Vector Oscuro

Ella

Ella despertó sintiéndose mejor que ayer, ve a Marcos a su lado, completamente sumido en un profundo sueño, todavía tiene la ropa puesta «pobre cuando me dormí luego de comer, habrá seguido limpiando» —sigue durmiendo amor— susurra y le da un beso en la mejilla, sale muy suavemente de la cama, se dispone a vestirse con un pantalón corto y una remera suelta(se viste, no reconoce su propia ropa), va a la planta baja de forma lenta y pausada va acariciando las paredes intentando recordar su pasado, se detiene en la puerta antes de salir de la habitación y mira a Marcos durmiendo, lo nota muy cansado, él lleva puesto un mono enterizo(overol), sale de la habitación y recorre el pasillo hasta llegar a la escalera que conduce a planta baja,«tengo que tener mucho cuidado, mi cuerpo es débil» sujetó con ambas manos la baranda, bajó con mucho cuidado, al final de la escalera la esperaba el living, se encontraba limpio, camino hacia su izquierda rumbo a la cocina , por la ventana vio que estaba amaneciendo, a lo lejos escucho que cantaba un gallo. Tomó la pava y la coloco al fuego, se tomó de la muñeca, con una mueca de dolor la hizo girar para aliviar el dolor, abrió la puerta que estaba frente a su cabeza y vio su interior lleno de latas de conservas, un mate y un termo, dos frasco; uno de yerba y el otro de azúcar «genial», dió la vuelta y contempló el lugar, «llevo viviendo acá tantos años. no puedo recordar nada» salió de la cocina, caminó hasta el comedor, una mesa familiar ocupa el centro del comedor, se apoyó en el marco de la puerta, sacó un pañuelo del pantalón y tosió en él, manchas de sangres adornaron el pañuelo, lo desplegó y lo volvió a plegar rápidamente para que para ocultar las manchas, para luego guardarlo en el bolsillo, se acercó a la mesa, caminó alrededor de ella tocando cada silla, se detuvo en la cabecera«seguro aca se sentaba el padre de Marcos, a su izquierda su esposa, luego Marcos y su hermano» se movió, esta donde imaginó que estaría la madre de Marcos, sintió un poco de alegría y desolación, una mezcla agridulce de sentimientos«¿qué razón puede ser tan importante para que una madre abandone a su única hija? ¿ Cuál era mi lugar en esta mesa… en la vida? su mente dio un chispazo, una luz que podría iluminarlo todo, busco desesperada con la vista en todo el comedor, y no encontró un solo cuadro que tenga una foto de ella. se movió lo más rápido que su débil y adolorido cuerpo le permitía, pasó del comedor al living, y no se veía en ninguna foto. podía verlo a Marcos en su mejor momento y eso la llenó de alegría, sintió mucho amor, suspiró al verlo y acarició su rostro. Bajó el cuadro pero no lo soltó, siguió caminando,  miro todas las paredes y ninguna foto suya en ningún cuadro, sonó la pava, el agua está caliente,«si Marcos está tan cambiado y hay fotos de él, eso quiere decir que yo estoy igual de cambiada, un duro golpe, como cuando me vi en el espejo del baño» caminó a la cocina, apagó la hornalla, buscó el termo y lo llenó. Preparó el mate y salió al patio trasero, donde vio un par de sillas y una mesa. El cielo era mayormente oscuro y el horizonte difuminado en naranja por la salida del sol.

Cebó unos mate y dejó pasar la hora, solo el silencio del jardín inundó sus oídos «Cuanta paz, que lindo se siente. Espero que para la noche esté igual. ahora podré bañarme sin problema» mientras sorbía del mate observó el jardín y vio un grupo de plantas un tanto marchitas «pobrecitas, nadie las ha regado en un tiempo» buscó con la mirada y vió una regadera cerca de la entrada, la buscó y volvió a la cocina a llenarla de agua, volvió «Por mas que mire cada rincón de la casa, nada me parece conocido» salió de la cocina con la regadera llena, y mientras regaba las plantas las miraba con ternura, tomen agua plantitas. «Ariana» dejó de regar, recordó a la joven chica durmiendo en el suelo, casi sin ropa. No pudo contener las lágrimas, dejó caer la regadera  y se frotó los ojos con ambas manos, queriendo bloquear el mar de lágrimas que se apoderaba de ella, «pobre chica». Volvió adentro para ayudar a la chica con cosas de  la cocina y comenzó a guardar conservas en una bolsa que encontró al revisar los cajones. Puso todas las latas que cabían en la bolsa «también necesitará ropa, la mayoría de las ropas que busqué en el ropero me quedan grande, pero creo que serán de su talla» se apresuró y subió las escaleras, sujetándose con ambas manos de la baranda. Entro despacio al cuarto, Marcos sigue durmiendo, se acercó al ropero y tomó un morral que colgaba de una percha, miró con calma toda la ropa colgada como doblada, empezó por tomar una remera blanca con un estampado bonito, se la midió«esta le va a quedar hermosa» la presionó contra su pecho, miró unos jeans clásicos y los guardó junto con la remera en el morral, tomó un buzo, una campera« necesitaré un bolso, ¿donde estarán?» escucho a Marcos bostezar y como se estiraba en la cama, y se voltea a mirarlo.

—Buenos días amor… ¿Qué haces?

—Buenos días— le tira un beso y le guiña un ojo— junto ropa para Ariana, tu amiga, vos podrías darle algo de tu ropa para Ariel, ¿no te parece?

—Claro que si, luego te alcanzo un bolso, ese morral ya está que explota.

—Muchas gracias, amor— ríe— regué las plantas del patio—dice y sigue descolgando prendas de las perchas.

—¿Hace mucho que estás despierta? ¿desayunaste?— preguntó Marcos entre bostezos.

—Más o menos, pero todavía tengo hambre, lavate que voy a poner agua a calentar para seguir con unos mates, el dia esta hermoso, te espero en el patio.

Marcos se levanta, se acerca y me abraza para luego darme un beso y se dirige al baño «toda esta ropa le va a quedar bonito a Ariana, ojala tuviera su hermoso cuerpo» deja todo y vuelve ir a la cocina. pone la pava a hervir de nuevo y se dirige a sentar al patio. 




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