Vendetta pactada

CAPITULO 13

Hablar con Sebastián sobre el tema de su padre era como caminar sobre vidrios cuando este descalzo, él adoraba a su padre con mucho, por lo que tenía que escoger bien las palabras, él me escucha atentamente mientras sus ojos se quedan clavados en un solo punto.

—Yo también lo había pensado… — Me dice sin mirarme bien a los ojos —. ¿Quién piensas quién fue?

—No lo sé, tú sabes que los libros con los que aprendí de tu familia solo es una cuarta parte de lo que en verdad paso, así que dime tú — Le pregunto mientras me pongo de pie para irme a sentar en el escritorio a un lado de él, este pasa sus manos por su cara estaba preocupado —. Sebastián, seremos aliados. Nuestro matrimonio es una alianza, así que debemos de comenzar a contarnos todo.

Siento la necesidad de tocarlo, pero se mira limitado por el hecho de los remordimientos, ambos nos quedamos expectantes sin decirnos, sin hacer nada.

—Mi padre era el primogénito, pero este tenía un medio hermano que contaba con el favorecimiento de la emperatriz, la madre de mi padre y también con la del pueblo, el no regreso jamás de la guerra, había un rumor que decía que mi padre dejo que su hermano muriera en el bosque, otro en el que este traiciono a mi padre y tuvo que acabar con él sin piedad — No sabía nada de esos rumores, pues en los libros hablaba de que el hermano del emperador se cayó de un caballo en un entrenamiento y se golpeó la cabeza causando su pronta muerte a la edad de 17 —. Lo que es un secreto a voces, es que el logro embarazar a una de sus mucamas, pues sabía de esto, la mucama murió en el parto, pero dio en adopción al bebé… Este fue adoptando por un Conde, que le cedió su título, ¿No te es familiar la historia?

Niego con la cabeza.

—Es la historia del Conde Sutton — Mi cabeza viaja al día del baile, cuando me dijeron que sería la princesa heredera, él estaba hablando con Sebastián ese día, parecía una plática normal, pero en verdad no recuerdo mucho de eso —. Él no nos apoyó a pesar de mostrarse de nuestro lado.

—Es porque está buscando el momento oportuno para reclamar su título por derecho… — Era tan rebuscado, solo habíamos buscado sobre la superficie que olvidamos que todo lo que estaba abajo algún día iba a subir —. Pero porque tardo tanto en hacerlo, porque no lo hizo cuando el emperador murió.

—Porque espero que nosotros hiciéramos el trabajo sucio — Sirve un poco de alcohol en una copa, para compartirme —. Oye, tengo que decirte algo. Es sobre tu madre…

—Ya lo sé, te escuché hablando con Ethan — Él me entrega un papel donde hablaba de la declaración escrita del Mayordomo, me quedo allí sin atreverme a abrirla —. Mañana hay que partir al norte, para tener la reunión con la iglesia.

—¿En dónde nos quedaremos sin que nos maten? — Me pregunta, yo solo sonreí, pues la iglesia había dicho que tenían lo que era mi casa, pero ya había un nuevo duque, eso tal vez significaba que la casa ya estaba tomada —. ¿Qué pasará con Javid?

—Eso solo depende de ti, nos lo llevamos o se queda — Le doy opciones, pero él se queda pensado un segundo —. Yo me llevare a Asher.

—¿Está segura? — El solo pensar que me tendré que llevar a mi hermano me causa miedo, pero a la vez me da seguridad porque podre protegerlo.

—Ya perdió muchas cosas, como para ahora también perder a su hermana, así poder estar un poco más de tiempo con él a pesar de la situación tan mala — Él decide llevarse igualmente a Javid, pues necesitaba estar con su padre, ahora tenía que ver a qué mucama se tendría que llevar, él sale de la habitación, mientras yo me quedo sentada en el escritorio sin decir nada, me había quedado con hueco en el corazón con un nudo en la garganta, la puerta se abre —. ¿Se te olvido algo Sebastián?

Volteo y por un segundo a Caleb, me imagino por un segundo como este entra por la puerta, pero al pestañear era tan solo Ethan.

—No soy Sebastián… ¿Estás bien? — Una lágrima cae de mi cara, sin darme cuenta, tenía una cara de sorpresa, me limpio la cara mientras asiento con la cabeza, este se acerca un poco temerario —. ¿Está todo bien?

—Quería hablar 2 asuntos contigo — Le digo invitando a que se siente, este cada vez se miraba más maduro, a veces olvidaba que era más grande que yo, le sirvo alcohol, pero este niega con la cabeza —. Primero, me llevaré a Asher conmigo al norte. Él me necesita, y yo lo necesito…

Este parece no tener ninguna oposición.

—¿Y lo segundo? — Busco entre los cajones del escritorio, para darle los papeles de sucesión del territorio, sabía que Caleb me lo había dejado a mí, por ser su esposa, pero no lo merecía, tan solo había pasado unos días que nos casamos y yo tome por la fuerza algo que no era mío, este lo lee un segundo ante de verme fijamente —. No te creo.

—Tú más que nadie se lo merece, sé que no puedes ser emperador, pero qué tal si tienes tu propio lugar que reinar a tu manera, Lord Yilmaz — Este niega con la cabeza, mientras me mira con felicidad —. Es hora de que tú reines a tu manera, te cedo esto Ethan.

—Dios te llene de gloria — Sonrió irónicamente, al escuchar la palabra dios, este estaba alegre. Él se había ganado el cariño del pueblo en poco tiempo, que era el mínimo que alguien como yo podía darle a alguien como él, alguien que me había dado demasiado con tan pocas cosas —. Sofía, estás destinada a hacer cosas grandes.




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