Miró su reloj y se sorprendió al darse cuenta que tenía solo cinco minutos de estar esperándola, quizás estaba un poco nervioso o tal vez era que el tiempo pasaba muy lento, sí, debía de ser esta última porque había pensado que llevaba al menos media hora de esperarla.
Charlotte no había podido dormir bien la noche anterior y por consecuencia de eso le había costado levantarse. Apenas si le había dado tiempo de vestirse , recoger su cabello en un pequeño moño y salir corriendo de su edificio. Frunció el ceño al ver a su jefe fuera de su edificio, rodó los ojos y prefirió pasar de él haciendo como si no lo hubiera visto. Sin embargo esto no pareció funcionarle pues este empezó a hacerle señas y a caminar hacia ella. Apresuró el paso e intento detener un taxi, lamentablemente este no se detuvo y Charlotte suspiró frustrada.
- ¡Charlotte! - gritó Jack corriendo hacia ella.
Charlotte tomó aire y se volteo hacia él. Lo miró sonreír un segundo y contuvo el impulso de golpearlo hasta que perdiera la conciencia y dejarlo atado a las vías del tren , vaya que ese hombre podía ser insoportable.
- Es así porque le gustas -había dicho Sara - Que suerte tienes cariño.
Su ahora nueva "amiga" disfrutaba lanzandole indirectas sobre Jack y sobre la linda pareja que harían juntos. Si supiera que era algo mayor para ella.
Dejó de pensar en Sara y se centró en Jack que parecía hablarle.
- .... y por eso estoy aquí, para pedirte disculpas y llevarte al trabajo.
- Gracias- dijo sin haber entendido de que iva todo eso, y sonrió cínicamente al recordar que la noche anterior se había prometido no volver a viajar con él.
- Vamos o llegaremos tarde - dijo Jack mirándola .
Charlotte asintió y camino junto a Jack hacia el auto. Durante el recorrido hacia la empresa Jack trató de entablar conversación con ella, cosa que fue en vano pues Charlotte se limitaba a contestar con monosílabos y a mirar por la ventanilla.
Al llegar a la empresa cada uno de los empleados se detenía a mirarlos, que ella y Jack hubiesen llegado juntos era un suceso que despertaba curiosidad en algunos e incluso la envidia en otros. Incluso para el medio día ya circulaban los rumores de lo fácil que era la nueva secretaria y de como había conseguido su nuevo puesto acostándose con su anterior y actual jefe.
Charlotte intentaba no prestar atención a los cuchicheos pero era una chica de carácter fuerte y ella era consiente de ello , así que prefirió no bajar a almorzar a la cafetería con sus compañeros de trabajo. Ya tendría tiempo más tarde de comprar algún bocadillo.
Apoyo la cabeza en su escritorio y sin pensarlo.se quedó dormida. Se despertó por las suaves
sacudidas que alguien le daba mientras le susurraba algo, se incorporó en su silla y abrió los ojos por completo. Se sorprendió al ver a una Sara que la miraba con una sonrisa en los labios.
- ¿Cuánto llevo dormida? - preguntó.
- No lo sé, tomando en cuenta que aún es medio día y que no hace mucho te vi despierta carculo que llevas al menos media hora ¿Porqué no has bajado a almorzar? - preguntó su cotorra amiga.
- No tenía hambre- respondió.
Su estomago pareció no estar de acuerdo pues emitió un pequeño rugido, Sara la miró arqueando una ceja y ella se encogió de hombros.
- No tienes porque mentir, nena sé muy bien porque no has bajado y dejarme decirte que no sabes de lo que te has perdido, Jack estaba furioso, preguntó por ti, le dije que no habías bajado y pareció ponerse más furioso aún. Imagínate le ha gritado a todos y les ha dicho que les paga para que trabajen no para que inventen rumores, fue fascinante. Nunca lo había visto furioso, ni siquiera enojado, si lo había visto molesto algunas veces pero jamás así ¡Fue increíble! - dijo su amiga con un brillo especial en los ojos.
Charlotte sabía que su amiga era bastante cotilla, pero nunca pensó que a ese extremo. Definitivamente no creía que fuese normal que un empleado estuviese a punto de saltar de la emoción porque su jefe estuviese furioso. De hecho creía bastante sensato mantenerse alejada en esas situaciones.
- ¿Está muy molesto? - preguntó con un deje de preocupación, temía que la despidieran o quizas, solo quizás dejase de buscarla.
- Sí, mucho. Pero definitivamente no es contigo. De hecho vino a buscarte y temí que fuese a gritarte así que lo seguí, pero cuando venía llegando me pidió, no, claro que no, me ordenó que te subiera algo de comer pero que no te despertara, cosa que no tiene sentido porque ¿Cómo comerías si estás dormida? - dijo señalándola a ella y a una pequeña bolsa que había en el escritorio, y en viceversa.
- Oh, ya veo. Gracias.
- Querida no me des las gracias a mí, debes darle las gracias a Jack - dijo Sara guiñándole un ojo. - Ahora debo irme, provecho - dijo señalando nuevamente la bolsa de su escritorio y abandonó la oficina.
Charlotte tomó la bolsa y devoró los panecillos que esta contenía hasta casi atragantarse, busco con la mirada algo de beber y encontró un jugo de moras junto a donde había estado la bolsa unos segundos atrás. Se lo zampó de una sola vez y agradeció mentalmente a Sara. La verdad es que si había tenido hambre pero no había querido admitirlo, ahora con el estomago lleno podía pensar en otra cosa. Desde la mañana que no había visto a Jack, pues lo habían convocado a una junta y la verdad no se había detenido a pensar cual sería la reacción que él tendría al escuchar los rumores sobre ellos dos, y ahora que sabía que no se lo había tomado nada bien, no sabía que le diría cuando la viera.