Vector Oscuro

Marcos

«Cuántas luces, ¿por qué tanto ruido?» las luces parpadeante lo cegaban  y confunden, no entiende bien que es lo que está pasando, toda la gente amontonada, muchos rostros extraños, siente  que le toman por el codo, ve que es Ella con su rostro perfecto, sus cejas bien delineadas, sus ojos negros  profundos, capaz que hace que cualquier hombre se pierdan en ellos, «por suerte soy muy afortunado de ser al único que mira con deseo y amor» su tés morena y  cabellos rizados, que le caen hasta los hombros, no había nada que se le compare y si alguien creía estar a su altura, simplemente Ella sonreía y la ventaja era abrumadora.

Veo que me habla, pero no la puedo escuchar, la música es muy fuerte, lleva puesto un vestido, con unas zapatilla y un sombrero tipo de tango, con una campera de jean, se la saca por el calor de tantos cuerpos amontonado, que  intentan danzar, al ritmo de lo que parece sonar como cumbia,  miro a Ella y le hago seña de que voy por algo para tomar, veo que levanta el pulgar en señal de  ok y me sonríe, tardo un poco en volver, la barra estaba llena y era atendido por una chica; de pelo colorado de unos 25 años aproximadamente,  más o menos 2 años trabajando ahí. Nunca supe bien como algunas personas hacían para adivinar las edades de las personas que no conocían. Estaba a pleno con los pedidos, se movía de un lado para el otro y al mismo tiempo también cobraba las bebidas, «de esta manera el negocio no funciona» la chica colorada me mira y me señala con el dedo, me apoyo en la barra y tiro mi cuerpo hacia delante. Dando a entender que le quiero hablar y ella se acerca, le digo cerca del oído que quiero dos cervezas, me sonríe y empieza a cargar en dos vasos con cerveza  de unas canillas, la miro todo el tiempo, no porque sea linda, sino, porque es entretenido ver como se hace cargo de tanto trabajo sin perder la compostura y seguir siendo amable, cuando mis vasos se llenaron ella ya sabía cuál eran las siguientes dos órdenes, de dos sujetos que se abrazaban  y reían a carcajada. Trae mis vasos a donde me encuentro y con una mano me hace seña de dos, por lo que entiendo es doscientos pesos, saco mi billetera y le doy doscientos veinte pesos y le guiño un ojo, la colorada me sonríe y asienta con la cabeza como diciendo gracias. Mientras vuelvo con los vasos esquivando chicos y chicas, para no causar ningún accidente, busco a mi amor, no me apuro confió mucho en Ella, ya hoy serian 6 años de novios y casi toda una vida de conocernos, era la vecina de la otro cuadra, una niña callada que viva con su tía, una señora mayor,  la mayoría de las personas pensaría que era más su abuela que su tía, su padre la abandonó antes que ella naciera y su madre 2 años después, dejándola con la hermana sin que ella se diera cuenta, por lo que una a vez me contó, su tía a la que la llama su verdadera madre, denunció a la hermana por abandono de persona, cuando la policía logra encontrarla unos 5 años después  ya había hecho su vida de nuevo en el sur del país, tenía esposo y un hijo. La policía contra ese desenlace de la historia no pudo hacer más, su tía prefirió adoptarla antes que de asistente social intentara devolverla a la persona que la abandonó por un hombre, y de su padre no se sabe nada. Su madre de corazón dice que la madre nunca le contó de quien se había embarazado.  

Con Ella me llevo dos años, vivíamos a 100 metros de distancia y muchos niños no habían en el barrio, por lo tanto se volvió la única a la que mi familia me dejaba ver, con el tiempo nos hicimos inseparables, mis padres la querían mucho, la ayudaban con sus estudios, no concurríamos a la misma escuela, iba a una privada y ella a una pública, su tía la mantenía con una pensión por viudez. Luego de un tiempo nuestra amistad pasó a algo más que juegos y diversión, se puso seria la relación con sueños y planes a futuro, a la edad de 18 años y Ella de 16 años, decidimos los dos, tener un noviazgo a escondidas de nuestros respectivos padres, por el hecho de que ella todavía era joven, lo cual en secreto duró hasta entonces, tengo mis dudas de si mis padres los sabían, nunca lo pude confirma, varios meses después de ponerme de novio, mis padres mueren en un accidente y nunca les puede contar que mi mejor amiga es la persona que me hace feliz. Ella ya con 18 años y yo con 20 años, no me quedó otra que empezar a trabajar, mi tío; mi tutor, me estafó con mi herencia y se dió a la fuga, dejándome sin un centavo y con muchas deudas, sin ningún familiar en mi agenda, sabía que estaba solo, que nadie más que yo mismo me podía ayudar en la vida. Ella decidió dejar a su tía y vivir conmigo en la casa de mis padres, que desde hace un tiempo me pertenece. Mi gran compañera de vida, la veo como me sonríe y mueve los hombros danzando con la música y las luces, se acerca un chico joven y alto junto con una chica rubia, no me preocupa, Ella es muy hermosa y sofisticada, pero sobretodo fiel, no por algo religioso, sino, más bien por ser muy madura y con una visión de la vida que muchas veces no llego a entender, creo que Ella sabe que puede tener a cualquier hombre y aún así no lo hace, me elige cada día, yo una y mil veces la elegiré, sabe que es mi vida y mi mundo. No se preocupa de la chica rubia y hermosa que está junto al chico. Por lo visto hay un vínculo con Ella. Llego a mi amor y le ofrezco su vaso de cerveza, por algún motivo le gusta la cerveza negra, me hace un gesto para que me acerque hasta su  oído, lo hago y me besa la mejilla. Mira al muchacho y me dice al oído que se llama Ariel. Le estrechó la mano y le sonrió con mucha amabilidad, recuerdo que varias veces me comentó sobre Ariel y lo buena gente que es, que andaba viviendo en un hostal porque venía de muy lejos y no tenía familiares que le dieran techo. 

Me acerco para que me escuche—Hola Ariel, un placer conocerte  y muchas gracias por ayudar mucho a Ella— me da la mano. Tiene un apretón firme, siento que es de confianza, no puedo dejar de notar lo mucho que me mira la chica rubia de lindos ojos. La miro a Ella y me presenta a Ariana, me comenta que es la mejor amiga de Ariel, amiga que incomoda a Ariel, puedo notar en su rostro a pesar de que no lo estoy mirando fijamente. No hace falta tampoco saberlo, las chicas como Ariana no suelen tener muchos amigos fieles, es solo un mal pretexto para acercarse e intentar conquistarla  por ese lado.




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