Ven Conmigo

Capítulo 27

"Si ese día hubiera sido un poco más valiente y te hubiera dicho lo que sentía"

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Matias Henderson

¿Porque la he estado evitando? 

Al final Fabiola tenía razón y tan solo le iba a hacer daño a Emma por no poder alejarme de Roxana.

Que me di cuenta que quiero a Emma.

— Porque falta un mes para irme— comienzo a mentir—  Quiero alejarme un poco de ti para que no me hagas falta.

—  No importa que te vayas.

—  Claro que importa, porque hemos estado viviendo juntos, nos vemos y hablamos todos los días, que me quiero alejar de eso para que no me haga falta.

—  No importa que te mudes, seguiremos hablando y claro que no nos veremos tan seguido, pero iré a molestarte cada que pueda, ¿Okey? —  tan solo asiento—  Debemos salir del baño.

Salgo antes que ella y me voy directamente a mi habitación. Busco mi libreta y comienzo a escribir.

Si tan solo te hubiera dicho la verdad....

Dos semanas después comencé a progresar en mi relación con Roxana, tal vez al final si logremos recuperarla. Emma a ella aun la evito y creo que ella ya se ha rendido al intentar acercarse. 

—  ¿Vas a salir? —  Me pregunta al verme bajar las escaleras.

—  Si, voy con mi padre—  le respondo—  Nos vemos al rato.

Me voy a la casa de mi padre, no tardó mucho en llegar porque no está muy lejos de aquí. Al llegar entro a la casa sin avisar y a la primera que me encuentro es a Kali, la mujer que tanto quiero.

—  Hola Matias—  me saluda muy alegre como siempre—  ¿Qué haces aquí? 

—  Vine a ver a mi padre.

—  Creo que está en su estudio—  señala hacia este—  Pasa, iré a preparar la comida espero que te quedes—  no me da tiempo a responderle porque se va para la cocina.

Me voy para el estudio de mi padre y al entrar lo veo ordenando y leyendo un montón de papeles.

—  ¿Puedo pasar? —  pregunto captando su atención.

—  Claro pasa. 

—  ¿Qué haces? —  le pregunto sentándome en la silla que está enfrente de él. 

—  Ordeno papeles del trabajo.

—  ¿Estas ocupado? Si quieres regreso luego.

—  No tranquilo—  intenta despejar el escritorio—  ¿Qué se te ofrece?

—  Nada importante, solo quiero hablar.

—  ¿Sobre qué? —  cada vez se ve más interesado.

—  ¿Por qué te fuiste? —  pregunto directamente y al le cambia la mirada—  ¿Porque me dejaste? —  parezco un niño chico preguntando esto.

—  ¿Quieres hablar de eso?

—  Si, supongo que lo necesito.

—  Siempre te he amado Matias, jamás dudes de eso. 

—  Si, siempre me has amado, ¿Porque me dejaste? —  necesito saberlo.

—  Porque fui un idiota—  eso lo sabía—  Fui un idiota al pensar que con tu madre estarías bien.

—  Fuiste un gran idiota.

—  Jamás me paso por la cabeza que tu madre te culparía a ti y mucho menos pensé que te haría todo eso. 

—  ¿Qué creíste que pasaría?

—  Algo muy diferente, tu madre era muy cariñosa, comprensiva y amable, así que no imagine todo lo que hizo. 

—  Yo te dije todo lo que sucedía y no volviste, ¿Por qué?

—  Porque no te creí, solo eras un niño y no creí lo que decías hasta que te vi. Vi las marcas, los golpes, las cicatrices.

—  Solo me viste una vez—  recuerdo—  De parte de ti solo recibía llamadas. 

—  No tenía el valor para verte.

—  Pero dejaste que ella siguiera haciéndolo—  si tan solo él no hubiera sido tan cobarde, me pude haber evitado muchas cosas—  ¿Por qué de pronto dejo que me fuera? 

—  Ella o te dejo ir voluntariamente, la obligué—  eso no lo sabía—  Cuando conocí a Kali encontré el valor que me hacía falta. 

—  Hace años la conoces. 

—  Y desde hace años he intentado que tu madre te dejara ir, pero obviamente ella no accedía.

—  ¿Qué paso?

—  Una demanda por maltrato infantil, eso paso. Sabía que perdería automáticamente— suspira—  No entendía como es que se mantenía, siempre rechazo el dinero que le daba.

—  Claramente se mantenía de mi—  y de pronto todos los recuerdos vienen a mí y me siento como una basura.

—  Lo siento Matias, eras un niño, no debiste pasar por todo eso. Lamento no haber regresado por ti a tiempo, lamento haberte dejado, lamento haberte arruinado de esa forma. Espero que algún día me perdones. 

Me quedo callado y lo miro. 

Perdonar. 

Jamás voy a perdonar a mi madre. 

De cierta forma no perdone a Roxana y Federico. 

No me he perdonado a mí mismo. 

—  Se que lo lamentas— hablo finalmente—  Hace mucho te perdone, no imagine que Kali al ser tu salvación también sería la mía. 

—  Pero mírate— se le forma una sonrisa—  Has pasado por muchas cosas y aun así eres un increíble chico, comprensivo, con una gran mente y un increíble corazón. 

Un increíble corazón, al parecer eso nunca es suficiente. 

—  ¿Qué pasa, Matias? —  pregunta al notar mi silencio.

—  ¿Recuerdas a Roxana?

—  Si tu novia, ¿Qué pasa con ella? 

—  La quiero desde que la conozco y la llegue a amar— comienzo—  Fuimos novios, todo era perfecto, en serio. 

—  ¿Qué paso? 

—  Federico—  suspiro—  Ella y Federico paso.

—  ¿Te engaño con él?

—  Muchas veces, pero no me moleste. 

—  ¿Por qué? 

—  Porque cuando comencé a ser su novio yo sabía perfectamente la historia que ella tenía con Federico y no sé, creo que lo entendía.

—  Ellos tuvieron una historia, tuvieron tiempo pasado. Cuando comenzaron a ser novios Federico debió respetar su relación, así como Roxana debió darte tu lugar como su novio. 

—  Tienes razón, pero creí que al darle otra oportunidad y otra y otra, en alguna de esas oportunidades nuestra relación volvería funcionar.

—  ¿Y funciono?

—  No, no funciono hasta ahora.

—  ¿Por qué sigues con ella? 




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