"Pensé que me diría; es mi hija por supuesto que la quiero."
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Emma White
Estoy afuera del restaurante esperando a que llegue. Quedamos en vernos aquí a las 3:00 pm y ya son 3:30, tal vez se le atravesó algo y no ha podido venir, pero no me ha llamado y tampoco me ha enviado algún mensaje. Normalmente me regresaría a mi casa, pero tarde en llagar aquí y tengo hambre así que decido entrar al restaurante.
Después de pocos minutos me asignan una mesa y me toman el pedido. Mientras espero sigo revisando mi celular para ver si tengo algún mensaje; nada.
Pensé que ya había llegado cuando la silla que esta enfrente mío se abrió, pero cuando levante la vista me lleve una gran decepción al ver que no era el.
— ¿Hola?— le digo al chico que se sentó— ¿Qué se te ofrece?
— Nada guapa, solo quería saber una cosa— espero a que hable— ¿Qué haces aquí?
— Es un restaurante, ¿Tu que crees que hago aquí?
— Tienes razón— sonríe— Eres muy linda.
— Gracias.
— ¿Cómo te llamas?
— ¿Algo mas que se te ofrezca? mi comida no tarda en llegar y quiero comer tranquila.
— Solo quiero saber si te gustaría salir un rato, ir a mi casa y pues ya sabes.
— No quiero, adios.
— ¿Estas sola?
— Adiós dije.
— ¿Por que una chica tan linda esta sola aquí?
— Joder que eres un fastidio— dice una voz antes de que yo responda— ¿No escuchas que quiere que te vayas?
— No eres nadie para meterte en esto.
— Soy su novio— responde Matias callando al chico.
— Como veras no estoy sola— hablo— Vete por favor.
El chico se levanta y se va. Matias se sienta en la silla sin decir nada, toma su teléfono y comienza a escribir. Cuando veo su mano noto que tiene una bandita que te ponen cuando te inyectan o sacan sangre. ¿Qué estuvo haciendo?
— Hola bonita— me saluda dejando su celular— Perdón por llegar tarde, lo que pasa es que olvide que tenia unas cosas que hacer.
— Lo importante es que estas aquí.
— ¿Ya ordenaste?
— Si— el llama al mesero— Tienes que dejar de decir que ere mi novio.
— Algunas veces solo lo digo para que te dejen de molestar.
— Y te lo agradezco, pero no lo digas porque no eres mi novio.
— Aun— sonríe— Aun no soy tu novio, pero tal vez en un futuro cercano lo sera.
— ¿Por que tan seguro?
— Solo lo se.
— Bueno, por el momento no lo eres.
A lo pocos minutos nos traen comida a los dos. Cuando salimos del restaurante caminamos un rato por las calles hasta que Matias hizo que nos detuviéramos en una tienda de trajes de baño.
— ¿Tienes trajes de baño?— niego— Vamos a comprar uno.
— ¿Yo para que quiero uno?
— Porque te tengo una sorpresa— lo miro esperando— Te llevare a la playa pasado mañana— y estoy segura de que mi cara cambia al instante porque ríe.
— ¿En serio?— asiente— Jamás he visto el mar en persona.
— Lo se— no se como lo sabe— Por eso te llevare.
— Vamos a comprar el traje de baño— lo tomo del brazo para entrar en la tienda.
Mientras que yo veo los trajes Matias solo viene detrás mío. Hay varios que son muy bonitos, pero la mayoría son de dos piezas y otros son bikinis, son muy bonitos, pero siento que el que no esta bonito es mi cuerpo. Unas manos me abrazan por la cintura y es como si Matias me hubiera leído la mente.
— Apuesto que te verías hermosa con ese.
— ¿Con el bikini?
— Si, pero yo me refería al otro— lo miro— El bikini es muy bonito, pero bastante revelador y ese no es el problema. Solo que se como te sientes y tal vez te sientas incomoda con es y lo importante es que tu estés cómoda.
— Tal vez si.
— Pero como siempre esa es tu decisión, escoge los que te gusten.
Después de varios minutos logro escoger cuatro modelos, intento que Matias me imagine con ellos puesto para poder escoger uno.
— Ahora este— veo como cierra los ojos.
— Te ves bien.
— Tienes que ayudarme a escoger— me mira— Solo se sincero.
— En mi imaginación te vez bien y estoy seguro que cuando te los pongas te veras aun mejor. Si te gustan los cuatro llévatelos.
— Matias no soy millonaria.
— Yo los pago.
— ¿Tu si eres millonario?— sonríe.
— Ya vamos a pagar.
Después de pagar salimos de la tienda y seguimos caminando hasta llegar a un parque; estando ahí seguimos hablando sobre algunas cosas, pero comienza a llover haciendo que nos refugiemos debajo del techo de una casa.
— Vamos a divertirnos— me dice sonriendo— Bajo la lluvia.
— Nos vamos a enfermar.
— Vamos bonita no seas amargada— lo miro— Vamos a mojarnos.
No me da tiempo de responder porque me jala del brazo llevándome devuelta al parque.
— No le encuentro lo divertido a esto.
— Bonita, no debes de encontrarle sentido a todo en la vida.
— ¿Por que estamos haciendo esto?
— Quiero crear recuerdos bonitos contigo— me toma de la mano— Por si algún día pasa algo, quiero que recuerdes cosas bonitas conmigo.
— ¿Por si pasa algo?
— Si, no sabemos que pueda pasar mañana y solo quiero que cuando desaparezca de esta vida— se acerca mas a mi— Puedas recordar algo hermoso.
— ¿Pasa algo? ¿Por que dices eso?
— No pasa nada— me vuelve a sonreír— Solo quiero crear recuerdos.
— ¿Qué cosas tenias que hacer hoy?— nos comenzamos a mover como si estuviéramos bailando.
— Nada importante.
— ¿Dónde estabas?
— Con Alison, de hecho las cosas que tenia que hacer era ayudarla en algo— evita mi mirada, es como si me estuviera mintiendo.
No se exactamente que era lo que hacíamos, tan solo dábamos vueltas. Comenzamos a caminar hasta llegar a mi casa, ya estando ahí voy por un par de toallas para intentar secarnos un poco.
— Ya me tengo que ir— me dice.