El traslado hasta el museo ha sido un viaje sin problemas, el cuerpo fue llevado a una sala que bien parecía el quirófano de un hospital, nada comparable con las míseras mesas, lámparas y material que en la universidad tenía.
Es ya de noche cuando llegan al museo, todo el personal desde el director del museo hasta el conserje estaban allí esperando para recibir a su más digno huésped.
—Buenos noches, señorita.
—Buenos noches, director.
—Éste museo es uno de los más visitados de la región, el descubrimiento de la ciudad de Spinto y lo que allí se ha encontrado han hecho que Frentas se haya llenado de visitantes del mundo entero. Por lo que me han comentado usted nos trae ahora un cuerpo entero, no huesos como se han descubierto en la ciudad.
—Sí, eso es lo que hemos descubierto.
No veo el momento de empezar con el estudio de los restos.
—Al ser su descubrimiento usted está al mando, y puedo decirle que va a contar con los mejores especialistas del país, además de la inestimable colaboración del Sr. Ricard de la biblioteca que es una eminencia en civilizaciones antiguas que poblaron nuestra región.
—Conozco personalmente al señor Ricard, para mi investigación fui a pedirle ayuda.
—Pues mucho mejor.
Los empleados del museo que habían llevado el sarcófago al interior del museo dejan a María que sea quien lo abra.
La expectación y la impresión de los allí presentes fue de máxima sorpresa.
—Este hombre esta…
—Sí, tiene esa impresión, pero los objetos que estaban enterrados con él dan una idea de que se trata de un cadáver de muchos siglos.
La chica saca del sarcógrafo los objetos. Uno de los hombres empieza a fotografiarlos y con las manos enfundadas en guantes empieza a mirar el sello.
—Se ha fijado en ese escudo que se puede ver.
—Sí, es el mismo que figura en la portada del palacio.
—También se han encontrado escritos y marcas que llevan ese mismo sello. Quizás es con que se hicieron, la datación que nos ha dado es de más de dos mil quinientos años.
El señor Ricard está preparando documentación que nos puede dar más referencias de esa ciudad y de sus gentes.
Encontrar éste anillo hace pensar que puede ser uno de los Reyes del lugar, en algún otro enterramiento de los Reyes se ha encontrado otros sellos muy similares.
—¿Puedo verlos?
—Sí. Creo que sería bueno que se diera una vuelta por el museo para que vea las salas que hemos habilitado en la que tenemos todos los objetos y restos encontrados en la ciudad de Spinto. Algunas otras piezas han sido llevadas a la universidad como compensación por el descubrimiento, pero tenemos una réplica, y todo está documentado fotográficamente.
—Quiero estudiarlo bien quizás me sirva como ayuda para traducir estos escritos que hemos encontrado junto al cuerpo.
—Lo que aún no hemos sabido es traducir lo que se ha descubierto, nadie entiende ese tipo de caligrafía.
—Yo si he podido traducir algunos documentos que me habían dejado, pero es bastante difícil, a ver si con esto que tengo y lo que puedan enseñarme puedo entenderlo mejor y descifrar lo que pone.
—¿De verdad que ha conseguido entender este tipo de escritura?, pues nos va a venir muy bien.
—Bueno, estoy aún muy verde.
—Estoy mirando y me parece muy raro que se trate de un Rey, primero por la pobreza de sus ropajes, y solo tener esto en su tumba. ¿Habría sido saqueada anteriormente?
—Creo que no, hemos tenido que excavar bastante profundo, y no se veían restos de haber sido profanada anteriormente. Aquí tengo las fotos que fuimos haciendo según la encontramos y fuimos desenterrando.
Lo que también es raro es que fuera enterrado tan alejado de su ciudad. Puede ser que hubiera muerto en ése lugar, pero es muy raro que sus restos no hubieran sido llevados a su palacio, si es que como pensamos es un posible Rey,
—¿Éstos restos no fueron encontrados en las ruinas de la ciudad?
—No.
—Pues sí que es raro. Espero que no sea un timo que alguien nos haya hecho para perder el tiempo.
—¿Un timo?
—Sí, que alguien haya enterrado el cuerpo de alguien reciente, y la hayan avisado para que lo encuentre y hacerse famosa.
—¿Qué está insinuando?, que yo he hecho eso que dice.
—No, pero me parece muy raro encontrar un cuerpo en ese lugar que me dice, y en tan perfecto estado de conservación, tan perfecto que parece que ha muerto ayer.
Espero como le digo, que no nos esté tomando el pelo, y estemos gastando dinero en una broma pesada.
—¿Perdone? Me estoy sintiendo insultada por sus comentarios.
—Yo no digo que usted esté mintiendo en que lo ha desenterrado, pero las pruebas que le haremos nos dirán si en verdad es tan antiguo como usted dice, o no.
—Pues pongámonos ahora a comprobarlo.
—No, hoy no, el día se ha acabado, y todos tenemos ganas de irnos para casa.
—Pues déjeme empezar con los estudios.
—No, el museo está ya cerrado, y hasta mañana no se hará nada.
—Pero yo quiero empezar ya a…
—Y yo soy la máxima autoridad en este museo, y digo que hoy no se hará nada más que cerrar el sarcófago, ya mañana empezaremos con los trabajos.
La chica ya ha llegado al hotel y aprovecha para llamar a su chico antes de acostarse.
—Hola, cariño.
—Hola, amor. ¿Qué tal, todo bien?
—Más o menos, he tenido mis palabras con el director del museo que nos ha llamado cuentistas. Quise quedarme a trabajar como hago en la universidad, bueno como hacía, pero es un dictador que se cree el dueño del museo.
—¿Cuentista?, ¿por qué te han dicho eso?
—Pues por el estado del cuerpo, y por no ser descubierto en la ciudad.
¿Tú que tal?
—Pues ahora mismo descansando un poco, y me pondré en camino enseguida para llegar cuanto antes.
—Dani, déjate de salir ya, es de noche y necesitas descansar para que no tengas un accidente. No importa si tardas un día, o dos, date cuenta de que yo voy a estar trabajando estos días y apenas podré estar contigo.
—Vale, descansaré toda la noche y ya por la mañana me pondré en movimiento.
—Ten mucho cuidado, quiero verte pronto.
—Yo también.
—¿Hiciste algo más allí?
—No, solo estuve marcando mejor la zona, tampoco sabría donde buscar, yo no tengo tu intuición.
Editado: 27.02.2021