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Capítulo 12: El viaje a las cataratas

 



 

Mi celular no paraba de sonar, eran las 8 de la mañana y era el Negro, contesté entre dormido.

 

–Vamos para allá a buscarte. Te da tiempo de ponerte la ropa y empacar.

 

El negro y su mamá llegaron a las 9, yo estaba en modo zombi, entre al auto y los saludé, su primo no estaba, no pregunté por él para no incomodar, partimos rumbo a las cataratas. La mamá del Negro me pregunto por mi abuela, por cómo me estaba yendo en el trabajo y habló sin parar en todo el viaje. Hasta que llegamos al parque. Armamos la carpa y la mamá del Negro se acostó. Los dos nos quedamos alrededor de una fogata que habíamos encendido a penas llegamos. Le conté todo lo sucedido y me dijo.

 

–Es mitómana, no hay otra explicación. Haciendo un gran esfuerzo por unir cada palabra.

 

–Pero ¿cómo puede saber lo de Dani? Le pregunté.

 

–¿A quién más le contaste sobre el incendio? Me preguntó.

 

–A nadie más solo él y yo lo sabíamos, hicimos un juramento de no contarle a nadie.

 

–De alguna manera consiguió esa información. Si le mintió a su mamá así y a ti de esa manera entonces te mintió con lo de Dani. Además, la mamá te dijo que era igual de mentirosa que el papá. ¿Sabías que eso de mentir mucho es hereditario? Los narcisistas mienten mucho, los sociópatas y lo psicópatas también. La mayoría de los norteamericanos sufren algun tipo de estos trastornos. 

 

–No creo que Steffi me haya mentido de esa forma, y menos con lo de Dani. Le dije.

 

–Arthur, deja de ser tan tonto. Esa chica es una mentirosa. Me habló de manera firme.

 

–Recuerdo que no le conté a nadie lo del incendio en la escuela, pero lo escribí en mi diario. Y el diario siempre lo llevaba en mi bolso. Lo pudo haber sacado de ahí. Pudo haber registrado mi casillero y sacarlo de mi bolso mientras yo trabajaba. Ellas tienen las copias de las llaves de esos casilleros, son las únicas que pueden abrirlos en caso de que a alguien se le pierda la llave.

 

–Bueno, creo que es muy probable que ella haya leído tu diario, a que haya visto imágenes de Dani con otros seres de otro mundo en un lugar sobre natural ¿No lo crees?

 

Me llené de mucha rabia, no podía creer que Steffi fuese tan mentirosa, tanto que me reclamó que le había arruinado la vida y ella me había mentido descaradamente con lo de Dani, me había negado con su mamá y además se había metido con mis cosas privadas. Solo quería llegar a la ciudad y reclamarle. En esos días mi celular estuvo apagado, ya que la batería se le había agotado y en el parque no había electricidad. Pero no paraba de pensar en las mentiras de Steffi. Me contuve para no llorar por la tristeza y la decepción que sentía en ese momento.

 

El domingo en la noche me dejaron en la puerta del departamento, ya estaba más tranquilo. Entre y no vi a mi abuela por ningún lado como de costumbre. Cargué mi celular y luego lo encendí. No tenía mensajes de Steffi. No sabía que hacer, si preguntarle si había leído mi diario, o ir al restaurante y hacerlo en persona. Verifique que mi diario estuviese en el bolso y ahí estaba. Steffi pudo leerlo en los momentos que yo estuve ocupado, leyó todo y me mintió con lo de las imágenes que veía. Dani estaba en realidad en coma y no atrapado con esos seres. 

 




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