—¿Cómo puedes tratar de borrarlo, después que Edgar lo mató? ¿su familia esta pagando para que nieguen al Dr. Jonathan Morrison?
—Emma —Carolina toma su mano —Has imaginado a Jonathan, en la cafetería te han visto conversar sola, pides tanta comida en la cafetería de la clínica, pensaban que tenias a alguien escondido, pero te han visto comer sola en la oficina que era de John y hablar sola.
—¡No! —la joven se tapa los oídos ante las palabras de Carolina.
—Encontré estas anotaciones tuyas —los ojos de Emma se posan en el libro de cubierta de cuero, era du diario —Describes a Jonathan Morrison, la descripción es la misma de Jhon Valdez, el antiguo Dr.
Emma niega.
—¿Dime donde está?—mira hacia todos lados.
—Estás respondiendo bien al tratamiento, ya no mirarás a Jonathan Morrison.
—¡Eso es un maldito veneno! —recuerda las palabras del señor Edgar ¿era cierto lo que decía Carolina, él era producto de su imaginación?
—Emma, aquí estarás por un tiempo, no te preocupes, sanaras.
Carolina se marcha, dejando a Emma sumida en la tristeza.
—Todo va bien, sigue bebiendo las pastillas, en poco tiempo sabrás, el trastorno esquizoafectivo, lo mantendremos controlado.
Ella no responde, detestaba los días de terapias, escuchar al Psiquiátra la hacía enfurecer, no conocía a Jonathan Morrison, tenía sentido que se pareciera al que era el Psiquiatra antes, era el único que la trataba como un ser humano, él que se tomaba la molestia de cuidarla, ahora entendía porque Jonathan y ella tenían los mismos gustos... ella lo creó.
Los días pasaron y ella empezó a engañar, no se tomará las pastillas, eso era el venero que la separaba de Jonathan.
Una noche estaba tratando de dormir, lo extrañaba a mares, de la oscuridad de su habitación, pudo ver una silueta moverse hacia ella.
—¿Me extrañaste querida? —ella sonríe al ver a Jonathan Morrison, unos querían irse de ahi, ella lo haría, les haría creer que se tomaba el venero y que no veía a Jonathan, pero la realidad que el hombre para ella no era ningún mal, al contrario él la hacía feliz.
—Por supuesto que te extrañé—el amor no siempre es dulce, era amargo en esta ocasión, pero eso no le importaba a Emma Parker, saldría de la Clínica Psiquiátrica Horizonte de Valhalla y se iría de la ciudad junto a Jonathan Morrison, ellos decían que no existía, pero era más real que todos a su alrededor, por esa razón no tomaría más el veneno que la separaría de Jonathan Morrison.
Fin.