El bosque estaba envuelto en una niebla espesa, y la luna brillaba con una luz tenue, iluminando apenas el camino que Kael seguía. Había escapado del palacio una vez más, esta vez con un propósito claro: encontrar a Selene. Desde su último encuentro, no podía sacarla de su mente. Sabía que ella tenía respuestas, y qué podría saber qué estaba pasando con él y esas pesadillas extrañas que no lo dejaban descansar además de lo sucedido con la espada en el entrenamiento, también estaba su primer encuentro lo que dijo esa figura sobre que el devorador de almas había vuelto ¿tendría eso algo que ver con lo que estaba pasando en su reino? A demás, ¿tendrían ella y su gente algo que ver? Tenía que averiguarlo y enfrentar la oscuridad que amenazaba a su reino.
Por su parte, Selene lo esperaba en un claro del bosque, su cabello plateado brillando bajo la luz de la luna. Cuando vio a Kael acercarse, una sonrisa iluminó su rostro.
—No pensé que vendrías—dijo Selene, con una mezcla de alivio y curiosidad.
—No podía quedarme en el reino—dijo Kael, acercándose a ella—. Necesitaba verte. Necesitaba hablar contigo.
Los dos se sentaron en un tronco caído, rodeados por la magia del bosque. Por un momento, el mundo exterior pareció desaparecer, y solo existieron ellos dos.
—¿Qué está pasando?—preguntó Kael, mirándola a los ojos—. Las aldeas de Astrae están siendo atacadas, y hay algo en mí que no entiendo.
Selene suspiró, viendo que el hombre a su lado estaba perturbado y que buscaba respuestas que tal vez ella no tenía.
—Escuche rumores en Luntharys de que Nyxmar podría haber sido despertado—dijo—. Es una criatura antigua, nacida de la oscuridad, y su poder está creciendo. En cuanto a lo que sientes en ti, no sé a lo que te refieres.
Kael la miró.
—¿Qué quieres decir?—preguntó, Selene.
—No es nada—dijo Kael que no podía confiar del todo en la extraña sentada a su lado—. Es solo que no he dormido bien estos días.
Selene asintió lentamente, sintiendo que las palabras de Kael no encajaban.
—Eso explica muchas cosas—dijo—. Pero si es cierto lo que mi pueblo sospecha. Nyxmar no descansará hasta devorar todo a su paso.
Selene tomó su mano, sintiendo una conexión profunda entre ellos.
—Tienes que tener cuidado—dijo—. Necesitas la ayuda de tu reino.
En el Palacio de Luntharys
Mientras Kael y Selene hablaban en el bosque, en el Palacio de la Luna, la Reina Elaria observaba a los ancianos del consejo con preocupación. Selene había estado actuando de manera extraña últimamente, y la reina sabía que algo estaba sucediendo, por lo que prefirió que la princesa no participara de la reunión.
—¿Qué está sucediendo?—dijo la reina, acercándose a su cilla en el palacio
Todos en el consejo la miraron, sintiendo el peso de la oscuridad que se cernía sobre su reino.
—Mi reina—dijo uno de los ancianos—, hay algo que debes saber. Nyxmar ha sido despertado, y Aldred, el rey de Astrae, tiene algo que ver en esto, hay que detenerlo.
La reina frunció el ceño, sintiendo una oleada de preocupación.
—¿Aldred?—preguntó—. ¿El rey humano? No ha estado enviando mensajeros con propuestas de una alianza.
—No es completamente honesto—dijo—. Es descendiente de los Solaris y su padre, el rey anterior, era tan despiadado como ese linaje maldito.
La reina asintió lentamente, sabiendo que el destino de ambos reinos estaba entrelazado por la desgracia.
—Debemos actuar con cuidado—dijo—. Si Nyxmar está despierto, entonces el Velo Estelar está en peligro.
Mientras tanto, en Luntharys, los magos y hadas comenzaban a sentir la perturbación en el Velo Estelar. Las sombras que acechaban en las fronteras del reino eran cada vez más numerosas, y el miedo comenzaba a extenderse entre los habitantes.
—El Velo se debilita—dijo uno de los magos del consejo, mirando a la Reina Elaria con preocupación—. Si no actuamos pronto, Nyxmar romperá la barrera y nos devorará a todos.
La reina asintió, sabiendo que el tiempo se estaba agotando.
—Preparen las defensas—dijo—. Y envíen mensajeros a Astrae. Necesitamos saber que es lo que pretenden los humanos.
Mientras los reinos se preparaban para la batalla que se avecinaba, Kael y Selene seguían viéndose a escondidas en el bosque prohibido, sin ni siquiera saber el inesperado destino que les aguardaba el futuro.
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Editado: 12.04.2025