Vector Oscuro

Ariel

Es un día caluroso. El entumecimiento de su brazo bueno lo despertó y el yeso le da mucha picazón. Revisa su celular para ver si tiene mensaje de Ariana y no encuentra nada «que estúpido fui» le manda un mensaje «espero que se le pase pronto»

 

Peque:

“Hola Ariana ¿cómo estás?”

 

«Por favor responde pronto Peque»

Levanta la vista del celular, y se encuentra con la mirada de su hermana, que está sentada junto a la mesa, bebiendo una chocolatada con cereales, tiene el pelo recogido en un rodete, sin anteojos, lleva puesta una remera blanca con detalles en negro, y un short de jean. Ariel mira la tele y está encendida mostrando un programa de cocina, sin volumen.

—Hola Mica ¿cómo estás hermanita? — pregunta Ariel

—Yo me encuentro genial, no sé si vos estas bien, lamento escuchar todo lo que pasó ayer con Ariana, pero como mujer sé que se enojó y mucho. Tengo la esperanza que su amistad sea fuerte y sobrevivirá a esta pelea—.

—Eso espero, ya le mandé un mensaje preguntando como esta — se sienta en el sillón — Porque se fue muy enojada, ni saludarme quiso — Ariel camina directo al baño, mientras se peina con la mano — Simplemente salió de casa y directo a su auto sin más, ni me miró cuando se fue, creo que lloraba — Ariel sale del baño y va directo a la cocina, llena una pava con agua y la pone a calentar en la cocina «nunca hemos peleado así, y mucho menos por un amigo en común, Marcos nos dividió o eso parece». Hirvió el agua y la colocó en un termo, salió de la cocina, se sienta del otro lado de la mesa, frente a Micaela— ¿Cómo puedo arreglar este problema?.

Micaela lo mira fijo— ¿Cuál problema? ¿El tuyo con tu viejo amigo, el problema que no le decís que él está de vuelta, o el hecho de que te morís de amor por ella y haces todo esto de ocultarlo a él por celos a perderla? —  soltando una sonrisa de picardía.

—Mejor no te pregunto más nada, hermanita—Ariel sacude la cabeza repitiendo un no— lamentablemente tus días conmigo están a punto de terminar, para el domingo mamá quiere que ya estés  viajando a casa — dice Ariel y toma el primer mate de la mañana «espero que Ariana me hable pronto» —pero… no te dejaré ir así no más Mica, el sábado intentaremos ir a un Bar y ver si podemos tomar algo y escuchar música en vivo— ve como Micaela se pone muy feliz por la noticia— ya que estamos tráeme un poco de tarta para acompañar los mates, por favor.

Micaela se para deprisa y va a la cocina a buscar la tarta que tanto le costó hacer y que nadie de todos los que visitaron anoche la casa pudieron probar, Ariel quedó sentado junto a la mesa y seguía con su rutina diaria, mirarse el yeso y pensar en sacárselo el mismo, siguió tomando mates «hoy tengo que ver a Marcos, tengo que hablar con él, estuvo cuatro  meses en Buenos Aires y no buscó a nadie, ni siquiera a Ariana». Se recuesta sobre la silla, como si los pensamientos en su cabeza pesaran algo e hicieran que su cabeza perdiera el equilibrio «quizás cuando se vaya Mica, pueda hacer que Marcos se mude conmigo un tiempo, le ayudaría a juntar plata para un alquiler y hacer que se ponga las pilas con el trabajo, hasta podría…» interrumpe Micaela poniendo un plato junto al termo que Ariel tiene frente a su rostro.

—Tomá hermanito, tres porciones solo para tu disfrute— sonríe—¿Qué tal si me invitas un mate?.

Ariel ceba mates para ambos mientras de a poco se termina con las tres porciones de tarta que le dio Micaela, mira la hora y ya eran casi las dos de la tarde.

—Ariel, ya en unos días tendrás tu cama de nuevo, y dejarás de dormir en el sillón, más que ayudarte, me tomé vacaciones en tu casa, lejos de los mandados de “tú” madre— se ríe.

—Ya se va a enterar mamá de lo que dijiste— Ariel se ríe— pero eso sí, tengo que ir al centro por unas cosas, así que limpia éste desastre y te llevo conmigo, después tomamos un café o un helado en alguna cafetería. Por cierto le dije a mamá que hoy no venga porque estamos muy ocupados.

No solo Micaela limpia el departamento, Ariel da una mano, literalmente, cosa que a Micaela le produce mucha gracia, ya que de mucha ayuda no lo es, la mayor parte de las cosas las hace Micaela, y Ariel solo lo hace para molestarla.

 Hace unos cuantos años que Ariel se fue de la casa familiar, dejando a Micaela y su madre viviendo juntas, pero ayudando de vez en cuando con algo de dinero, las fiestas como navidad y año nuevo suelo visitarlas, si es que no le toca trabajar. Recuerda que el año pasado no trabajó pero el anterior a ese, si le tocó trabajar, por ende sabe que este año seguro le tocaba, pero tuvo la desgracia con suerte de lesionarse el brazo. Esta navidad la pasaré en familia, la relación con su madre era normal supone Ariel, una madre protectora que quiere que la mantengan al tanto de todo lo que se pueda, por eso cuando se fracturó no tardó ni tres días, que su madre ya está en camino para visitarlo, y quedarse unos días en su casa, como la casa de Ariel siempre estuvo pensada para él solo y quizás una visita ocasional, pero no para dar alojamiento por más de un día a otros, su madre no tuvo más remedio que pasar dos días con él. Mica y su madre dormían en el living, Mica en el piso y su madre en el sillón, su madre al poco tiempo tuvo que volver a su casa, esta vez sola. Micaela prometió que lo ayudaría en la casa, con la condición que la llevaría de paseo por toda la ciudad y conocer cómo es por las noches. Ariel también pensó en su padre, que hace mucho que no lo ve. Una vez tuvo la genial idea de aparecerse para navidad, lo cual no fue bueno para nadie y menos para Micaela que esa vez era mucho más joven y papá estaba muy borracho, como para pasar una fiesta tranquila con él. Ariel hizo todo lo posible por mantener la calma, siempre le dio todas las oportunidades a su padre para que haga las cosas bien para todos, después de eso no se lo volvió a ver por la casa de la madre, se sabía que trabajaba mucho y su única compañía por la noches y de vez en cuando por las tarde, era la bebida. Ariel se sentía mal cuando lo pensaba, dejó a su madre y se vino a estudiar a Buenos Aires, y de primer momento pudo trabajar, en quioscos o de ayudante de albañil, pero no siempre estuvo bien económicamente, mi madre cada tanto se esforzaba por mandarme algo de dinero, mi padre nunca me preguntó si necesitaba algo. Hasta que conocí a Marcos que me ayudó a tener un trabajo formal, y desde entonces fue como abandonar a su familia porque ya mucho tiempo no tenía para pasar con ellos, su primera vacaciones no se las tomó, porque lo necesitaban para sacar producción. Apenas pudo viajó para su casa a llevarles regalos, y comprar cosas que necesitaba su madre. Aparte de extrañar mucho a su hermana, esta Navidad también la pasaría con ellas, sabe que no están tan lejos las fiestas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.