Vendetta

La reunión

Gorka había ido a eso de las cinco, tras hacerle unas cuantas pruebas de alergia había dado positivo a un químico de limpieza.

- Eso tiene sentido, estaba haciendo un poco de limpieza ‒asiento, me quito y tiro los guantes.

- Tendrás que dejarlo, bien podrías pedirle a alguien que lo haga por ti o se pondrá peor, además tienes alergia al sol, no raro pero si problemático, te recomiendo que uses bloqueador y que te expongas lo menos posible, usa gorra y manga larga como hasta ahora ‒escribía en una receta las pomadas que debía comprar por fuera.

- Sí, buscaré a alguien, gracias ‒le extiendo la receta‒. ¿Nos veremos esta noche en casa de la señora Gómez? ‒lo miro unos segundos sin entender.

- Oh, la reunión ‒chasqueo mis dedos cuando me acuerdo que mi padre me hablo de eso, niego‒, no puedo, tengo turno hasta las cinco de la mañana, ya será en otro momento que nos veamos fuera de aquí ‒él asiente, se pone de pie y tras agradecerme, sale de ahí.

Salgo del consultorio y voy donde la enfermera.

- Doctora, llegó un niño con dolor en el estómago, su madre dice que comió mucho pero espera que lo revise ‒asiento caminando hacia urgencias, me acerco a la madre y los hago pasar, al revisarlo noto que es un virus estomacal, así que tras hacer las preguntas y el examen de rigor, lo envío a casa con una receta y tras haberlo inyectado.

- Cualquier cosa, me llamas, estaré en la morgue con la autopsia ‒la enfermera asiente y camino hacia el lugar, al llegar estaba una mujer con otro cuerpo‒. Buenas noches, vengo por el caso del hombre que se infartó ‒la mujer asiente, me acerco al congelador para sacar el cuerpo, una vez lo hago lo llevo a una camilla, comienzo colocándome el equipo y procedo a abrirlo por el esternón.

Tras dos horas, puedo constatar que aquel hombre había muerto por falta de sangre en su cuerpo, había buscado pero no parecía haber algún hueco o lugar por donde se hubiese desangrado. Lo único que había encontrado eran picadura de mosquito en el cuello, pero eran tan comunes que eso no lo habría matado, a menos que fueran Dengue o Chikunguña, aunque eso no explicaría que se desangrara. Sentía que había perdido el tiempo al no encontrar nada, quizás estudiar más a fondo el corazón o quizás debía pedir una segunda opinión, algún colega podría ver algo que yo pase por alto. Suspiro antes de cerrar el cuerpo, tirar el material usado y salir de ahí.

El resto de la noche fue tranquila gracias al cielo, la semana que iniciaba no tendría guardias, a menos que le avisaran en el transcurso; así que podría seguir leyendo la investigación y hacer mis anotaciones.

Al salir del hospital sólo quería llegar a mi casa, seguro la reunión ya habría terminado y mi padre estaría en casa, pero al llegar, mi padre no estaba y por lo que me dijo mi nana, se extendería por unas horas más, me sorprendió pero no le di más importancia, fui directo a mi habitación y tras ponerme el pijama, caí redonda, aunque en cuanto cerré los ojos, aquella pesadilla volvió, podía sentirlo detrás de mí, su gélida respiración me daba de lleno en la nuca, logrando ponerme nerviosa, tras unos minutos ya no hubo más sueños extraños.




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