Vampiro®

Capítulo 33. Mi rayo de sol

Me encontraba alistando para la noche de cena, después de lo acontecido en el hospital, nos fuimos de ahí, obviamente tuve que lavarme la cara en el sanitario del hospital. No iba a andar con la cara ensangrentada por todos lados.

Tanto Evan como Alan estuvieron atentos conmigo, me llevaron al parque para que me despejara, al centro comercial donde los celos de Evan tanto míos se hicieron presentes, realmente me siento muy agradecido con ellos que hicieron todo lo posible para que me sintiera bien y olvidara el mal rato.

Pero como siempre el día pasó demasiado rápido por lo que tuvimos que volver a casa, Evan se negó a venir ya que debía ir a su propia casa por lo que él tomó un taxi, y así yo traje a Alan en la moto, no voy a negar que fue un poco incómodo tenerlo abrazado a mi cintura, se que antes de que Evan apareciera Alan a sido quien venía conmigo en la moto, pero desde que Evan llego a mi vida a sido el único hasta el momento que permito se monte conmigo a la motocicleta.

Pero bueno... Dejando eso de lado, seguí arreglándome, Evan había dicho que vendría por mi a eso de las siete de la noche, pero como no estoy tan contento de que conduzca solo por la carretera y pase por el bosque oscuro, le dije que yo iría por mi cuenta, no sería tan difícil para mi encontrar su hogar, de hecho ya se por donde vive, después de todo ya había estado por ahí.

Me miré al espejo intentando acomodar unos mechones de mi cabello cuando la puerta fue abierta, la presencia de Allison irrumpió mi dormitorio.

- Te vez guapo - halagó poniéndose a mi lado- ¿Ya te irás?

- Si, en unos cinco minutos - respondí.

- ¿Estás nervioso?

- ¿Debería estarlo? - la miré de reojo.

- Supongo que no - sonrió.

- No lo estoy - dije con sinceridad.

- Yo estaría nerviosa por la comida - la miré confundida a través del espejo - digo, nosotros no comemos comida humana... Aun me sigo preguntando como es que ingería esas cosas - hizo una mueca de asco.

- Puedo comer unos bocados, no es tan malo - Manifesté no tan convencido, pero con tal de ser aprobado para estar junto a Evan haría lo que fuera, incluso si la señora pide que le dé todos mis ahorros o que me lance de un edificio.

- ¿Seguro? - Allison alzó las cejas.

- Sinceramente no, pero lo intentaré - mencioné. Ella solo sonrió negando con la cabeza - Pero no viniste a hablar sobre eso, ¿Cierto?.

- Creí que no te darías cuenta - se alejó para después sentarse en medio de la cama con las piernas cruzadas.

- ¿Que sucede? - pregunté volteando hacia ella, rindiéndome con acomodar mis mechones.

- Pensé que ya habías leído mi mente - acotó.

- No lo e hecho pero si quieres lo haré - ladeé la cabeza hacia un lado.

- No. es sólo que...

- Tiene que ver con Lydia, ¿Verdad? - la chica me miró asombrada - No te e leído la mente,  pero el olor de Lydia predomina en el ambiente, no tan fuerte como seguramente era antes de que yo llegara pero aun así pude captar su olor.

- Si, ella vino - aceptó - vino a disculparse - dijo con ira.

- Ya veo.

- Obviamente la mandé al carajo, ¿Acaso piensa que con tan solo una disculpa puede arreglarlo todo? - bramó molesta - ¡Pues se equívoca! ¡La odio! - hizo relucir sus ojos rojos.

- Odiar, creo que es un sentimiento muy fuerte - dije con calma por lo que Allison se me quedó mirando confundida - No puedes odiarla... Eso te lastimará mas a ti que a ella, odiar a alguien es algo que puede llegar a herirte. Lo se porque hubo un momento en el que yo sentí odio hacia ellos, pero me di cuenta que el que mas salía herido a causa de eso era yo... No estoy diciendo que les e perdonado por todo lo que me hicieron, por que sinceramente no lo e hecho, y tal vez por un largo tiempo no llegue a hacerlo, después de todo no se puede olvidar tan fácilmente lo que me hicieron.

- Stiles... - musitó, pero la interrumpí rápidamente.

- Estoy enfadado y molesto con ellos, molesto por que no creyeron en mi, enfadado por todo lo que me hicieron,  por los malos momentos que viví a causa de ellos, pero no los odio... Ya no... Ese sentimiento amargo es algo que deseo no volver a experimentar, por eso te digo que no puedes odiarla, puedes estar enfadada con ella si quieres, no te estoy negando eso - caminé hacia ella y me senté en la cama sin dejar de mirarla - además se que extrañas estar junto a ella, lo veo en tus ojos, no puedes negarlo, si es por mi que intentas convencerte a ti misma que la odias, no lo hagas, yo no voy a enfadarme contigo si quieres retomar la amistad que tenías con Lydia antes de que todo sucediera, por que es tu vida, no la mía, si quieres pasar tiempo con ella tan solo hazlo, no pienses en lo que yo diría, por que yo nunca te diré nada, solo tu puedes tomar esa decisión.

< Vale, soy tu alfa, o como quieras decirlo, pero eso no significa que deba tomar control sobre tu vida, no deseo ser ese tipo de líder, solo puedo pedir que tengas cuidado, que siempre estés segura sobre tus decisiones, que seas feliz, eso es lo único que pido. No pienses en mí, piensa en ti.>

- Stiles - la chica se me quedó viendo con los ojos cristalizados.

- Y esto también va para ti Aiden - guíe mis vistas a la puerta viendo al mencionado entrar.

- Stiles yo...

- Si quieres ir a ver a tu hermano, sólo hazlo, lo extrañas y él te extraña a ti, se necesitan, no voy a enojarme por ello - le sonreí amablemente - solo tengan cuidado a que no descubran lo que son, no es tiempo que ellos se enteren, y también que no se acerquen a mi, yo les doy permiso a que retomen su amistad, o lo que sea, pero eso no significa que los quiera cerca mío, al menos todavía no.

Ambos asienten energéticamente con sonrisas plasmadas en sus rostros.

- Gracias Stiles - dijeron ambos al unísono.

- No tienen nada que agradecer - declaré - Bueno creo que mi hora a llegado, debo irme, no deseo llegar tarde a la cena con mi novio y suegra.




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