Vendetta pactada

CAPITULO 10

La audiencia termino con esa pregunta, me voy a la biblioteca para buscar algo que responda a la interrogante de Sebastián, con la luz de la linterna busco los nombres de los títulos, pero no había nada, me desespero tirando los libros… Me quedo en el piso sin respuestas, recargada en la mesa, me sentía agobiada por todas las cosas que estaba pasando, el marques Edisto entra a la biblioteca sin darse cuenta de mi presencia, hablaba con su hija.

—Aisha, sé respetuosa con la señora, por favor — Le pide el padre, mostrándose un poco preocupado por ella.

—Lo seré padre, pero dicen que ella realmente da miedo. Las damas de mi circulo hablan de cómo se parece a un hombre por estar tanto en el campo de batalla — Habla con preocupación, mientras me rio un poco detrás de mi lugar —. Que incluso tiene pelos en todos lados, como un hombre.

—Deja de decir estupideces — Le pide, pero la chica sigue un poco molesta, salgo de mi lugar, mientras el marques da una reverencia la chica se apresura a copiar a su padre un poco torpe, mientras me mira de pies a cabeza, no éramos muy diferentes, ella era un poco más alta que yo, y esbelta, se miraba como una noble perfectamente en todo su esplendor.

—Siento haber escuchado la conversación con su hija Marques, pero me resulta un poco atractivo saber que es todo lo que dicen de mí — La chica voltea a ver a su padre asustada, el solo se resigna a mirarla —. ¿La puedo invitar a un té?

—Para mí sería un honor su excelencia — Su padre se retira, ignorando los ojos de su hija pidiendo ayuda, nos sentamos en los sillones que había cerca, trato de seguir toda la etiqueta al pie de la letra —. ¿Qué es lo que ocupa usted de mí?

—Como sabe… ¿Puedo hablarle sin esto? Después de todo tenemos cerca de la misma edad — Le pregunto haciendo referencia al lenguaje formal ella asiente tomando el té, echándole más azúcar, resultaba gracioso por qie la mayoria de las nobles preferian no ponerle para poderse ver adultas —. Bueno, Aisha, como sabes estamos enfrentando en una era crucial, el enemigo está buscando maneras de hacerse más fuertes, si bien nos hacemos más fuertes, los nobles no creen en nosotros y con justa razón perdimos nuestra credibilidad, bueno tú sabes de primera mano que dicen de nosotros.

—Ellos pueden decir lo que quieran, pero el decir no es lo mismo que hacer su excelencia, es por eso por lo que tengo que preguntar ¿Para qué me ocupa? — Dice mostrando una fachada que no es propia de las damas, su lengua era afilada.

Me rio, pues no estaban comenzando a entender.

—Quiero que te codees con las damas casaderas y saques la información sobre el pueblo enemigo, fungirás de una traidora para tu padre — Le pido mientras ella escucha atentamente. El marques entra con unos papeles donde describía a un caballero de la guardia enemiga que hará el papel de su marido, el mismo se habia encargado de buscaran al hombre con el que su hija mayor quedaría desposada, ella mira los papeles por un segundo —. Puedes pedirme lo que quieras.

—¿Tendré que casarme? — Me pregunta.

—Sí, pero después te puedo divorciar e incluso si gustas enviudar — Le ofrezco, pero ella niega con la cabeza.

—Quiero que usted mueva sus influencias y me haga la dama principal de la emperatriz en turno — Me pide sin importarle que su padre la escuchará, sorprendido del carácter que se miraba que el desconocía —. No tengo intenciones en desposarme, por lo que solo busco escalar socialmente, como también que a los esposos que elijan mis hermanas se les otorgue un título.

—Marques le gustaría usted realizar el contrato — Este asiente con la cabeza, mientras se va —. Entonces una vez que estes divorciada y esto debidamente recibirás una carta con tu padre para poder venir al palacio y cumplir con tus obligaciones como mi dama.

—¿Disculpe? — Le sonrío bebiendo té.

—Si las cosas salen como planean, subiré al trono como la emperatriz — Le contaba esto, porque la base entre una dama y su aliada era la confianza y transparencia. Estaba sorprendida, pues considerando que hablar sobre subir al trono cuando no es de la realeza era un pecado un delito, pero ahora lo podía decir sin temer —. Hablaré contigo por cartas, cumple tu obligación y yo cumpliré la mía.

Ella besa mi mano, mientras su padre entra para poder firmar ambas el acuerdo, arreglado eso, ella volvería a su casa, para recibir la propuesta de matrimonio en la brevedad, me recuesto en el sillón.

—Su padre estaría orgulloso, tiene la inteligencia y astucia de él, pero la belleza de su madre — Mi madre, le pido que se siente mientras el me mira con extrañez —. ¿Qué ocurre?

—Quiero que investigues todo sobre mi madre, cada cosa por más pequeña que sea, sus movimientos todo quiero saberlo — Le pido —. Mi madre está colaborando con el enemigo, y tengo mis teorías al pensar que ella tiene más influencias de las que parece.

—Los rumores de que ustedes no tenían una buena relación eran correctas.

—En parte, tenemos una relación difícil, pero ahora se volvió nula, necesito que mantenga en secreto todo esto, el reporte se lo dará a Alexander.

El hace una reverencia, me dirijo nuevamente a buscar el libro que necesitaba pero recuerdo que to le habia pedido uno a mi padre, el libro por el cual termino muerto, supongo que lo tenía Ethan, escucho un llanto a lo lejos, así que camino hacia allá con mucho cuidado, para ver como las mucamas habían dejado solo a Javid, lloraba descontrolado, lo tomo en brazos para ponerlo en mi cuello y acurrucarlo, para que se calme, era demasiado pequeño, tenía el cabello negro de Alexander, pero las facciones delicadas de su madre.




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