Vendetta pactada

CAPITULO 5

La carne en agua con sal había funcionado bastante bien, conservaba la carne, pero alteraba un poco el sabor y consistencia, la cosecha también estaba rindiendo sus frutos, el establo estaba en sus bases, todas las tardes cuando terminaba mis labores diplomáticas me iba a pasar el tiempo ayudando en la construcción aún eran bastante renuentes a tenerme allí, pero con el tiempo se acostumbraron a que también estuviera allí, ya habían terminado de sentar las bases por lo que decidí que todos se fueran a casa, me daba envidia verlos que todos tenían una familia a la cual llegar, pero, en cambio, estaba bastante sola. 

—¿Puedo subir? — Me dice Ethan desde abajo. Últimamente, estaba demasiado pendiente a mí, lo cual me hacía sentir en deuda. 

—No, vete con tu familia. Tu emperatriz te lo ordena — Me burlo, mientras se sube como si fuera la cosa más sencilla del mundo, desde donde estábamos, podíamos ver como el sol se estaba ocultando, mis manos estaban llenas de marcas por el trabajo, nada que ver con mis manos de unos años atrás, cuando todo era tan fácil —. ¿Cuáles son las novedades?  

—En 3 días tienes tu primera audiencia oficial, en una iglesia que está a 2 días de aquí, en unas horas tendrás que irte con un caballero de esta flota — Asiento rejuntando las piernas, estaba un poco preocupada, sería mi primera interacción como la futura emperatriz y la santa —. ¿En serio no puedes venir conmigo? 

Esta toma mi mano mirándome. 

—Seré papá por segunda vez — Golpeo su hombro felicitándolo, pero no evito que unas lágrimas caigan por mi cara, este solo soba mi espalda. Después de un tiempo me bajo para ir a dormir, Asher estaba dormido en mi cama, con sus cuadernos, acaricio su cabello, mientras él se muestra tan vulnerable, se sentía a salvo en estas paredes, en este cuarto. 

Este abre sus ojos mirándome allí. 

—Hey… Vuelve a dormir — Le digo y esta talla sus ojos —. Perdona he sido demasiado ruda contigo.  

—Perdón… — Como es que un niño de su edad había aprendido a disculparse en lugar de preguntar o patalear, lo levanto poniéndolo en mis brazos —. Me gustaría ir a nadar… 

—Bien pequeño, cuando vuelva iremos a nadar — Le digo y este se aferra a mí —. Tienes que ser valiente ¿Sí? Me iré unos días por algo que tengo que hacer, mientras tanto debes de seguir portándote bien, y haciéndole caso a tus tíos. 

La puerta queda semiabierta, sintiendo un poco la mirada de los que se dedicaban a la limpieza de allí, mientras arrullo a mi hermano, de mi corazón sale cantar la nana, que escuchaba a mi nana cantarme, pues mi madre no lo hacía para mí. 

Cierra tus ojitos, y sueña sin cesar, 

con castillos de ensueño, en tierras de cristal. 

Las melodías te envuelven, en su dulce compás, 

y el sueño te lleva a un mundo celestial. 

Duerme, mi angelito, en mis brazos estarás, 

hasta que el sol vuelva a brillar más. 

En cada latido, siente mi amor profundo, 

y que siempre estaré aquí, junto a ti, en este mundo. 

Ethan toca la puerta para decirme que era hora de que me fuera, me voy sin despedirme de Alexander y de Hiro, el joven caballero se mantiene unos pasos atrás de mí, este solo iba de escolta, era demasiado callado y sereno, tenía un aire a Jack, pasamos el primer pueblo, y comienza a darme sueño, este se adelanta. 

—Señora, si gusta dormir, yo puedo guiarla — Acepto, pues estaba demasiado cansada, así pasaron 2 días, nos turnábamos para dormir, hasta que llegamos a la iglesia, era una iglesia un poco destruida, casi en ruinas, bajo del caballo sintiéndome entumida, nos quedaríamos durmiendo al exterior, en lo que esperábamos llegar, comemos de lo que encontramos, este había cazado unos pescados en el camino, por lo que era bueno comer crudo, aun así, no me hablaba. A menos que fue estrictamente necesario. 

—Puta madre — Digo sin poder sacar las espinas al pescado. Él sin hablarme me enseña cómo sacar las espinas —. Gracias. Es un poco difícil teniendo en cuenta que jamás lo hecho. 

Le digo apoyando la mano en todo lo ancho presionado, haciendo que este se encorve y salga más fácil. 

—Lo está haciendo bastante bien mi señora, deme esos 5 — Me rio a enseñarle mi mano con 4 dedos, este se queda serio nuevamente, y hace que me ría, pensaba que era un chico demasiado serio, pero era que fuera tímido. 

—No tienes que disculparte — Le digo perdiendo los honoríficos. Este me mira sin conectar la mirada, toma un bocado de comida. 

—El maestro, nos dijo que cuidáramos nuestra manera de ser con la santa — Me confiesa pasándoselo —. Y sobre todo evitáramos tener una cercanía con usted porque puede darse malentendidos. 

—Hiro es bastante correcto, por lo que hazle caso a tu juicio y toma tus decisiones — Le aconsejo mientras dejo de comer, para recostarme en la tierra, este hace señas de quitarse la chaqueta, pero lo niego, tenía dolor en el costado, unos pasos se escuchan proveniente de la maleza, apagamos todo y nos tiramos en el piso para ver como un hombre de tez blanca con aspecto rosado, hablaba con otro hombre. 

“Vizconde está seguro de que vendrán” Pregunta el asociado a este, mientras mira la iglesia. 




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