Vástagos

CAPITULO V

“Miro más allá de los miedos y limitaciones de los demás.                                                                                            Acepto cada persona como un ser único y maravilloso”                                                                                                 LOUSE. L. HAY 

– ¿Estás diciendo que esperabas obtener algo y hoy lo intentaras de nuevo? – pregunto un irritado Elijah.

– Encontré un vestido que te hará lucir irresistible.

Apareció Aleisha balanceando dos vestidos, uno era negro con detalles rojos que hacían resaltar la cintura siendo tan apegado al busto y suelto a partir de la cintura que creí que aquello sería un desperdicio en mí.

El otro vestido era más simple y elegante cubriendo más, hasta las rodillas no como el primer modelo que era hasta los muslos dejando al descubierto la espalda y teniendo un corte de pequeñas mangas al hombro para luego dejarlo desnudo en mis brazos y clavículas.

Me gustaba más el segundo modelo por lo recatado que seguía siendo aún con lo femenino de su color blanco y detalles dorados, además, tenía mangas tres cuarto pero por Dios que no dejaba de horrorizarme con el despampanante vestido rojo.

– El rojo es para tu misión y el blanco para tu cita con Daniel – explico ella y Elijah volvió a sentirse mal, incrédulo, creo.

– No estás pensando bien Audrey – me dijo y yo torcí la boca con disgusto.

– Lo usare solo si es necesario – explique y el rostro de mi hermana brillo.

– Prepararé tus accesorios y unos magníficos zapatos. Me encanta planificar – salió de la sala de mi padre gritando como una niña por lo que me volví hacia mis amigos.

– Todos deberían de tener una hermana menor, te alegran la vida – comento Mey.

– Tú tienes hermanos, Pip – le recordé.

– Dos hermanos y son gemelos y son como de siete años y, perdonen que crea que son hijos del infierno.

– Te estás pasando – me queje pues sus hermanos por mas locura y azúcar que fueran, ellos me adoraban y yo a ellos.

– Regresemos a tu absurdo plan – intervino Elijah aun irritado.

– Iré a mi cita con Daniel, le preguntare si él fue el asesino y si siento su culpabilidad se los informare para idear un plan a partir de ahí. Por otro lado con Luhan, lo seguiré, seré la despampanante chica de los ojos dorados y encontrare “cual” es el motivo por el que está metido con esos hombres de negro y si tiene que ver con nuestro caso.

– Me gusta, es simple, solo que no tiene respaldo – dijo Mey anotando unas cuantas cosas.

– Me encargare de hackear ese lugar, es uno de los más difíciles retos de esta ciudad y borrare los videos de vigilancia que capten a mi hermana – apareció Aleisha y se sentó frente a mí con su portátil – tengo los mapas de ese lugar, no hay mucho que aprender, además revise los videos de vigilancia y cada vez que Luhan entra llega a este lugar – volteo la pantalla y leí en una puerta con marco rojo y aterciopelado unas letras que decían VIP. Todo era VIP con él.

– Dijiste que sería difícil, ¿Qué tan difícil es si ya lo has hackeado e ingresado a sus cámaras? – pregunto Mey.

– Hoy reforzaron la seguridad, si supieran cuantas cosas nuevas le metieron – rio y volvió hacia nosotros – también descubrí con quien se reúne. Nuestro chico está metido en algo muy grande.

Señalo la pantalla después de que Luhan se hubiese retirado con una maleta nueva en las manos, paso rápido y después la escena se detuvo enfocando a un hombre gordo con un traje de pingüino y unos lentes redondos, ridículos teniendo en cuenta la poca luz de ese lugar. Su bigotillo recortado en forma cuadrada al estilo Hitler y su cabello al estilo militar.

Ese hombre seguido deun sequito de guarda espaldas y con un aura a su alrededor que gritaba felicidad y triunfo además de arrogancia. Se creía en ventaja, yo conocía a esos tipos.

– Ramírez al capone, mafia mexicana y este hombre tiene uno de los cultivos más grandes de droga en Colombia y Bolivia. “El hermano Ramón”.

– ¿Ramón Ramírez? – pregunto Elijah incrédulo - ¿Qué hace aquí?

– Eso averiguaremos hoy – respondí yo y mire a mi hermana.

– Será difícil Audrey – dijo ella – necesitamos confiar en que saldrás a salvo.

– Estaré bien. 

– Como que son muchas coincidencias ¿no? – pregunto Mey y todos aceptamos la información.



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Editado: 04.08.2018

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