Vampiro®

Capítulo 23. Nuevo miembro.

Presente 
Continuación del capitulo 20.
 

Las miradas de los estudiantes no se podían apartar de los dos neófitos, al parecer han causado una gran impresión. 

El día de ayer fue un gran avance en los entrenamientos de los dos, gracias a Chris Allison a podido controlar su sed de sangre, y sus transformaciones también, Deaton por su parte les dio unas pulseras a cada uno que ocultaría sus olores y que los hace inmunes al sol.

Todos en el instituto piensan que ellos regresaron de Nueva Zelanda, donde estaban de intercambio, eso es gracias a mi... Lo se, soy el mejor.

Alcancé a Evan, que iba unos pasos por delante junto a Alan, para tomar su mano, lo miré de reojo mientras seguíamos caminando con una sonrisa de lado al ver el rubor cubrir sus mejillas, tan adorable.
 

Alguien puede vernos - susurró.
 


 

- ¿Y? Eres mi novio, por lo tanto que la gente vea para que sepan que solo me perteneces a mi - espeté.
 


 

No voy a ocultar lo mío con Evan, prefiero que los chicos o chicas sepan que él es solo mío, que ya no está disponible para nadie mas.
 


 

- Tonto - me dio un leve empujón con su hombro.
 


 

- Pero así me amas -le sonreí.
 


 

- No puedo negar eso - musitó antes de dejarme un rápido besito en la mejilla.
 


 

Si fuera un humano normal de seguro que ya me hubiese sonrojado hasta las orejas.
 


 

"Vaya Allison y Aiden se ven muy bien juntos, ¿Serán parejas?" Guié mis vistas a una chica de pelo castaño parada junto a sus amigas, cuando escuché su voz en mi cabeza. "Según me enteré fueron juntos a Nueva Zelanda, ¿Acaso Aiden dejó a Lydia por Allison?" Una sonrisa torcida surcó de mis labios tras escuchar eso.
 


 

Volví a mirar al frente viendo así a mis convertidos caminar muy juntos, Allison colgada del brazo de Aiden, la verdad parecen una pareja.
 


 

- Voy a dejar a Alan a su salón - le informé a mi novio, que bien se escucha eso - cuida de ellos -señalé a los dos vampiros que caminaban emocionados por el pasillo - los veré en el salón - Evan asintió - Vamos Alan - solté a Evan para ir con mi beta.
 


 

En el camino hacia el salón de Alan, el chico se quedó parado repentinamente en medio del pasillo, me detuve igualmente para preguntar si se encontraba bien.
 


 

- Alan, ¿Que pasa? - lo tomé del hombro para girar su cuerpo en mi dirección, pero el chico parecía perdido, olfateando al aire. 
 


 

- Ese olor - soltó sin mas, lo miré confundido por unos segundos, hasta que lo entendí.
 


 

- Alan...
 


 

Pero el chico sin hacerme caso comenzó a caminar nuevamente pero tomando un camino diferente al que llevaba a su salón, siguiendo el olor que le atraía salimos afuera del instituto, obviamente tenía que seguirlo, y llegamos al estacionamiento. Siguió caminando unos pasos mas hasta detenerse a lado de una patrulla, ya sabía de quien se trataba. 
 


 

Era el agente que me había parado para pagar la multa de transito, el mismo que me reconoció como el hijo del sheriff.
 


 

El hombre bajó de la patrulla para ponerse de pie frente a nosotros, dándome de lleno su extraño olor, que por cierto no olía como la otra vez, esta vez tenía un olor que no podía distinguir muy bien, pero era como algo quemado. 
 


 

"Él es"... Pensó Alan sin dejar de mirar al hombre rubio, por lo que el antes mencionado tampoco dejaba de mirar a mi beta, "Él es mi pareja".
 


 

La verdad eso no me sorprendió, ya lo veía venir cuando el olor captó la atención de Williams. Lo que si me sorprendió un tanto fue ver como los ojos del hombre se tornaron naranjas con toques amarillos hasta prenderse cual llamas. 
 


 

Es ahí cuando la voz de su ser interior resonó en mi cabeza.
 


 

"Mío", dijo la voz de forma grave, "nuestro", dando un paso hacia adelante jaló del brazo a Alan para acercarlo a su cuerpo y estrecharlo entre sus brazos al mismo tiempo que comenzaba a olfatear el cuello del lobo.
 


 

Me mantuve parado a una distancia de un metro mirando la escena. No esperaba nada de esto por este día. Podía sentir las miradas de los estudiantes que iban llegando y pasando por nuestro lado, pero en general sus ojos paraban en la pareja que se encontraban abrazados, lo bueno es que gracias a que el agente de policía mantenía los ojos cerrados disfrutando el aroma de mi beta, nadie podía ver los ojos en llamas que tenía en estos momentos.
 


 

Miré a mi alrededor esperando ver a alguien de la manada pero gracias a los cielos ninguno de ellos estaban cerca.
 


 

Cuando supuse que ya fue suficiente con ese abrazo, me acerqué a ambos para llevarme a Alan a su clase, pero el agente alzó la cabeza sin alejarse de mi beta y me miró enojado con esos ojos en llamas.
 


 

- Alan, debemos irnos - pasé de la mirada furiosa del policía quien emitió un extraño gruñido - Alan - volví a llamarlo tomando de su hombro y así alejarlo del hombre.
 


 

- Stiles - mi beta me miró con sus ojos amarillos para luego mirar al policía - él es mi nuevo compañero de vida - sus ojos se humedecieron a causa de la felicidad que desprendía cada poro de su piel - él es mi pareja - unas lágrimas cayeron de sus ojos bajando por sus mejillas.
 


 




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