Veinticinco Razones

EPÍLOGO

 Skyler 
Seis años, seis años han pasado desde la muerte de Amara, aún me siento culpable, dicen que no es culpa mía, peo yo no lo veo así. Su mamá quedó devastada, su compañera, su mejor amiga, su hija murió. El señor Mcvey que creía que reservaba sus sentimientos, en el último momento, justo unos minutos antes de cerrar el cajón de su hija bajo tierra se ha desmoronado por completo, gritó y lloró, gritaba el nombre de Amara Dani, se mantuvo aferrado a los brazos de su madre. 
Recuerdo esos días fúnebres como si hubiera pasado solo hace unos minutos. 
Flashback 
Dejó de respirar. El sonido ensordecedor del pitido se escucha en la silenciosa habitación blanca. 
 -Mara… ¡Amara! –miro desesperado a mi alrededor, algún botón, algo… ¡algo! –Pequeña…por favor no, no, no, no, no-la alzo en mis brazos, peo su cuerpo se ha vuelto pesado y flácido- ¡Por favor no te vayas, no! –que esto sea un puto sueño, que esto sea un puto sueño-Despierta…por favor-sollocé, estaba llorando, mis lágrimas caían en sus mejillas que un tiempo atrás estaban rosadas, pero ahora tenían un odioso color pálido. 
 -Por favor retírese-varios doctores con batas entran y miran el cuerpo inerte de Amara en mis brazos, su expresión lo dice todo… ¡Peo me niego a creerlo! 
 -¡Hagan algo!¡Tráiganla de vuelta! –enfermeros entraron y el doctor les hizo una seña. 
 -Retírenlo-fruncí el ceño, no entendía hasta que los enfermeros me agarraron de los brazos intentando sacarme de la habitación. 
 -¡No! ¡No, no, yo me quedo! –intenté zafarme, pero estos enfermeros más que personas parecían gorilas- ¡Suéltenme! –los doctores con un resucitador trataban de traer a Amara de vuelta, una, dos, tres, cuatro, cinco…nada-Amara-sollocé- ¡Amara! -la puerta se abre y veo a mi hermano, me mira de reojo y luego mira a la cama, mira a Mara y a los doctores a su alrededor. 
 -Carajo-lo oigo mascullar, se acerca a mí y me mira, mis lágrimas no cesan, no dejo de mirar el cuerpo de Amara y a una máquina en especial, la línea verde tendría que estar en sic-sac, está esta, simplemente es una línea-vamos-Sebastián me toma por mis hombros, poniéndose delante de mí. 
 -Amara…Amara-negué con la cabeza repetidas veces, no quería irme, no quería dejar a Mara, no quería dejarla. 
 -Está mejor ahora-cerré mis ojos y las lágrimas acumuladas se derramaron. Los enfermeros me soltaron y quedé con mi hermano. Me sacó de la habitación, afuera estaban sus papás, su mamá lloraba y el señor Mcvey la abrazaba, Margo lloraba en un rincón con Mateo quien la consolaba, mis papás permanecían en silencio cerca de los señores Mcvey. 
Abracé a Sebastián, y volví a llorar. Fui una mierda con Amara, con el amor de mi vida. 
Fui una mierda al dejarla. 
Fui una mierda al decirle que ya no la quería ¡Cuando todo era una mentira! 
Fui una mierda al fijarme en alguien más. 
Fui una mierda al pensar en mí y no en lo que sentía Amara. 
Soy…soy una mierda. 
Amo a Amara y la amaré. ¿Por qué se tuvo que ir? ¡¿Po qué maldición?! 
¡El puto mundo es una mierda! Una mierda al igual que yo. 
 -No quiero que se vaya-sollocé en el hombro de mi hermano, le agradecía por estar conmigo-ella, ella no se merece esto…no se lo merece ¡yo debería estar en esa maldita cama no ella! –exclamé, arrugaba con fuerza la camisa de mi hermano, apretaba mis dientes, cerraba mis ojos con fuerza esperando que fuera una maldita pesadilla. 
¡¿Por qué Dios se lleva todo lo bueno?! ¡Odio a Dios, lo odio, lo odio! ¡Me ha arrebatado a quien amo y a la persona más importante para mí! 
Fin Flashback 
Mara falleció el día viernes a horas catorce, treinta y cinco de la tarde. Había pasado la madrugada en agonía, se despertó en cuanto fui a verla y con convulsiones, agotada dirigió sus últimas palabras hacia mí. Amara Mcvey es y será siempre la mujer a la que verdaderamente amé, amo y amaré. 
