Capítulo 39

"No necesito mirar ni buscar a otro lado, tu eres todo lo que soñé"

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Emma White 

— Bonita— me llama— Despierta, ya traje comida. 

Cuando abro los ojos ve encuentro con Matias a mi lado junto con una bandeja de comida. Ya que no puedo ver el mar prácticamente no puedo salir del cuarto, así que Matias se ha encargado de traer el desayuno y comida para que comamos juntos aquí.

— Gracias— me acomodo en la cama y comenzamos a comer— ¿Ya puedo salir?— niega— Matias, no me has dejado ni asomarme por la ventana.

— Lo siento, pero te prometo que en la noche podrás salir— sonrió— Si sales ahora arruinaras mi sorpresa.

— Espero que sea muy buena.

— Lo es— sonríe

Al terminar de comer vemos una película y sin darme cuenta comienza a anochecer. Seguíamos acostados, pero Matias de pronto se levanto. 

— ¿Qué pasa?— pregunto mientras se pone los zapatos— ¿Ha donde vas?

— Ha hacer algunas cosas, pero regreso por ti en 10 minutos— me mira— Así que ponte aun mas hermosa— me da un beso en la frente y sale del cuarto.

Me cambio de ropa, me peino y me pongo zapatos esperando a que Matias venga, y exactamente 10 minutos después Matias apareció cambiado de ropa. Nuevamente me vendo los ojos y comenzó a guiarme fuera de la habitación hasta que nos detuvimos.

— No te descubras los ojos hasta que te diga— avisa— ¿Estas lista?— asiento— Ya puedes mirar. 

Cuando me quito la venda veo a Matias enfrente mío junto con un ramo de rosas, aun lado de el están Federico y Emilio sosteniendo un cartel que dice "jamás pensé en conocer a una chica como tu".

— Bonita— me llama y aun no proceso todo— Jamás pensé en conocer a alguien como tu, inteligente, hermosa, valiosa, tan pero tan perfecta— le sonrió sin poder evitarlo— Porque eso eres tu para mi, Emma; eres la mejor persona que he podido conocer, la palabra perfección se queda corto a lado tuyo—se comienza a acercar— Tal vez hemos tenido uno que otro problema, pero aquí estamos. Por eso es que hoy aquí te pregunto. Emma Zarcos White. ¿Quieres ser mi novia?

— ¿Hablas en serio? 

— Es lo mas en serio que he hablado en todo mi vida.

— Matias Henderson Nava acepto ser tu novia— veo como se le forma esa hermosa sonrisa

— ¡Vivan los novios!— grita Emilio haciendo que Lucia le suelte un zape.

— Tarado eso se dice en las bodas. 

— Esto no es una boda, pero aun así que vivan los novios.

Ellos discuten sobre si solamente se debe de decir en las bodas o no mientras que Matias hace que nos alejemos un poco de todos. 

— Este ramo es para ti— me lo entrega— ¿Te gusto mi sorpresa? 

— Me encanto. Ahora puedo decir orgullosamente que Matias Henderson es mi novio.

— Y yo puedo decir orgullosamente que soy novio de Emma White. 

— La verdad no me esperaba esto, como si fuera demasiado bueno para ser real.

— Créeme que es real.

— Hola chicos— dice Emilio al acercarse a nosotros— Tengo que decir algo— esperamos a que hable— Ahora eres novio de mi hermana— se dirige hacia Matias— Así que no quiero que la lastimes jamás, ¿Entendido? 

— Entendido. 

— Y a ti Emma— me mira— Mas te vale no lastimar a este increíble chico porque te mato— no puedo evitar reír. 

— Ha mi me vas a matar, pero a el no. 

— ¿Cómo voy a matar a un chico como el? no se puede.

— Chicos— nos llama Dante— Vamos a explorar un poco, ¿Vienen?

— Yo si voy— responde Emilio poniéndose a un lado de Dante. 

— Nosotros los alcanzamos en un rato— dice Matias.

— ¡Vámonos!— grita Lucia haciendo que todos vayan a donde ella. 

— ¡Vivan los novios!— grita una ultima vez Emilio. 

— ¡Que eso solo se dice en las bodas!— responde Lucia.

Vamos como todos se van mientras que Matias me toma de la mano para sentarnos en la arena viendo el mar. 

— Es muy hermoso— hablo— Gracias. 

— ¿Por que? 

— Por traerme aquí— lo miro— Siento que tu haces muchas cosas por mi y yo no hago nada por ti. 

— No tienes que regalarme algo o hacer cosas por mi— me sonríe— Tu estas aquí y eso para mi es suficiente.

— Pero algún día te vas a cansar de eso.

— Eso es una tontearía. 

— ¿Por que?

— Porque jamás me voy a cansar de ti, ¿Cómo lo haría? 

— Te quiero.

— Yo también.

Ninguno de los dos dice nada mas; solo nos quedamos mirando el mar. Después de un rato comenzamos a buscar a los demás hasta que los encontramos en un restaurante y los encontramos gracias a Emilio que lo vi con un plato lleno de comida pues al parecer el padre de Matias iba a pagar todo y Emilio como buen trago no iba a desaprovechar la oportunidad. 

Cuando me levante para ir por comida choque con una chica que me pareció muy familiar, tenia un para de cosas en las manos las cuales cayeron así que ayude a levantarlas. 

— Lo siento mucho— se disculpa.

— Tranquila fue mi culpa. 

— Nora— dice una mujer acercándose a nosotros— Por fin te encuentro, ¿Qué paso? 

— Nada mamá— responde al parecer Nora— Solo choque por accidente con la chica— cuando ella responde yo me levanto con sus cosas y por alguna razón ella también se me hacia conocida. 

— Oh por dios— dice como si hubiera visto un fantasma.

— ¿Esta bien, Señora?

— Si, vámonos tu padre nos esta esperando.

— Toma tus cosas— le digo entregándosela. 

— Gracias— me sonríe— Adiós— veo como las dos se dirigen a la puerta en donde las espera un señor. Yo voy por la comida y después voy a la mesa para sentarme a un lado de Emilio.

— ¿Quiénes eran?— me pregunta Matias. 

— No se, choque accidentalmente con la chica. 

— Soy yo o te pareces a ellas— habla Emilio mientras come.

— Se parecen bastante— le sigue Matias. 

— Están locos, las personas se pueden parecer.