La conocí hace 4 años. Jessica la temperamental , la egocéntrica, la que no podía dejar de ser el centro de atención .No nos considerabamos amigas , más bien complices. Yo admiraba su frialdad y ella en mi la única persona capaz de ver lo peor de ella y no alejarse.
Hacía poco mas de un año conocí a alguien y empezamos una aventura romántica.No era guapo,ni listo, pero teníamos una química que no había sentido nunca. Éramos muy buenos amantes , pero una pésima pareja, por lo que después de un tiempo decidimos dejarlo. Necesitaba alejarme para poder sanar, así que desaparecí por un tiempo,pero no pude parar de pensarlo. Al regresar estaba dispuesta a que hablaramos, a tratar de solucionarlo ,pero cuando estuvimos de frente y vi sus ojos ,sabía que yo ya era historia. Pasó un tiempo y aunque ya no lo amaba lo seguía sintiendo como mío. Tal vez por eso me dolió tanto cuando vi que había hecho de ella su nuevo objetivo. La noticia de que estaban juntos no me tomó por sorpresa, el dolor y la ira que llegó con ella si.
La sagre se me helaba y luego me hervía como un volcán cada vez que los veía .Ella seguía intentando hablarme y yo la evitaba para no ceder ante mis impulsos asesinos.Pero la gota capaz de hacer estallar la copa fue cuando al abrir la puerta de mi casa la vi ahí, tan sonriente, tan preocupada por mí .
- Estoy bien, deberías irte ,estoy ocupada.
- No lo estás. ¿Por qué me evitas?
- No te evito, solo no estoy de humor para aguantar tus malcriadeces
- ¿ Acaso estas celosa? Ustedes ya no tenían nada, y que él me prefiera a mi no es mi culpa y ahora que lo pienso ,en realidad tampoco suya, solo buen sentido del gusto ¿Después de todo quien crees que podría elegirte teniendo a alguien como yo cerca?
Aquellas palabras me hicieron perder la cordura, tome un cuchillo que estaba en la meseta y me voltié hacia ella amenazante. Creyó que era broma
- No te atreverías ,no estas tan loca- siguió intentando incitarme pero al ver mis ojos llenos de rabia intentó calmarme- ¡Déjate de juegos!-gritó y caminaba lentamente hacia atrás como la presa que intenta huir de su depredador, tropezó con uno de mis zapatos cayendo al suelo y yo salté sobre ella.