Sábado, el día del entierro. Ese día al parecer se puso de acuerdo a la ocasión, el cielo estaba gris, las nubes chocaban entre sí. Todos estaban tristes y estoy más que seguro que pensaban lo mismo que yo “¿Por qué Dios se llevó a Amara, una persona amable, cariñosa y amada por muchos?” Yo, después de seis años, aún no encontraba la respuesta. 
Con la ausencia de Mara, Margo y yo nos distanciamos, los amigos en común que teníamos ya no se dirigían a mí. Amara, ella era la que nos unía. Meses después de la muerte de ella, y de estar en completa depresión, decidí irme, todo el lugar me recordaba a ella. Seguí a mi hermano a Estados Unidos. Me sumí en los estudios, tenía compañeros, pero…no era ya el mismo, necesitaba a Mara, ella era mi camino. 
Vuelvo a mi ciudad de origen, después de 6 largos años. No se me ha olvidado que día es hoy. Hoy es veintisiete de noviembre, se cumple un año más de la muerte de Amara. Con un ramo de lores me dirijo al cementerio, no he avisado a nadie que estoy aquí, tampoco quiero que se enteren. 
Subo la colina, el cementerio es inmenso, miro las lápidas, tal y como estaban la última vez que las vi, algunas sucias y otras con mohos, los recuerdos de ella cuando estábamos juntos me invaden. 
Flashback 
 -¿No me digas que no sabes qué día es hoy? –negué con mi cabeza con inocencia- ¡Skyler! –exclamó Mara dándome un golpe leve en mi brazo. 
 -¿Mmm…? ¿Hoy es un día especial? –sabía perfectamente que hoy se cumplía un año desde que empezamos a salir. 
 -¿En serio no lo sabes? –preguntó tiste y decepcionada, no me gusta verla así. Me hice a un lado en la puerta de su casa, había escondido a mi lado para que no viera lo que traía para ella. 
 -Mmm…haber, déjame…déjame pensar-me hice el pensativo, Mara solo miraba a mi rostro con esperanza de que recodara el dichoso día, pero no era necesario, sabía más que bien que día era-Nuestro…primer año-exclamé mientras del costado de la puerta hacía aparecer globos con helio y un gigante peluche color marón clarito. Los puse adelante mío y levanto mi cabeza en dirección a ella con una gran sonrisa-Feliz primer año pequeña-le extendí el peluche, ella me miró con ojos llorosos y me sonrió, se acercó a mí y me abrazó ignorando el traje. 
 -Sky-sollozó en mi cuello, se abrazó a mí. 
 -¿No te gustó lo que te traje? –pegunté preocupado rodeando su espalda con un brazo. 
 -Es…es muy hermoso, Sky…pero no era necesario, con tenerte a mi lado es suficiente-sonreí. 
La amaba con cada célula de mí, con cada hebra de mis cabellos, la amaba con todos los sentidos. Amara es perfecta para mí, es mi vida. Es nuestro primer año, discutimos, pero lo arreglamos, está de más decir que la reconciliación es la mejor parte, me ama, yo la amo, y la seguiré amando a pesar de las dificultades que en un futuro cercano seguramente tendremos. 
Fin Flashback 
 -Hola cariño-me arrodillo frente a la lápida del amor de mi vida, dejo en un pequeño florero vacío las flores favoritas de Mara, la zinnia, a mi azabache le encantaba el color tan único de ellas, la forma increíble con las cuales algunas tenía dos colores mezclados. 
 -Lo siento, te he dejado abandonada. Volví después de seis años, pero siempre, todos los días después de que te fuiste, nunca he dejado de pensar en ti pequeña-sonrío con tristeza, en serio la extraño mucho, su aroma, su presencia, el sonido de su voz, la extraño. 
Mientras miro la lápida grisácea con las letras grabadas de su nombre y fecha de nacimiento junto con una pequeña frase dedicada a su persona “Siempre con una sonrisa” y una cita de Bob Marley “vamos a reírnos de todo, porque la tristeza no se cura con más tristeza”. Y eso es verdad, los últimos días de vida que tuvo, a pesar del dolor que sentía a causa del puto cáncer, nunca, nunca, dejó de sonreír, y todos los días, siempre, me dio sus razones, que tiempo después entendí cuando volví a releer la carta que me dio después de que rompimos. 
