Ven Conmigo

Capítulo 35

"No te veo todos los días, pero todos los días pienso en ti y en cuando por fin nos volvamos a ver"

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Matias Henderson

Al despertar veo un plato de comida a mi lado, apenas alcanza para una persona, lo justo. Me siento en el colchón, pero antes de poder comenzar a comer escucho ruido al otro lado de la habitación, detrás del mueble y las cajas que están al frente, lo dejo pasar, tal vez era un animal. Pero descarto la idea por completo cuando veo una silueta moverse.

— ¿Hola?— no recibo respuesta, pero se que ahí esta— Supongo que estoy solo aquí así que podre disfrutar solo de mi comida— tiento y veo como asoma su pequeña cabeza, ¿Qué mierda?

— Seria muy grosero que no me dieras— habla finalmente.

— Tal vez, pero también es grosero que te escondas mientras hablo— al decir eso ella sale de su pequeño escondite y se sienta enfrente mío.

Es una niña pequeña con pelo largo y negro, tiene la ropa algo desgastada y es demasiado delgada.

— ¿Cómo te llamas?— me ignora y mira con impaciencia el plato— Si me hablas, yo te podría dar de mi comida— aunque no lo haga le daré.

— Me llamo Olivia, tengo cuatro años, solo estoy aquí abajo cuando mami tiene visitas— lo dice como si lo hubiera memorizado— Mi mami se llama Amanda y nunca he escuchado el nombre de mi papi— finaliza y me da una sonrisa— ¿Tu que haces aquí?

— Amanda también me dejo aquí abajo, tengo 17 años, mi papá se llamada David y vivo con mi hermana menor.

— ¿Cómo te llamas?

— Mi nombre es Matias— al decirlo puedo ver que se sorprende.

— ¿Eres Matias?— asiento— He escuchado a mami hablar mucho de ti, dice que sin ti ella no puede seguir y te necesita— estoy seguro de que necesita otra cosa.

Ella sigue mirando el plato ansiosa y yo se lo doy— ¿No comerás tu?

— No tengo hambre— tengo demasiada hambre.

— Toma— me da un poco de la comida— Todos debemos comer— veo como divide su parte en dos.

— ¿Por que la divides?

— Porque cuando Cora despierte debe de comer.

— ¿Quién es Cora?

— Mi hermana pequeña, esta dormida haya— señala detrás del mueble— Tiene un añito— santísima mierda— Llevas muchos días aquí.

Y es verdad, realmente no se cuanto tiempo ha pasado, algunos días antes de despertar me encuentro con comida a mi lado y hay otros días en los que ni un poco de agua tengo. El día que ella me encerró no tenia mucha pila en mi celular y cuando lo encendí me di cuenta que aquí abajo no hay señal.

Durante los primeros días pensé que me sacaría en poco tiempo, pero como fue pasando el tiempo me di cuenta que no lo haría. El prometió que estaría bien, pero las promesas se rompen.

— Nosotras también llevamos mucho tiempo aquí— dice Olivia sacándome de mis pensamientos— Nosotras llegamos antes que tu.

— Llevo muchos días aquí, ¿Cómo no me di cuenta que ustedes estaban aquí?

— Detrás de esa cosa de ahí— señala el mueble— Esta nuestro cuarto, no es muy grande, pero cabemos las dos y también es muy silencioso.

— ¿Cómo les da de comer?

— No lo ha hecho, hace tiempo no nos da nada, por eso iba a tomar un poco de la tuya.

— ¿Me ibas a robar?

— Lo iba a tomar prestado— sonrió.

— ¿Puedo ver a Cora?

— Si, pero no la despiertes— ella se levanta y camina hacia el mueble mientras yo la sigo, pero se detiene para regresar por la comida y sigue avanzando.

Paso por el espacio que hay entre le mueble y la pared y ella abre una puerta escondida entrando primero que yo, al entrar me doy cuenta que tenia razón, no es muy grande, pero caben bien las dos.

Veo a la pequeña niña que esta dormida en el colchón, no es tan difieren a Olivia.

Su cabello es castaño y no tiene mucho, también es demasiado delgada para un bebe y un poco pequeña.

— ¿Tu la cuidas?— le pregunto a Olivia la cual esta a mi lado y ella asiente— Has hecho un buen trabajo— me sonríe.

Antes de que pueda volver a hablar escucho ruido en mi parte del sótano y la cara de Olivia cambia al instante.

— Es mamá— dice asustada— Te tienes que ir corre.

— ¿Por que?

— Porque me dijo que si hablaba contigo me castigaría— no necesito imaginarme cuales son sus castigos.

— Esta bien, hablamos después, Olivia— salgo del pequeño cuarto y justo cuando Amanda esta bajando yo camino al colchón.

— Ya las conociste, ¿No?

— Tiene cuatro años, ¿Te la robaste o que?— ella ríe ante mi pregunta.

— Claro que no, es mi hija. Tu casi no estabas en casa así que fue sencillo esconder mi embarazo y fue lo mismo con Cora.

— ¿Por que no les das de comer?

— Matias— habla como si fuera obvio— ¿Les doy de comer a ella o a ti? no puedo con los tres.

— Dales a ellas— respondo sin dudarlo— ¿Por que las tienes aquí?

— Creo que los dos tenemos la respuesta a esa pregunta, necesito vivir de algo, Matias, lastima que aun son muy pequeñas y no les gustan.

— ¿Por eso me trajiste a mi?

— Claro que no, tu ya estas muy grande y usado, nadie te va a querer. Pero seguramente logre conseguir alguien para Olivia.

— Úsame a mi— respondo nuevamente sin dudarlo— Busca a alguien para mi y úsame a mi.

— ¿En serio te vas a sacrificar por ellas, Matias?

— Si— no merecen pasar lo mismo que yo.

— Esta bien, de seguro alguien te va a querer, hay tanto enfermo en el mundo— mira quien lo dice maldita enferma— Debes cuidarte Matias o nadie te va a querer y tendré que usarlas a ellas.

— Púdrete.

— Yo también te quiero— comienza a subir las escaleras mientras yo me quedo sentando pensando en que regresare a mi infierno.

Después de dos días Amanda regreso y me trajo ropa limpia, entonces supe que ya había encontrado a alguien, al terminar de cambiarme ella me amarro las menos y me llevo con ella, no intente soltarme, estuve tranquilo hasta que llegamos al cuarto y me pido que esperara.




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