Al fin ha llegado el momento, el mayor sueño de cualquier niño de 16 años al fin se torna realidad. Por fin es el día, ese día que llevo esperando desde que nací, aún recuerdo la emoción irradiante que invadió todo mi sistema cuando me dieron la noticia de que había sido seleccionado para entrar a Vargshimore, el mejor colegio de top-humans del país. Era mi primer día, me encontraba inconfundiblemente pálido, el sudor recorría todo mi cuerpo deslizándose por cada poro de mi piel, mis padres me despertaron desde las seis de la mañana, estaban incluso más ansiosos que yo, aunque no entiendo muy bien porqué me despertaron a esa hora si con mi teletransportación mis tiempo de viaje son prácticamente nulos aunque mi hermano mayor insista en que soy muy lento.
Gracias a los poderes de mamá conseguí calmar un poco los nervios, esa es una de las tantas ventajas de tener una madre con superpoderes maternales, papá aunque es más un tipo sumamente frío y antipático no puede evitar dejar escapar una pequeña sonrisa de orgullo al ver que su hijo menor logró uno de sus mayores sueños, aunque esa leve sonrisa es incapaz de ocultar su preocupación pero, ¿De qué se preocupa? No es como que su hijo poco aplicado para el estudio fuera a entrar al colegio más exigente del país.
Mamá preparó unos huevos revueltos porque insiste que la proteína es vital en esta nueva etapa ella genuinamente cree que a base de huevo voy a convertirme en Atom el humano más poderoso del país, creo que ella aún no sabe que mi único poder es la teletransportación y bueno claramente también el de ser increíblemente apuesto. Pero bueno, al fin había llegado la hora, las clases iniciaban a las 7 am y ya eran las 6:59, hora perfecta para utilizar mi superpoder.
Había ido antes al colegio para explorar el lugar y no entrar perdido el primer día, todo era tal y como se mostraba en la televisión y en las redes sociales, el campus desprendía un aura que era incapaz de pasarse por alto, era una estructura fortificada con una seguridad completamente impenetrable, había 8 torres con la más alta tecnología en defensa listas para disparar si algún chico con teletransportación se acercara demasiado. Dentro y fuera del campus había instalaciones de todo tipo, desde una cancha de fut-top hasta un salón de duelos, ese colegio era como si se juntaran todas las escuelas más increíbles de la ficción en un solo lugar, era totalmente increíble.
Al fin llegué a Vargshimore luego de unos extenuantes 0,000000001 segundos de viaje.
Como soy un chico totalmente prudente y consciente de sus poderes claramente me teletransporté a uno de los baños del colegio para pasar lo más desapercibido posible, pero para mi sorpresa acabé activando una alarma de alerta que provocó que todo el colegio se asustara y se activara un plan de búsqueda de intrusos. Cuando abrí la puerta del baño tratando de hacer parecer que nada ocurrió me encontré con tres cañones apuntándome en la frente así como los profesores más poderosos del colegio listos para acabar conmigo. Nada mal para ser el primer día.
Una vez todo el mundo se percató de que había sido un error y que solo era un inocente estudiante de primer ingreso tratando de asistir a su primer día de clases bajaron sus armas y me dejaron ir no sin antes advertirme que era ilegal usar cualquier tipo de poder en el planeta sin una autorización legal y por lo tanto había una probabilidad de que me expulsaran del colegio. No me culpen, la teletransportación es el poder más seguro en contra de las leyes, simplemente tienes que ir directamente a los baños o teletransportarte lo suficientemente rápido para ser prácticamente invisible, pero yo no contaba con que el colegio tuviera un sistema tan avanzado. Me sacaron de allí y me colocaron en la fila junto al resto de los nuevos ingresos, yo soy un chico increíblemente tímido e introvertido por lo que la fila iba avanzando cada vez más y yo seguí sin socializar con ninguna otra persona. Conforme se iba acabando la fila me pude dar cuenta de que se trataba de la prueba de iniciación, había llegado el momento de demostrar qué tan poderosos son los nuevos ingresos, en esta prueba se categoriza a los nuevos ingresos en 5 niveles: Los celestiales, los más poderosos en esta categoría solo entran aquellos estudiantes cuya calificación en la prueba sea perfecta. Los Élites, estos son los segundos más poderosos, se necesita al menos un 9 para pertenecer a esta categoría. Los Soldados, acá entran todos aquellos que no pertenecen ni a los fuertes ni a los débiles, simplemente los útiles nota de al menos un 8. Luego están los Asistentes, los cuales tienen una nota mínima de un 7. Y por último los Aficionados, o como se les dice de forma despectiva “Los Porristas” aquí entran todos los estudiantes que no aprueban y están condenados a una vida escolar llena de bullying y menosprecio, es muy difícil escalar posiciones, no imposible pero sí requiere mucho esfuerzo muy pocos lo han conseguido.
La prueba consistía de un enfrentamiento 1 vs 1 con otro estudiante en un estadio en el que asistían todos los estudiantes de los demás años para observar las pruebas. El estadio no era estático, este se modificaba y creaba escenarios distintos en cada enfrentamiento para así evaluar las habilidades en un contexto aleatorio. A un estudiante se le decía que él era el heroe y a otro que era el villano, al parecer esto lo asignan mediante un análisis psicológico que realizan cuando deciden a quienes invitar al colegio poniendo a los estudiantes con una personalidad más turbia en el rol de villanos. El objetivo del héroe era salvar 10 de los maniquíes hiperrealistas que se encontraban en la arena mientras que el del villano era destruirlos. Los profesores evaluaban todo tipo de habilidades, estrategias, técnicas, tecnologías, etc que se usaran, básicamente no había límites a la hora de los duelos. Los estudiantes con superinteligencia usaban su tecnología y sus dispositivos para lograr sus objetivos, los que sabían acerca de las artes mágicas aplicaban todo tipo de hechizos y conjuros para lograr los suyos, los héroes clásicos usaban sus poderes, los superguerreros usaban su fuerza, y todas las otras razas también se las arreglaban para tratar de pasar la prueba y quedar bien posicionados.