaton soltó un sonoro suspiro.

- Sólo espero que sepas lo que estas a punto de hacer Stiles - dijo cansado.

- Estoy al tanto de lo que quiero hacer - aseguré.

- Alan y Evan, ¿Lo saben?.

- Aún no, pero se los diré esta misma tarde, cuando salgan del instituto - respondí.

- Bien - asintió.

Me levanté de la silla de plástico donde estaba sentado y caminé hacia la puerta de la veterinaria.

- Me voy, los chicos ya están por salir, nos vemos luego - me despedí.

Ya afuera monté la moto para ir por mi pareja y mi beta. Este día no fui al instituto por que necesitaba investigar sobre como convertir a otra persona en vampiro en el Bestiario que Deaton me había dado.

Al principio creí que no encontraría nada, ya que al final de la historia del primer vampiro solo habían hojas en blanco, pero después ocurrió algo, mis ojos se tornaron rojos y gracias a ello pude visualizar pequeñas letras en lo que antes solo eran hojas en blanco.

Según lo que leí ahí, para convertir a alguien en vampiro, no sólo es morder a esa persona y ya, una vez que se muerde a la persona deseada, se debe de dar de beber sangre de vampiro real, ósea, sangre pura de un elegido de la luna. Si no se le da, no se puede convertir en vampiro. Ahora si quiero convertir a alguien que ya está muerto desde hace tanto tiempo, como lo es en mi caso, primero debo verificar que el cuerpo aún se encuentre en buen estado, que no esté lleno de gusanos y esas cosas, para que funcione.

Lo bueno es que los cuerpos a los que quiero devolver a la vida, fueron puestos en hielo y bajo un hechizo que Deaton realizó para que los cuerpos jamás se descompusieran. Todo por pedido del padre de uno de ellos.

He estado pensado en esto después de que secuestraron a Evan y después de enfrentar a Ryu, el hijo de Satomi, de eso ya hace más de cuatro semanas y cinco días, ninguno de los miembros de la manada de este condado y el pueblo vecino a vuelto a atacar o enfrentarse a nosotros, pero a pesar de eso se que ellos han estado planeando algo en contra de nosotros tres. No tengo muchos detalles, sólo los que puedo leer en la mente de cada miembro de la manada Hale-McCall. Como por ejemplo, que pronto volverán a intentar hacer algo y todo respecta ahora en Alan. Por lo que el alfa de la manada vecina también está implicada.

Se que puedo acabar con ellos en un abrir y cerrar de ojos, más la verdad, muy en el fondo de mi, no deseo hacerles daño, por ello y por que también deseo verlos sufrir cuando los vuelvan a ver, deseo convertir a Allison y a Aiden.

Se que todo esto es una locura, pero el pensar en darle la mordida a alguien mas, alguien a quien no conozco y no le tengo confianza, me inquieta, por eso e pensado en sólo esas dos personas que en el pasado fueron mis amigos, los mismo que también intentaron salvarme del nogitsune muriendo ellos en el proceso por culpa de esa mujer. La misma mujer a la que ahora anda follando Derek.

Derek... Ya deseo ver la cara que pondrá cuando se entere de la verdad, me divertiré de lo lindo cuando eso suceda.

Detuve la moto una vez llegué al instituto apagando el motor, sin bajarme me quedé sentado encima de ella, esperé a que los dos chicos lobos saliesen. Recorrí con la mirada a todos los que iban saliendo, algunos me miraban sin disimular, noté como un par de chicas se acercaban en mi dirección.

Por su mente supe lo que ellas querían .

- Hola Stiles - saludó una de ellas, la de cabello negro largo hasta la cintura.

La miré atentamente sin responder.

- Nosotras queríamos invitarte a una fiesta, será el viernes, es el cumpleaños de Ariana - dijo la otra señalando a la primera.

- No estoy interesado en eso - refuté cortante.

- Oh, vamos... Será divertido, además nosotras podemos acompañarte toda la noche, lo pasarás genial - insistió la tal Ariana.

- He dicho que no.

- Venga Stiles, te haremos sentir de maravilla - la chica de pelo corto bateó sus pestañas en forma de coqueteo.

- Si tuvieras un pene ahí abajo tal vez lo consideraría - señalé con la cabeza su parte baja.

- ¿Que? - ambas parecían confundidas.

- ¿Stiles? - escuché la voz de Evan detrás de esas dos ofrecidas.

- Evan - le sonreí dejando que su ceño fruncido se relajase.

- ¿Que quieren ellas? - preguntó mirando a las dos chicas abriéndose paso en medio de esas dos para quedar a mi lado.

- Sólo invitábamos a Stiles a mi fiesta - dijo molesta Ariana.

- Y ya dije que no voy a ir, prefiero pasar la tarde y noche con mi novio - tomé de la cintura a Evan para acercarlo más a mi. Sus mejillas no tardaron en tomar color.

- ¿Tu novio? - inquirió incrédula la de cabellos cortó.

- Así es - contesté, en realidad no es mi novio, bueno no todavía, ya que no se lo e preguntado aún, aunque muy pronto lo haré - Así que mejor váyanse, antes de que me enoje de verdad y las deje más seca que el desierto - amenacé aunque ellas no entendieron a lo que me refería.

Sin decir nada las dos se marcharon furiosas. Las seguí con la mirada hasta que se subieron en un auto rojo y partieron del lugar.




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