Ven Conmigo

Capítulo 44

"Me lo guardo absolutamente todo, pero llega un punto en el que ya no puedo"

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Matias Henderson

— Estoy lista— avisa Emma bajando las escaleras— Me quedare en casa de Mati— le avisa a su madre. 

Se terminan de despedir y vamos a la casa de mi padre para pasar el año nuevo, al entrar a la casa todos se quedan callados y nos miran como si fuéramos un fantasma. 

— ¿Qué pasa?— pregunto finalmente. 

— Matias, necesito hablar contigo— me dice mi padre con un tono preocupado.

Le pido a Emma que me espere y sigo a mi padre a su oficina. 

— ¿Qué pasa?

— Tu madre esta aquí— suelta y yo siento algo en el pecho— Llego hace unos minutos y quiere hablar contigo.

— ¿Dónde esta? 

— Afuera. 

— Yo no quiero hablar con ella así que dile que se vaya.

No le doy tiempo a responder porque salgo de su oficina y comienzo a buscar a Emma, siento un gran alivio cuando la veo hablando con Dante. 

— ¿Todo bien?— me pregunta cuando me acerco a ella.

— Todo perfecto— le sonrió. 

Y durante un rato estuvimos hablando y pasando el rato. Amo pasar tiempo con mi familia y lo disfruto mucho, pero con Emma aquí todo es completamente distinto. Siento que esta chica me complementa de una forma extraña, entre nosotros podrá pasar de todo, pero jamás me arrepentiré de lo que tenemos, ni me arrepentiré de lo que estamos viviendo, sin importar que pasa con nosotros en el futuro. 

Emma fue por mas comida y yo la estaba esperando, pero de pronto escuche a una pequeña niña riendo y la reconozco, la comienzo a buscar con la mirada y veo como se va corriendo hacia alguna parte de la casa. 

— Mati— me llama Emma— ¿Todo bien? 

— ¿Viste a esa niña? 

— Si la vi. 

No eran una alucinación, son reales y están aquí. Comienzo a buscarla y todos me preguntan que estoy haciendo y se que me miran como si estuviera loco y se que no lo estoy cuando la encuentro abajo de la mesa. 

— ¿Matias que haces?— me pregunta mi padre.

— Hola— le digo a la niña ignorándolo— ¿Quieres salir de ahí?— niega— Vamos para que no piensen que estoy loco— sonríe y comienza a arrastrarse hasta salir de la mesa. 

Tiene puesto un bonito vestido rojo que le combina muy bien, tiene media coleta y unos zapatos negros, muy arreglada para la madre que tiene. 

— ¿Y ella quien es?— escucho que preguntan.

— ¿Qué haces aquí?

— Mentiste— responde— Dijiste que nos llevarías contigo y tu te fuiste solo. 

— No Olivia, si las iba a traer conmigo, pero me dijeron que no estaban ahí. 

— Pues no tonto— me pica la cabeza— Mami nos llevo antes de que te fueras, dijo que después irías por nosotras. 

— Ella les mintió— mira hacia el piso— ¿Ya comiste?— niega— ven siéntate— la llevo a la mesa y le sirvo comida— ¿Qué haces aquí, Olivia? 

— Vine a buscarte, eres mi hermano dijiste que podía confiar en ti. 

— ¿Dónde esta, Cora? 

— La tiene mami, aun es pequeña para venir conmigo. 

— ¿Dónde esta mami?— ella no responde, solamente señala hacia la puerta de la salida— Quédate aquí, ¿Si? iré a ver a mami— ella asiente. 

— ¿Puedo comer lo que quiera? 

— Claro que puedes— le sirvo un poco mas de comida— No dejen que se vaya, voy a hablar con mi madre— cuando los miro noto que Emma no esta, mierda. 

Voy a la parte de afuera y la veo parada enfrente de Amanda la cual trae en brazos a Cora, me acerco a ellas y me paro enfrente de Emma quedando cara a cara con Amanda. 

— Hola Amanda. 

— Hola hijo— intenta acercarse a mi, pero yo retrocedo con Emma detrás mío.

— Ella es tu— habla Emma.

— Emma, ella es mi loca madre— termino. 

— Mucho gusto en conocerte, Emma.

— El gusto es solo suyo— responde aun detrás de mi.

— Veo que mi hijo te ha hablado de mi, pero el no me ha hablado mucho de ti.

— Me alegro que no lo hiciera. 

— ¿Qué es Emma de ti?

— Eso a ti no te importa— respondo.

— Respétame, soy tu madre. 

— Ah lo siento, no sabia que tenia que respetar a la persona que me encerró en un sótano y me vendió. 

— Creí que ya habíamos superado eso— sonríe— ¿Me la vas a presentar o no? 

— Amanda te presento a Emma, mi novia— digo porque se que no dejara de molestar.

— ¿Novios? me alegro por ustedes.

— ¿Qué haces aquí, Amanda? 

— Solo quería verte y quería que vieras a tus hermanas— me da a Cora.

— No les has hecho nada, ¿Verdad? 

— Claro que no, aun son muy pequeñas.

— Eres una mala madre, Amanda. 

— ¿Soy una mala madre? 

— Yo diría que es la peor— responde Emma. 

— Concuerdo. 

— Imbéciles. 

— ¿Solo viniste a esto?— asiente— Entonces ya te puedes ir. 

— Devuélveme a mis hijas. 

— No— me mira— Tu te vas sin ellas. 

— Son mis hijas, no me las puedes quitar. 

— ¿Para que las quieres, Amanda? Tu lo has dicho no te sirven porque aun son muy pequeñas, están desnutridas y solo gastas dinero en ellas. 

— Son mi hijas.

— Vete de aquí, Amanda. Regresa en algunos años y veremos si se quieren ir. 

— Adiós hijo—veo como se aleja de la casa, mientras Emma, Cora y yo nos quedamos afuera.

— ¿Quién es ella?— pregunta Emma mirando a Cora. 

— Ella es mi hermana, Cora. La niña de hace rato también es mi hermana, Olivia.

— Son unas niñas muy bonitas y tienen a un increíble hermano— le sonrió y regresamos a la casa. 

Cuando entramos veo como todos están hablando con Olivia, mas bien intentan hablar porque ella solo esta comiendo, cuando me mira a mi deja de hacerlo y se le ilumina la cara. 

— ¿Dónde esta mami?— pregunta finalmente.

— Mami se fue— respondo mientras dejo a Cora en un sillón ya que esta dormida— Y ustedes se quedaran con nosotros por un tiempo— se le ilumina aun mas la cara y se que Amanda no le hizo nada porque aun tiene ese brillo inocente.




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