Vampiro®

Capítulo 25. La madre de Evan.

Me alejé de los chicos a paso rápido, especialmente de mi novio, yendo directamente hacia la salida del instituto sin mirar atrás, aunque podía escuchar las pisadas apresuradas de mis convertidos y los dos lobos detrás de mi.

- Stiles, espera - llamó Evan, me tomó del brazo izquierdo justo cuando iba saliendo por la puerta principal.

- Déjame - me solté del agarre con brusquedad, lo único que deseo es irme de aquí.

No tengo ni la menor idea de lo que había hecho y la verdad estaba algo aterrado.

- Stiles - Evan se plantó frente a mi deteniendo nuevamente mis pasos y me tomó de los hombros para mirarme directamente a los ojos - por favor tranquilízate - pidió.

- Yo... Acabo de crear un desastre allá dentro, ¿Como puedo tranquilizarme? - espeté.

- Evan tiene razón Stiles, debes tranquilizarte - dijo Allison parándose a un lado de Evan - no ganaras nada mientras estás así.

- No se que hice, pero...

- Eso fue increíble - alegó Aiden terminando la oración por mi.

- No, no fue increíble, personas allá adentro salieron lastimadas - señalé hacia atrás - y ni siquiera se que fue lo que hice, nunca había hecho algo así.

- Tal vez... - comenzó a decir Alan - tal vez es un nuevo don.

Un nuevo don, eso es lo mas posible, pero apenas y puedo con esto de leer la mente, ¿Como diablos voy a controlar este don supuesta mente nuevo?.

Las voces y gritos de los estudiantes y profesores se escucharon por todas partes del instituto.

Salí completamente y me detuve en el gran patio, volteé mi cuerpo para ver así que todos los ventanales del instituto estaban destruidas. ¿En serio esto lo e hecho yo? No me lo puedo creer. El olor de la manada de lobos me llegaron de lleno a la nariz cuando salieron por la puerta principal.

Scott tenía una mirada indescifrable hacia mi y los demás me miraban con miedo, Erika y Kira mantenían a cada brazo a Lydia que parecía herida, sangre salía de las heridas de la pelirroja.

- Creo que deberíamos irnos - dije mirando de reojo a Allison y a Aiden, tal vez se controlaban ya, pero no pensaba correr el riesgo que llegaran a descontrolarse, pues no solo el olor de la sangre de Lydia flotaba por los aires, si no también el de los humanos que fueron heridos por los cristales.

- Si, después de esto estoy segura que las clases se suspenderán - apoyó Allison. Los demás asintieron a sus palabras.

Tras una ultima mirada a la manada Hale-McCall todos nos dirigimos a los transportes en el que vinimos, Allison obtuvo su auto de regreso, por lo tanto, Aiden junto con Alan se subieron en el vehículo después de que Allison le quitara los seguros a las puertas.

Por otra parte Evan se montó la moto conmigo, como siempre, sus brazos se ajustaron alrededor de mi cintura cuando hice rugir la motocicleta. Claramente ya llevaba puesto el casco como protección y yo solo me había puesto unos lentos oscuros que llevaba en uno de los bolsillos de mi chaqueta, la mochila Evan pidió llevarlo, así que... Sin perder mas tiempo puse en marcha la moto siendo seguidos por el auto de Allison.

La verdad no esperaba que todo lo que sucedió sucediera y que el primer día de clases de mis neófitos fuera tan desastrosa por mi culpa, aun no logro asimilar lo que ocurrió hace unos minutos atrás, no se como hice lo que hice, creo que esto solo tiene una solución, Deaton, él es el único que puede darme una respuesta, aunque ya me hago una pequeña idea de lo que pudo haber sido, telequinesis, no estoy muy al tanto sobre ese tema, pero por lo poco que e leído sobre ello, se asimilaba con lo que ocurrió. Pero no es tan seguro.

- No pienses mucho, no me gusta que estés tenso - escuché la voz de Evan a través del casco. Sus brazos se ajustaron mas a mi cintura mientras apoyaba su cabeza contra mi espalda.

- Lo siento - me disculpé sin saber verdaderamente el por qué, solo sentía que debía disculparme.

- Te amo - sentí una agradable sensación recorrer mi cuerpo entero, perdiendo un poco el equilibrio de la motocicleta al escucharle decir eso.

- Yo también te amo, mi lobo - sonreí aun sabiendo que el no se daría cuenta.

La dicha que le causó mis palabras me lo demostró su agitado corazón que comenzó a latir con mayor rapidez en su pecho. Teniendo a Evan a mi lado se que puedo vencer cualquier cosa.

Diablos, siento que me e vuelto muy cursi, pero es algo que me agrada, claro, solo si es con mi bello novio, por que no me veo diciendo cosas bonitas a alguien mas. Sinceramente agradezco a la diosa luna por poner en mi camino a este hombre joven de ojos verdes, no podría desear a nadie mas que no sea él.

Mi celular en el bolsillo delantero de mi pantalón comenzó a vibrar, por lo tanto, haciendo un movimiento hacia la derecha, me paré frente a un auto rojo, cerca de la banqueta, para poder responder a la llamada, Evan alejó sus brazos de mi cintura y bajándome del vehículo saqué el celular, el remitente de la llamada no era nadie mas que el de la mamá de Scott, Melissa.

Deslicé mi dedo en la pantalla para contestar, de reojo vi el auto de Allison pasar por nuestro lado y detenerse a dos autos mas de distancia.

- ¿Si?.

- ¿Stiles eres tú? - preguntó la mujer al otro lado.

- Soy yo, ¿Que sucede? - lo que verdaderamente me gustaría saber es el como consiguió mi numero, pues hace poco que lo había cambiado. Y no habíamos hablado desde que, bueno, desde que la manada me botó.

- Tu padre tuvo un accidente Stiles - dijo de manera agitada.

- ¿Como? - siendo sincero aquello me sorprendió.

- Ahora mismo esta siendo trasladado a urgencias, debes venir.

- Claro, allí estaré - corté la llamada y guardé el celular en el bolsillo de mi pantalón.

- Iré contigo - dijo Evan apenas lo miré, al parecer estuvo al tanto de la conversación de la llamada.

- Bien - creo que de verdad lo necesito conmigo - ustedes chicos...




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