Siguiendo los senderos naturales del bosque susurrante verás la los pequeños ratos de luz pasando entre las ramas de los grandes árboles negros que dificultan su llegada al suelo, escucharas el crujir de las hojas bajo tus pies, y al viento pasando por entre los árboles llevando con el los alaridos de las almas que ahí habitan. Sentirás que alguien te observa a la distancia, cuanto más caminas esa sensación aumenta, escucharas pasos acercándose hasta ti y una respiración errática soplando en tu nuca produciendo un escalofrió que recorrerá todo tu cuerpo, pero pase lo que pase, sientas lo que sientas no voltees, no si quieres mantener tu vida.
Sigue tu camino hasta que llegues a lo profundo del bosque a la montaña sagrada de Helminer y podrás verlo, el castillo Reignar o lo que quedó de él, lo que una vez fue conocido por su grandeza y prosperidad, hoy es conocido por su historia de dolor, sangre y sufrimiento, de la injusticia cometida durante la guerra negra, aquella que comenzó todo, la que consumió al mundo de oscuridad e injusticia.
Adéntrate en el castillo, camina por los destruidos pasillos, hasta llegar a su centro, donde encontrarás una habitación de gran tamaño, camina hasta el fondo y ubicarte entre los dos montículos de escombro, los que una vez fueron dos grandes tronos, tiraste y mira hacia la entrada destruida y cierra los ojos, abre tu alma y entonces lo verás, el comienzo de todo , de una guerra destructiva, de la conquista de la oscuridad y del nacimiento de la historia del nuevo mundo.
Año 1275, de la era de Dogné. Vedimira
Zigor se encontraba mirando a sus tres hijos bailando en el medio de la habitación de música bajo una melodía silenciosa, que solo podía ser escuchada en sus cabezas, en sus brazos se encontraba acurrucada una pequeña mujer de cabellos rubios, era su esposa Cassandra , que al igual que él se encontraba mirando a sus hijos con una sonrisa mientras sus manos se apoyaban suavemente en su abultado vientre donde se encontraba su pequeño no nato. En un momento ambos movieron sus rostros para mirarse a los ojos de color rojo, aquellos que todos los descendientes de Edial poseían.
Su concentración fue destruida por el grito de su pequeña hija Ashmira, rápidamente la buscaron para encontrarla en los brazos de su hermano mayor Selenius , quien junto a su otra hermana Aadya le hacían cosquillas, produciendo que la sala se llenara de su infantil risa. Ambos padres sonrieron con amor al ver a sus hijos jugar.
Las risas y juegos siguieron hasta que se vieron interrumpidos por unos golpes en la puerta, Zigor pronto cambió su semblante a uno serio haciendo que de su cuerpo emane un aura de poder, aquel que lo identificaba como rey de Azos, el país de los descendientes de la luz. Rápidamente dio su permiso para que la persona que aguardaba en el otro lado pudiera pasar, inmediatamente la puerta se abrió y de esta entro un mayordomo que hizo una profunda reverencia, cuando se dirigió miro al rey a los ojos con respeto y dijo:
-------- Mi rey m, a llegado el consejero Abiel----
-------- llevalo a mi despacho, ahora voy---
Después de escuchar a su rey el mayordomo hizo una nueva reverencia, y salió del salón para comunicar a su invitado lo que la orden del rey.
Ya en el despacho se encontraba un hombre parado ante el ventanal mirando hacia el jardín que era bañado por los intensos rayos del sol, llenándolo de vida. Pronto escucho la puerta abrirse, pero no se giro a pesar de saber que quien entraba era su rey, pero para él era más que eso, era su amigo, su hermano.
El rey caminó hasta situarse al lado de su hermano de alma y al igual que él observó por la ventana, recorriendo el gran jardín, paso por el laberinto , ese lugar en el que solían hacer juego los días de fiestas, prosiguió por el estanque donde se encontraba un hermoso puente en donde se solía juntar con su esposa para observar el reflejo de la luna. Siguió hasta que su mirada se estancó en el pequeño jardín de flores, y al instante una dulce sonrisa apareció en su rostro, aquel era el jardín de su esposa, ese que había creado ella misma, con sus propias manos sin la ayuda de nadie, y por esta razón, según él, el jardín estaba impregnado con la esencia de su esposa, cada flor, cada hoja, estaba lleno del ser de su esposa.
--- tenga cuidado su majestad cualquiera pensaría que es un idiota--- dijo Abiel sin siquiera mirarlo
--- seria la peor decisión que cometerían--- dijo quitando su sonrisa
Zigor guiro el rostro fijando su aguda mirada en el otro, rápidamente se preocupó al observar la seriedad de su contraparte.
--- ¿qué ha sucedido?---
--- se avecina un eclipse--- dijo mirándole de reojo--- sabes lo que significa—
--- cambio--- dijo seriamente
- Más que eso, significa problemas para nosotros—
- ¿Cuándo será?—
- Hoy-
Y al terminar la frase ambos vieron como el día empezaba a oscurecer , rápidamente giraron el rostro para observar por la ventana como el sol era consumido por la luna, llenando el mundo por oscuridad. Y lo sintieron, sintieron el ambiente cambiar, volverse pesado llenándolo con una esencia de sangre.
- Esto no es bueno—dijo Abiel con preocupación
La noche había caído todos se encontraban en sus habitaciones durmiendo, a excepción de unos pocos sirvientes y los guardias que hacían su guardia como todos los días . Pero este sería diferente, a la distancia en el bosque, los animales corrían lejos escapando del gran ejército a caballo se movía, arrasando con todo lo que encontraban, llevando con ellos la destrucción.
Los gritos se alzaron en la noche, llenos de dolor espantando a las aves que quedaban, la tierra del bosque se empezó a llenar de la sangre de miles de seres inocentes, hombres, mujeres, ancianos y hasta niños, que no pudieron hacer nada más que perecer ante la oscuridad.
Y pronto lo que una vez había sido un bosque puro, lleno de magia, se convirtió en un bosque maldito por las almas de los seres que murieron en esa trágica noche, almas llenas de dolor y sufrimiento que llenaron el bosque con sus gritos.