Veinticinco Razones

CAPÍTULO 18

DÍA 17 
Margo ya sabe que tengo cáncer. 
Ayer cuando regresé de la huida con Skyler ella me estaba esperando en mi habitación seria…muy…muy seria. 
Lloró, lloré…ambas lloramos, Margo en todo momento pedía que todo esto sea una cruel broma, pero no lo es…yo también desearía que así fuera. Pero no…me estoy muriendo. 
Fue la primera vez que lloré a causa de mi cáncer, creo que ahora caía en cuenta de que me estoy muriendo y dejaría a gente muy valiosa para mí atrás. 
Mierda. No me quiero morir ¡no quiero! 
Que todo sea un sueño por favor y que alguien me despierte…ya no quiero seguir con este sufrimiento, no quiero ver a las personas que amo sufrir por mí… ¡quiero despertar! 
Estoy en un árbol rodeado por los canteros, estoy llorando…estoy llorando porque no me quiero ir, quiero…quiero estar con mi amiga Margo…también quiero seguir junto a mi familia… ¡quiero estar con Skyler!... lo amo…lo amo con todo lo que me queda, quiero seguir a su lado… 
°°° 
 -¿Qué hoy no vino Skyler? –pregunto a Mateo, con razón no lo había visto en todo el día- ¿No sabes el por qué? 
 -Está enfermo, gripe-dijo Mateo. Está enfermo…recuerdo las veces que él se enfermaba y yo iba a cuidarlo-lo fui a ver antes de venir al colegio y…a comparación d anoche estaba mejor. 
El timbre resonó, las clases por el día de hoy terminaron. 
Estoy justo afuera del colegio. Tengo un increíble deseo de ir a verlo…pero ¿será lo correcto? No somos novios, creería que somos amigos…creería. 
 -Quieres ir a verlo… ¿cierto? –me pregunta Margo a mi lado, asiento levemente-entonces ve Mara…ahora no te puedes arrepentir de nada-me giro hacia ella y le sonrío. 
 -Muchas gracias, Margo, te amo amiga- la abrazo y le doy un beso en la mejilla. Iré a ver a Skyler. 
°°° 
 -Lía linda, entra-fui recibida por la mamá de Skyler, es una mujer muy amable y bella, su padre también es un hombre muy carismático…son unos padres con una personalidad muy original. Y Sebastián, bueno…él cuando quiere es divertido y cuando quiere es alguien muy serio…más serios que los hombres con esos gorros largos en Inglaterra. 
 -¿Viniste a ver a Skyler? –asiento-oh…hace mucho no se enfermaba…sube linda-ahora recuerdo lo que me dijo Skyler el otro día, sus papá s tampoco saben que terminamos. 
 -Michas gracias, Iza-subo las escaleras, a la quinta ya estoy cansada pero no pienso detenerme. Antes de entrar a la habitación de Skyler me tomo mi tiempo para recuperar mi ritmo- ¿Skyler? –después de unos tres minutos entro. Está sentado en su cama con unos cuadernos en sus piernas. 
 -¿Amara? –Skyler levanta su mirar y me mira sorprendido. Sus mejillas están sonrojadas, tiene fiebre- ¿qué…qué haces aquí? –me encojo de hombros y me acerco, dejo mi mochila en una esquina de la habitación, le toco su frente, sí…está hirviendo. 
 -Vine a verte-me siento en su cama a un lado de él y me giro hacia el recipiente que contiene agua con hielo y unos trapos sumergidos en él-recuéstate-le ordeno, él deja los cuadernos y me obedece, recojo un trapo y lo exprimo sólo un poco, me giro a él y se lo pongo en su frente. Me pregunto si hice bien en venir- ¿Qué hacías con los cuadernos? –le pregunto, sin su permiso agarro uno y es de matemáticas. 
 -Intentaba hacer los ejercicios…pero no los entiendo-masculló Skyler, vibré por una sonrisa interna. 
 -Cuando se te pase la fiebre te lo explico-él asintió y así seguimos en silencio por varios largos minutos. Él con los ojos cerrados y yo leyendo sus cuadernos. No era un silencio pesado ni incómodo…era uno tranquilo y se sentía bien. 
°°° 
 -¡Lo entendí! –han pasado cinco horas que estoy en la casa de Skyler, no es algo raro para nosotros, cuando éramos novios pasaba todo un día en su casa así que no me preocupo…de lo que sí me preocupo es de mi padre, mi mamá debe de estar preguntando-gritando a los cuatro vientos en dónde rayos me encuentro. 
