Vampiro®

Capítulo 36. Te acepto.

Alan.

Ingresé a la comisaría escuchando el sonidos de las teclas y a las personas hablar, los teléfonos sonar y pasos que se movían de aquí para allá.

Abracé contra mi pecho la mochila donde llevaba unos Toppers con el almuerzo que hice para mi compañero de vida. Me sentía nervioso estar ahí rodeado de policías, pero aguantaré todo solo por mi pareja, sinceramente no soy de los que les gusta ser el centro de atención, viví siendo intimidado y creo que por eso me pongo nervioso y algo asustado estar con gente que no conozco.

Con pasos lentos seguí adentrándome, mirando a mi alrededor con atención y claro también buscando con la mirada a Jordán, me detuve cuando vi al hombre que buscaba salir de la oficina del Sheriff o eso fue lo que leí en el letrero de la puerta.

Arrugué la nariz al percibir un olor que no me gustó para nada y eso provenía del hombre que salía detrás de mi pareja, un olor a lujuria y atracción, pero lo que me sorprendió fue identificar al padre de mi alfa.

Jordán aun no notaba mi presencia pues parecía estar explicándole sobre algo al señor pero este solo estaba perdido mirando los labios de mi compañero.

Pero la pregunta del año es, ¿Cuando fue dado de alta del hospital?.

Negué con la cabeza, no era momento de pensar en eso. Decidido y a la vez celoso caminé hacia ellos con pasos fuertes, mis manos apresaban con fuerza la mochila todo a causa del enojo que estaba apoderándose de mi ser.

- ¿Jordán? - lo llamé obteniendo instantáneamente su atención, lo que me hizo sonreír con autosuficiencia.

- Alan - le entregó una carpeta al padre de Stiles de golpe, por lo que el hombre apenas le dio tiempo de agarrarlo correctamente cuando Jordán se alejó de él para poder recibirme a mi con un sonoro beso y un efusivo abrazo, aunque claro la mochila que quedó en medio de los dos le impidió acercarse más a mí - ¿Que haces aquí? - preguntó en un susurro olfateando al mismo tiempo mi cuello.

- Te traje el almuerzo - contesté por lo bajo mirando directamente a los ojos al hombre que se encontraba parado viendo la escena con confusión - lo preparé yo mismo - dije con sinceridad, recibiendo a cambio una risa adorable del hombre que me estaba abrazando.

- ¿Parrish? - le llamó el papá de Stiles a mi compañero de vida. Por lo que Jordán tuve que alejarse de mi para poder mirar a su jefe con vergüenza.

- Hola señor - saludé con voz seria.

- Hola - sus ojos no se despegaban de Jordán - ¿Ustedes son..? - le preguntó al sabueso señalándome.

- Ah si, él es Alan, mi pareja - me tomó del brazo para arrastrarme a él.

Los ojos del sheriff detonaron sorpresa pero también pude apreciar tristeza en ellos, no soy un chico que guste hacer sufrir a las personas, pero no podía esconder mi satisfacción cuando vi su expresión. Además ese hombre no me cae nada bien, no después de todo lo que le hizo a mi alfa, a su hijo.

- ¿Pareja? - preguntó incrédulo.

- Así es... Nosotros estamos destinados a estar juntos - sonrió el sabueso infernal con alegría.

- Ah, ya veo - el sheriff me miró y tras dar una sonrisa un tanto fingida agregó - bueno, los dejo, hablamos luego del caso - y sin mas se alejó.

Lo seguí con la mirada hasta verlo perderse por un pasillo que sabrá Dios donde llevará.

- Hey, Alan - sentí un empujoncito.

- ¿Mmm? - señaló mi mochila mientras olfateaba - vamos a almorzar.

Él asintió y entrelazando nuestras manos me guió a su escritorio.

- ¿Ese hombre sabe de que no eres humano? Digo, él sabe del mundo sobrenatural, después de todo Stiles es su hijo y...

- Sospechaba algo, pero no estaba seguro, aunque creo que ahora si pudo haberlo confirmado - respondió.

- Ya veo - coloqué la mochila encima del escritorio en un espacio disponible y al soltarnos las manos pude abrir y sacar lo toppers de la mochila - ¿Te has dado cuenta que le atraes? - pregunté sin mirarlo, estaba celoso no voy negarlo.

Pero a la vez me sentía inseguro, digo, ese hombre es un tipo maduro y estoy seguro que Parrish y él harían una buena pareja, en cambio yo soy solo un adolescente que a vivido con miedo y sin nada que dar, es más, soy un completo inútil.

- Si lo sabía - lo escuché aspirar aire - pero a mi él no me atrae, no me gusta - sin darle la cara continúe abriendo los toppers - por que solo hay una persona que hace que mi corazón palpite como loco desquiciado en mi pecho - me agarró del brazo para girarme hacia él ya que estaba dándole la espalda, mis ojos se encontraron con las de él - un hermoso chico que me trae loco, a pesar de tan solo compartir tan pocos días a su lado me e dado cuenta de lo mucho que lo amo - mi corazón comenzó a latir demasiado rápido en mi pecho al escuchar las últimas palabras, mis ojos se llenaron de lagrimas.

- Jordán...

- Un chico con el que quiero pasar el resto de mi vida a su lado, por que no me veo en un futuro sin él - me empujó contra el escritorio y dejó caer sus manos a cada lado de mi cintura - por que sus hermosas sonrisas hacen de mis días las mas significativas y  deseo borrar cada rastro de un mal recuerdo para regalarle recuerdos felices e inolvidables... Por que solo puedo mirarlo a él... Por que solo te puedo amar a ti - su rostro se acercó mas al mío con solo unos cuantos centímetros que nos separaba - por eso Alan Williams, ¿Me aceptarías en tu vida?

Las lágrimas no tardaron mas en bajar por mis mejillas, tanto tiempo esperé por escuchar a alguien decirme todo lo que acabo de oír y ahora las escucho y yo lo único que puedo hacer es llorar, pero no de tristeza, si no de felicidad.

- Si - asentí despacio - te acepto en mi vida.

Sin perder un segundo más, Jordán acortó la distancia y unió sus labios con los míos.

Gracias destino por ponerlo en mi camino, gracias Alfa por aceptarme en tu nido y gracias vida por darme una nueva oportunidad de ser feliz.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.