¿vas a volver?

Capitulo 6: ¿Es guapo?

Bajé las escaleras con el cabello revuelto y los pies descalzos, siguiendo el olor delicioso que venía de la cocina. Allí estaba mi mamá, de espaldas, removiendo algo en el sartén. Ni rastro de mi papá, lo cual, honestamente, agradecí.

-Mami... -dije, arrastrando la voz como quien sabe que se viene una conversación incómoda.

Ella no se giró de inmediato, pero soltó un suspiro largo.

-Lo sé, cariño. Tu padre me lo contó.

-Mamá, en serio, no creo que Naim sea mala persona -me senté en uno de los taburetes de la barra, abrazando mis piernas-. Solo era una cena. Nada raro.

-Mi amor, no puedes ir por el mundo confiando en todos -dijo mientras finalmente se volteaba con una mirada suave, aunque con firmeza en la voz.

-Lo sé. Te prometo que me cuido.

Ella se acercó y me abrazó, como cuando era chiquita y me caía de la bicicleta.

-Te quiero, mamá.

-Y yo a ti, mi niña.

Se apartó un poco y me miró con picardía.

-Ahora... cuéntame todo. ¿Es guapo?

-¡Mamá!

-Nada de "mamá". Anda, toma estas panquecas y este café con leche. Necesito detalles y no acepto evasivas.

-Está bien... -acepté con una sonrisita mientras tomaba el plato.

-En realidad lo conocí el día que me mandaste por las compras. Digamos que me salvó de una muerte segura por lata de maíz voladora.

-¿Qué? ¿En serio? Me cae mejor ahora -rió-. ¿Y luego qué pasó?

-Luego lo vi otra vez cuando paseaba a Filip. Te conté ese día, ¿te acuerdas? Estaba en la cafetería... y bueno, hablamos, intercambiamos números, y hemos estado escribiéndonos.

-¡Así que por eso andabas tan contenta últimamente!

Me sonrojé y ella soltó una carcajada sonora.

-¡Quiero conocerlo!

-Mamá...

-¡Me lo merezco! Soy la madre de la hija que está suspirando por un chico misterioso.

-No estoy suspirando...

-Ajá, claro. Y yo soy astronauta.

Por suerte, el teléfono de mamá sonó justo en ese momento.

-Hola, Carol -dijo alejándose hacia la sala.

Suspiré aliviada. Aproveché para tomar mi desayuno e irme directo a mi habitación, como si llevara una caja fuerte con secretos.

Me acomodé entre las cobijas, con el desayuno en la bandeja y el teléfono en la mano. Magalis y Carlo habían dejado mensajes: fotos, stickers, tonterías. Reí en silencio, feliz de tenerlos. Y justo cuando pensaba dejar el teléfono... apareció su nombre en pantalla.

Naim 💬:

> ¿Qué tal la pizza de anoche? ¿Tu padre gritó mucho?

Sonreí de inmediato, con la boca llena.

Sofía 💬:

> Rica.
No... solo me miró.
Como si tuviera rayos láser en los ojos. 😅

Naim 💬:

> Lo entiendo. Si yo tuviera una hija tan linda, también me convertiría en Hulk si aparece un desconocido a buscarla.

Sofía 💬:

> ¿Así que ahora eres un desconocido?

Naim 💬:

> ¿Lo soy?

Sofía 💬:

> Solo un poco... creo 🫣

Naim 💬:

> Espero no serlo por mucho tiempo 🙃

Suspiré sin querer. Había algo en él que me hacía querer seguir escribiendo, aunque no tuviera nada brillante que decir.

Naim 💬:

> ¿Así que fue una lata de maíz la que me dio la oportunidad de conocerte?

Sofía 💬:

> Una lata asesina. La próxima vez llevaré casco al supermercado.

Naim 💬:

> Entonces deberías llevarlo cada vez que me veas.

Sofía 💬:

> ¿Por qué?

Naim 💬:

> Porque puedo ser más peligroso que una lata.

Sofía 💬:

> ¿Eso fue una amenaza o una advertencia?

Naim 💬:

> Una promesa, tal vez.

Me quedé mirando la pantalla con el corazón latiéndome rápido. ¿Cómo podía ser tan natural y tan encantador al mismo tiempo?

Sofía 💬:

> Entonces prométeme que no vas a lanzarme nada a la cabeza.

Naim 💬:

> Prometido. Solo sonrisas. Y tal vez... helado 🍦

Naim 💬:

> Digamos que Instagram es bastante chismoso.

¿Instagram?

Me quedé quieta. ¿Me buscó? Sentí un pequeño vuelco en el estómago. ¿En serio?

Sofía 💬:

> ¿Así que estuviste investigando?

Naim 💬:

> Digamos que tenía curiosidad... y unas cuantas fotos muy lindas aparecieron por ahí 👀

Me tiré hacia atrás en la cama, hundiendo la cara en la almohada.

Sofía 💬:

> No vale, ahora me vas a hacer borrar todo mi Instagram.

Naim 💬:

> Muy tarde. Ya tengo mis favoritas.

Sofía 💬:

> ¿Ah sí?

Naim 💬:

> Sí... especialmente esa del helado. Esa fue peligrosa 😏

Sofía 💬:

> ¡Ni siquiera me di cuenta de que esa estaba ahí!

Naim 💬:

> Las mejores fotos son las que no sabes que estás regalando.

Sonreí tan fuerte que me dolieron las mejillas. Justo estaba por responderle cuando la voz de mi madre retumbó en el pasillo:

-¡Sofía! ¡Prepárate, vamos a la casa de Carol! ¡Hay piscinada!

-¿Qué? ¿Ahora? -respondí desde la cama, en modo pereza.

-¡Sí, ya! Y lleva traje de baño. Te espero en quince minutos.

Me dejé caer sobre la almohada, aún abrazando el teléfono. Miré la pantalla:

Sofía 💬:

> Me tengo que ir. Mamá acaba de decretar piscinada express en casa de su amiga 😩

Naim 💬:

> ¿Puedo decir que me da un poquito de envidia?

Sofía 💬:

> Solo si prometes no espiar más en Instagram mientras no estoy.

Naim 💬:

> No prometo nada 😎
Pero pásala lindo, Sofi.

Sofía 💬:

> Gracias... Y gracias por hacerme sonreír.

Me levanté de un salto, abrazando el celular contra el pecho.
Tenía la sensación de que el día solo podía mejorar.



#5044 en Novela romántica
#1917 en Otros
#530 en Humor

En el texto hay: romance, romance y desamor, amor dolor

Editado: 22.06.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.