Capítulo 1

Charlotte terminó de colocarse los zapatos y se miró al espejo, la falda de su nuevo uniforme resaltaba la curvas que había heredado de su madre y el rojo oscuro de su camisa contrastaba con su piel blanca y sus ojos grises.
Sonrió irónicamente al pensar que ella bien podría haber sido una chica feliz a punto de empezar un nuevo trabajo, con dos padres que le dijeran lo orgullosos que estaban de ella y de sus logros y quizás, solo quizás un hermano pequeño al que tendría que cuidar. Pero no, el destino se había encargado de que eso no fuera posible y ella tenía la manera perfecta de hacer pagar a aquel maldito que se había valido de su poder para hacer con su padre lo que le viniera en gana.

Al salir del hospicio había investigado todo sobre él y había conseguido empleo en una de sus empresas, su primer plan había sido acabar con la vida de su pequeña hija Kaisy y hacerlo sufrir perdiendo a alguien que amara , pero lo había descartado, no quería matar inocentes, mucho menos si estos eran pequeñas niñas castañas de seis años , pero ahora sabía que la manera correcta era acabar con ese infeliz directamente, acabando con su vida y con la de nadie más.

Hasta ahora todo le había salido bien, nadie había descubierto que su título académico era falso y aunque no había pensado en eso al principio, se había vuelto una preocupación últimamente, con mayor razón ahora que había sido ascendida y trabajaría como secretaria del mismo Jack O'donell, ese desgraciado tenía tanto personal de seguridad para si mismo que sería todo un reto acabar con él pero lo lograría, de eso estaba segura.

El reloj de su habitación indicaba que en una hora debía estar en su trabajo, se debatió entre trenzarse el cabello o dejarlo suelto, eligió dejarlo suelto y sujetar su flequillo hacia atrás con dos horquillas.
Ya lista tomó las llaves de su departamento y salió, decidió bajar por las escaleras pues estaba un poco nerviosa y no tenía gana alguna de esperar el ascensor, saludó al portero al salir del edificio y tomó un taxi.

Le dio la dirección al taxista y repasó mentalmente cada uno de los pasos que debía seguir, el taxista le dirigía una mirada intrigada a cada minuto y luego fingía que miraba una mancha en el espejo retrovisor.

- Te me haces familiar - dijo el taxista mirándola nuevamente por el espejo retrovisor.

- No creo que me hayas visto antes, soy bastante nueva por aquí - dijo Charlottte sin apartar la vista de la ventanilla.

En realidad no estaba mintiendo, a pesar de haber nacido allí se sentía completamente nueva en el lugar , pues en el hospicio eran muy estrictos con el tema de salidas y es que el único día que podían salir era el día que se fueran definitivamente; y eso había llevado a Charlotte a ver hasta el más mínimo cambio en su ciudad como gigantesco.

- Aún así hay algo que se me hace muy familiar en ti niña.

Decidió no contestar y siguió mirando los edificios que se alzaban a su alrededor, cuando el viejo taxista le informó de la llegada a su destino bajó y le dio las gracias ,pago la cantidad completa que le debía, se tomó unos segundos mientras observaba al taxi alejarse.

Respiró profundamente, se dio la vuelta y miró su nuevo lugar de trabajo, era un edificio blanco de al menos doce o trece pisos con ventanas de vidrio azul en las que reflejaban el cielo gris.

- Bonito día para empezar un trabajo - dijo sarcásticamente para sí misma al mirar el cielo que anunciaba que pronto caería la lluvia.
Sujetó su bolso con fuerza y caminó hacia el interior del edificio, el guarda de seguridad la detuvo un momento para pedirle su identificación y luego la dejo seguir su camino tranquilamente.
El elevador la llevó al último piso donde desarrollaría su empleo y se dirigió hacia donde estaba la recepcionista.

- Buenos días - saludó - busco al señor Jack.

- Oh si claro, tú eres la nueva secretaria - afirmó la morena - él a tenido un contratiempo y se a retrasado.

Charlotte observo con cautela cada detalle del lugar y volvió la mirada a la chica de camisa gris, notó que en la bolsa de su camisa tenía una pequeña placa con el nombre de Sara.

- ¿Sabes cuánto tardará? - preguntó mirándola a los ojos.

- No lo sé, pero puedes esperarle en su oficina- dijo señalando una puerta al final del pasillo.

- Gracias - dijo y empezó a caminar hacia la oficina de su jefe.

- A propósito, me llamó Sara, si necesitas algo no dudes en decírmelo - Charlotte dio media vuelta, asintió y siguió caminando.

La oficina era mas grande que su departamento y contaba con dos escritorios, uno en el centro con un ordenador negro y otro más pequeño en la esquina derecha igualmente con un ordenador, solo este era blanco.
Había algunos cuadros en las paredes y todo estaba pulcramente ordenado. Charlotte ya se estaba haciendo una idea de que clase de hombre era Jack O'donnell en su trabajo, perfeccionista, estricto y serio ya estaba planeando cada una de las palabras que diría y el comportamiento que tendría.