 -Viste, no fue difícil-miro mi teléfono ¡valla! Ya son las nueve de la noche, valla que han pasado más de cinco horas.  
 -Skyler yo…-soy interrumpida por el golpeteo de la puerta, seguido se la ve a su madre meter la cabeza por la puerta. 
 -La cena está lista bajen-rayos no, comida no…en el mediodía les dije que ya había comido y por esa razón no comí…pero ahora… 
 -Yo…es algo tarde y…-giro mi cabeza a Skyler, él agarró mi mano. 
 -Quédate… ¿por favor? –asiento idiotizada por los ojos dorados que posee. 
 -Bajen ahora-ordenó Iza, Skyler asintió y se levantó, seguido de él yo me levanté, caminamos detrás de Iza hasta legar al comedor. Su padre, hermano y una hermosa chica estaban ya sentados en la mesa, al parecer Sebastián está de visita. 
 -Buenas noches-saludé, me acerqué a Iván y lo saludé con un abrazo, a Sebastián de la misma manera y a la chica con un beso en la mejilla, no sabía quién era, pero si está aquí de invitada debe ser alguien muy importante. 
 -Ella es Lía, la novia de Sebastián-me murmuró Skyler, hice un “oh” silencioso. Eso no lo sabía, pero bueno, era de esperarse, tiene 26 años. Izayoi empieza a entregarnos los platos con la comida, mi vientre se revuelve…es salsa, no creo que pueda comer eso…al menos tengo que intentarlo. 
Tu puedes Amara ¡hazlo! 
 -Gracias-le dio a Skyler al pasarme el plato y posarlo frente de mí-Mmm…-gimo al sentir el agradable aroma, hace mucho que no probaba comida casera hecha por Iza.   
 -¿Cómo estás Amara? –me pregunta Iván, mastico y trago antes de responderle. 
 -Estoy bien-que gran mentirosa resulté ser. Tampoco le puedo decir “estoy bien, solo que tengo cáncer y me estoy muriendo” obvio no. 
 -Estas muy delgada querida… ¿no estás enferma? –rayos. Ahora me pregunta Izayoi. ¿Qué puedo responder a eso? 
 -No, estoy bien…tal vez es porque estos días no he comido bien- okey, eso es verdad…no estoy comiendo bien, pero no porque no quiera, sino que es porque mi organismo no lo recibe.  
°°° 
 -Llamé a tu madre y le dije que te quedarías aquí-me informa Skyler, estoy en su baño, vomitando lo que comí en la cena, que vergüenza- ¿en serio estás bien? –entra al baño, tiro la cadena para evitar que mire mi vómito. 
 -Creo que el pescado y la salsa no son muy buena combinación-echo un sonoro suspiro, me levanto del piso y me voy a lavar la boca. 
 -Usa tu cepillo-se acerca y me extiende el cepillo de dientes, pensé que no tendría nada que me pertenezca aquí…en su casa. Recuerdo que la primera vez que dormí aquí él fue a comprármelo en la mañana. 
 -No me quedaré aquí, Skyler-dije después de cepillarme los dientes y lavarme la cara, me la sequé con su toalla de mano, Skyler no dijo nada y sólo miró cada uno de mis movimientos. 
 -Oh, claro que te quedarás-maldición. Justo antes de salir del baño mis piernas flaquearon, de no ser por Skyler estaría en el piso ahora mismo. Me depositó en su cama despacio y sólo me miró-Mara…aún te amo…más bien, nunca dejé de amarte-hay no, Skyler…mi corazón empezó a latir frenéticamente. Tengo unas ganas inmensas de llorar… ¿pero por qué me dice esto? Él dijo que gustaba de alguien más. 
 -Cuando me terminaste…dijiste que conociste a alguien ¿es verdad? 
 -Es verdad…pero…no me gusta, no me gusta porque tú serás siempre la única, no te he dejado de amar… Amara-mis ojos están cerrados, su voz es como una droga para dormirse-Mara… 
 -Duerme conmigo-me corro más hacia el lado izquierdo dejando espacio para Skyler, siento como el colchón se hunde por su peso, me arrimo más a él hasta apoyar mi cabeza en su torso. Abro mis ojos, levanto mi mirada y miro sus ojos que me observan sin pestañear, le sonrío y digo antes de quedarme dormida. 
 



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En el texto hay: romance, primer amor, amor adolecente

Editado: 09.10.2022

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