Vampiro®

Capítulo 26. Pidiendo perdón.

Sheriff.

Miraba a todos lados buscando una salida de aquel cuarto oscuro donde me encontraba, no sabía donde estaba o que es lo que sucedía exactamente. Pero sentía un gran temor recorrer mi cuerpo entero.

De repente una puerta, que antes no había visto se abrió, una fuerte luz impactó contra mis ojos por lo que tuve que cubrir mis ojos con mi brazo.

- Noah - la voz de una mujer se escuchó afuera del cuarto.

No reconocí la dueña de la voz, pero lo que si sentí fue como algo me empujaba hacia la puerta de donde la luz cegadora provenía. Quería darme la vuelta para saber que es lo que me empujaba, pues una mano no era, no se sentía así, un gran escalofrío recorrió mi columna cuando un aliento frió rozó mi cuello.

Tragué saliva, mi espalda se puso recta y el brazo que cubría mis ojos cayó a mi costado.

- Noah - la misma voz volvió a hablar desde afuera.

- Sigue - me ordenó la cosa que estaba detrás de mi, con una voz ronca y escalofriante - ¡Sigue! - gritó-rugió la voz ronca mientras sentí un gran empujón que me hizo caer afuera del cuarto

Mi cabeza impactó contra algo duro y en las palmas de mis manos se clavaron lo que me parecía ser espinas, la cabeza me comenzó a doler pero aun así la alcé para poder ver a mi alrededor, me encontraba en lo que identifiqué como un bosque, tirado en las hojas sobre la tierra de donde sobresalían raíces espinosas, me sostuve con las palmas de mis manos para incorporarme, estas comenzaron a arder al sentir como las espinas se clavaron mas en ellas.

Me puse de pie dejando en segundo plano el dolor que sentía en la cabeza y manos, miré a mi alrededor, el sol en lo alto alumbraba fuertemente, hasta parecía irreal. ¿Donde estoy?.

Lo único que podía ver en toda la redonda era árboles sin hojas, todas secas, de repente pisadas rápidas se escucharon de entre los árboles, el cielo repentinamente se oscureció, el bosque cambió, podía reconocer esta parte del bosque, era parte de la reserva privada de los Hale's.

Las pisadas se hicieron mas fuertes y claras, di la vuelta por donde provenía el ruido, mi corazón comenzó a agitarse en mi pecho.

Visualicé la silueta de un joven salir de entre los árboles corriendo con rapidez, no podía reconocer quien era por la oscuridad, hasta que lo tuve cerca... Era mi hijo... Era Stiles.

- ¡Dejen de seguirme!- gritó él.

No entendía lo que pasaba, hasta que de entre los árboles aparecieron todos los de la manada, transformados.

Vi como Stiles perdió el equilibrio cuando lo empujaron y cayó encima mío, de pronto era yo tirado otra vez en el suelo, sentí como alguien me alzaba, y ese era Scott, sus ojos de alfa me miraban con odio. No comprendo.

Quería decirle que me soltara, pero de mis labios salió otra oración con la voz de mi hijo, pidiendo que lo dejara ir. Pero Scott se lo negó, o ¿Me lo negó? Un fuerte dolor se expandió en mi estomago cuando Scott me dio un golpe con su puño y caí de espaldas contra el suelo.

Quería decirles que era yo, que era Noah, el sheriff, pero parecía que mi boca estaba sellada para no soltar palabra alguna, nuevamente sentí como me alzaban y me lanzaban contra un árbol, el dolor se intensificó cuando impacté con el árbol, lo siguiente que sentí fueron mas golpes por todo mi cuerpo.

Quería gritar, quería hablar para decirles que pararan, pero nada salía de mis labios.

Mi cuerpo se levantó sin voluntad propia del suelo donde yacía después de ser golpeado, mis ojos miraban a la manada, de mi boca salió unas palabras que realmente no presté atención gracias a los dolores que sentía, pero al ver como Derek se acercaba a mi enojado, supuse que no le gustó lo que dije, o lo que la voz de mi hijo dijo.

Lo ultimo que sentí fue como unas garras se enterraban en mi estómago dos veces, cayendo de rodillas sobre las hojas, al perder el equilibrio de mis piernas, llevé mis manos en la herida donde sangre salía.

Justo cuando estaba por caer completamente sobre las hojas, el panorama cambió, esta vez estaba parado frente a mi casa, mis manos aun mantenían presionada la herida de mi estomago por donde la sangre no paraba de salir.

Me quedé en shock cuando otro hombre, o debo decir otro yo, apareció tras la puerta de mi casa, este me estaba apuntando con un arma, y no tardó tanto en dispararme, sentí el dolor atroz que el disparo provocó en mi pectoral izquierdo cuando la bala se enterró.

Ya no podía soportar esto, quiero que todo esto acabe, no quiero seguir aquí, sea donde sea que esté, quiero salir de este lugar, vi como el otro yo entró nuevamente en la casa cerrando la puerta de un portazo dejándome afuera, donde seguramente iba a morir.

- ¿Sientes eso? - escuché la voz de la misma mujer. - ¿Sientes ese dolor?- miré por todos lados buscando a la dueña de aquella voz sombría.

La sangre no paraba de salir de ambas heridas, manchando la ropa que llevaba puesta.

- ¿Quien eres? - pregunté alzando un poco la voz - por favor déjame salir de este lugar.

- Duele lo que te está pasando, ¿No es así? - una sonrisa escalofriante resonó por todo el lugar - ¿Ahora puedes comprender lo que el sintió? ¿Lo que él sufrió cuando le dieron la espalda a los que él consideró su padre y amigos? ¡¿Lo sientes ahora?! - el lugar comenzó a temblar por el grito que dio la mujer - ¿Sabes cuanto te necesitó, Noah? - un sollozo se escuchó al final - ¡No!¡No lo sabías por que andabas cegado por las mentiras que te decían! En vez de confiar en él, en vez de apoyarlo a él, le diste la espalda, ¡Lo convirtieron en lo que es ahora!

- No entiendo a que te refieres - espeté sintiéndome perdido, lo único que deseo es desaparecer de este lugar, de esta pesadilla.

- Eres un asco Jhon - esta vez la voz se escuchó mas clara que las otras veces, esta vez si pude identificar a quien pertenecía. - Eres un asco Noah Stilinski - volteé hacia la carretera viendo así como la mujer, dueña de la voz aparecía de entre la niebla y la oscuridad, vestida de blanco.




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