Cuando Amara se fue, después del entierro me he sumido en la depresión, es tres ocasiones intenté suicidarme, me quedaron cicatrices, tal vez sea algo enfermo, pero, cuando observo mis cicatrices en mis muñecas y antebrazos, y recuerdo como me asfixiaba en pastillas, mi sonrisa no se hace de esperar en aparecer, cuando hacía eso, lo único en lo que pensaba era en estar con Mara, sí ella no estaba a mi lado con vida, mi miserable y patética vida ya no tenía sentido. 
Tiempo después, mis padres junto con mi hermano me pusieron en rehabilitación, cuando salí del centro de ayuda estuve de acuerdo en marcharme junto con Sebastián al extranjero para poder terminar mis estudios y salir de la ciudad, en donde todo me recordaba a mi amada azabache. 
Ahora he vuelto, no tengo amigos y tampoco he podido volver a tener una relación estable, Amara, ella fue todo para mí y me es difícil reemplazarla, no puedo evitar comparar a mujeres con la gran persona que fue mi azabache. 
 - ¿A qué te referías con que “Encuentre mi final” ¿no lo he podido comprender-cuando estaba en estado agonizante, con sus pocas energías antes de decir su última razón, ella me lo repetía. 
Siento una presencia detrás de mí y volteo la cabeza lentamente. 
 -Lo siento, solo vine a dejarle un ramo de flores-es Eleeana, está igual a como la recordaba de hace 6 años, peo ella al parecer no me reconoce. 
 - ¿Vienes a menudo? 
 -Hace unos años me enteré que falleció, no la conocí bien, pero en las cortas visitas que me hizo, supe que era una gran persona, una increíble mujer- ¿Amara visitaba a Eleeana? ¿Por qué pequeña? 
 -Soy Skyler, Eleeana-ella abe los ojos al escuchar mi nombre, se queda en silencio mirándome con atención, sí, he cambiado un poco durante estos años. Me teñí el cabello de negro y me lo recorté hasta los hombros. 
 -Skyler…valla, que sorpresa-ahora con un poco más de confianza se acerca, se arrodilla y deja las flores encima de la lápida de Mara, para luego decir unas palabras inentendibles en susurro- ¿la amabas? 
 -Mucho-sin dudar respondo- ¿por qué te visitaba? 
 -Es una pregunta que nadie puede responder. Nunca supe su motivo del por qué me visitaba, ella sabía claramente quien era yo, aun así, me siguió visitando durante un corto periodo de tiempo y después nada…tiempo después supe porque había dejado de hacerlo. Lamento mucho su muerte Skyler. 
 -Ella me había dicho que “Encuentre mi final” ¿Sabes algo? 
 -Yo creo que ella, no quería que te estanques en la soledad, que salgas a delante y que sigas tu camino hasta encontrar tu verdadero final, recuérdala como algo valioso, un tesoro en tu corazón, no la olvides, amala por siempre, pero que…encuentres tu final. 
 -Ahora comprendo-sonrío mirando la lápida y las flores en ella, aún después de que te fuiste en plano físico pequeña, aun así, sigue preocupándote por los demás, sigues preocupándote y cuidando de mí. 
Mi primer amor fue Mara, el que llega en la adolescencia, el que te llena de ilusiones y parece un guion de película. 
Amara Mcvey fue mi segundo amor, el que te enseña el dolor, el sufrimiento, al que te aferras, pero tú mismo sabes que no es para ti, el que hubieras deseado que sea para siempre pero no puede suceder, el amor que te enseña a madurar. 
Ahora simplemente yo, Skyler Taylor, espero pacientemente al amor de mi vida, el amor inesperado que se cree no llegaría, el amor que cura las heridas y te sorprende, el amor que te vuelve a hacer feliz, el amor de tu vida, espero pacientemente encontrar mi final, el final que Amara a escondidas preparó para mí. 
Algún día espero volver a encontrarla y agradecerle por todas las emociones que me hizo sentir solo con su presencia, con sus sonrisas, con sus miradas y sus caricias.  
Te amé, te amo y te amaré por siempre, Amara Mcvey. 



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En el texto hay: romance, primer amor, amor adolecente

Editado: 09.10.2022

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