Vampiros.

Capitulo 3

Alessia:

Siento como tapan mis ojos con una mano, trato de usar mi agilidad para soltarme y atacar a la persona asquerosa que me toca, pero mi cuerpo no reacción. ¡Mierda es él y está usando sus poderes para controlar mi cuerpo!

—¡Maldita sea sueltame! Si Aldo se entera serás vampiro muerto. —Amenazó pero él se ríe.

—¿Olvidas que el debe obedecer-me y que tu me perteneces? —Cuestiona serio.

—Yo no te pertenezco —Río amargamente —No te quiero para nada, mi amor por ti se volvió odio y eso no creo que llegue a cambiar hasta que sufras lo que yo sufrí —Siento como se aleja de mi.

—¿De verdad me odias tanto Alessia? —Interroga con amargura.

—Eso es poco comparado a lo que siento hacia ti —Me cruzó de brazos.

—Dicen que de el odio al amor solo hay un paso —Murmura pero logro escuchar-lo —Lee mi mente Alessia —Ordena.

Me da una curiosidad repentina, así que lo hago me adentro es sus pensamientos e imágenes. Entonces como si de una película se tratara imágenes donde yo salgo cuando estábamos juntos, besos, carisias y palabras. Los recuerdos me inundan y de cierta forma afecta mi interior.

¡REACCIONA ALESSIA! Grita mi conciencia trayendo-me de vuelta a la horrible realidad, no me había dado cuenta de lo cerca que estoy de Adriel. Pero un pensamiento más pasa por su mente.

Sin ella no seré rey debo llevar-la conmigo si o si.

—Eres un completo imbecil Adriel, no soy tu títere idiota —Me alejo lo mas que pueda de él.

—No me lo hagas más difícil Alessia, tu sabes que tarde o temprano debes ceder. Te voy a llevar conmigo ahora te guste o no —Asegura.

Los ojos de Adriel se tornan color sangre, poco a poco voy perdiendo-me en sus ojos hasta que siento que ya no tengo poder de mi cuerpo ni de mi mente en pocas palabras me hipnotizo.

[...] 
 


 

Al abrir mis ojos, me extraño al no ver el color negro de las paredes de mi habitación, trato de sentarme pero unas cadenas me detienen. Estoy atada de pies y manos, ¿qué está pasando? Giro mi cabeza para ambos costados de la cama pero no veo a nadie. 
 


 

Poco a poco voy reconociendo el color gris de las paredes, mi olfato comienza a volver a mi cuerpo y el aroma a Adriel se hace presente, mierda no estoy en mi casa estoy en el palacio. Trato de abrir vínculos con mi hermano o alguno de mis amigos pero estoy bloqueada, tampoco siento a mi vampira interior. 
 


 

Por el sol, esto no puede estar pasando maldito Adriel y sus poderes. La puerta de la habitación es abierta permitiendo que vea a la figura de Adriel entrar a la habitación, no hay expresión alguna en su rostro más que la seriedad. No puedo evitar verlo con odio por tenerme aquí, por haber dormido a mi vampira y por haber bloqueado la conexión con alguien exterior que no sea él. 
 


 

—¿En serio? ¿Dormir a mi vampira? ¿Hipnotizar-me? ¿Crees que vas a lograr que mis sentimientos por ti cambien? Eres un cínico Adriel —Lo atacó. 
 


 

—Alessia, debes entender que yo no voy a dejar que estes lejos de mi. No voy a dejarte ir de aquí hasta lograr que me ames otra vez. Tu vampira despertara en unas horas, no dejaré que hables con tus amigos o tu hermano Aldo, tus poderes también están bloqueados así que no intentes leer mi mente o tele-transportarte porque creeme que pierdes tu tiempo —Ordena viendo para cualquier lado menos a mi. 
 


 

—¿Por qué me haces esto? ¿Qué no te bastó humillar-me aquella vez? ¿O es que me necesitas para que tu papi te deje gobernar? —Cuestione con amargura pero él no quiere responder-me —¡Respondeme idiota! —Exigi furiosa. 
 


 

—¡Porque no puedo dejar-te ir una vez más! Porque ya no puedo vivir con la culpa de haber hecho tu corazón añicos, porque a pesar de que de humille me enamore de ti ¡Estoy enamorado de ti como un maldito loco! Y no, no es por que seas mi tua cantante, sino porque la única regla de aquella estupida apuesta era no enamorarme de ti pero la rompí, y si te necesito para gobernar pero también te necesito para poder sentirme completo —Confiesa pasando sus manos por sus pelo en forma de desesperación. 
 


 

—¿Crees que teniendo-me atada o encerrada lograrás que te perdone? Déjame decirte que no eso no va a pasar así tan fácil, ni siquiera se si quiero que seas mi tua cantante, lo que si se es que te quiero lejos de mi y quiero estar en casa con mi familia —Solté brusca. 
 


 

—Puedo complacerte en lo que quieras, menos en dejarte volvér a tu clan eres mía Alessia y eso no va a cambiar, te soltare pero no intentes nada porque te prometo que no dudaré en mandar a matar a Aldo —Amenaza. 
 


 

—¿Amenazando-me? ¿Así quieres que te deje de odiar? —Pregunté sarcástica. 
 


 

—Solo estoy tratando de tener-te cerca de mí —Musita. 
 


 

Adriel se va a acercando poco a poco a mi, para soltarme pero no es así sino que acerca su rostro al mío hasta tener sus labios cerca de los míos provocando una corriente eléctrica por mi interior. 
 


 

—¿Tus labios sabrán igual que cuando estabas enamorada de mi? —Susurra. 
 


 

—No lo sé y tú tampoco lo sabrás —Asegure. 
 


 

Pero parece que él no me escucha porque con sus dos manos sujeta mi rostro para luego dejar un casto beso en mis labios, beso que me aceleró el corazón y todo mis sistema vampirico. 
 


 

—¡No vuelvas hacer eso! —Le ordene. 
 


 

—No te prometo nada, preciosa —Sonríe con arrogancia —Te voy a soltar y te llevare por algo de comer, ya sabes no intentes nada, tampoco le digas a nadie que estas aquí en contra de tu voluntad porque ahí si vamos a tener muchos problemas tu y yo —Recuerda. 
 


 



#6485 en Joven Adulto
#1585 en Paranormal

En el texto hay: vampiros, reyes, tua cantantes

Editado: 21.12.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.