Venganza

Capítulo 1

Hace 7 años

—¿Qué haces aquí? —levanto la cabeza y me encuentro con Matthew mirándome con una gran sonrisa en el rostro. Lamentablemente, yo no tengo la misma expresión. Siempre estoy aquí y es porque aquí nunca hay nadie; así que, que venga a interrumpir mi soledad, no es algo de mi agrado.

—La pregunta sería, ¿Qué haces tú aquí? Te dije que quería estar sola.

—Eso es lo que me dices todos los días, Soph. Solo que esta vez quise hacerte compañía.

—La razón de estar sola es eso: estar sola. No te pedí que me siguieras y mucho menos que me hagas compañía.

—Tienes razón —dice sentándose a mi lado con las piernas cruzadas—. No me lo pediste, pero quiero estar aquí.

—Enserio, te estás comportando como el amigo meloso que lo único que quiere es estar pegado a las personas como un chicle.

Él me muestra una mueca de ofensa demasiado fingida—. ¿Acaso no puedo hacerle compañía a mi amiga favorita?

Muestro la mejor de mis sonrisas fingidas y lo miro—. Bien, ¿Qué quieres de mí esta vez?

—Ven conmigo a la fiesta de esta noche.

Pongo los ojos en blanco y esta vez sonrío con muchas ganas—. Estás bromeando, ¿no? Joder, es lo más gracioso que me has dicho en todo el día.

—No estoy bromeando, te lo digo enserio.

—Okey —le digo poniéndome seria—. Ya que tu ridícula proposición si va enserio, la respuesta es no. Te dejé en claro que no pienso ir a ninguna fiesta.

—Pero, solo es una vez. Tú papá nunca se va a enterar —lo miro con la ceja arqueada y sonriendo—. Okey, sí se va a enterar. Pero, podemos decir que es una persona muy parecida a ti y ya. No creo que no haya chicas parecidas a ti en el campus.

—¿Pretendes engañar a mi padre?

—Vamos, no quiero ir solo a otra fiesta. Siempre voy solo porque tienes que estar en tu castillo estudiando.

—En primer lugar, no estoy en un castillo, es solo la residencia. Y, en segundo lugar, tú mismo me dices que haces muchos amigos en las fiestas, así solo no estás.

—¿Enserio, Soph? ¿Me vas a dar esa excusa tan vaga?

—Matthew, no voy a ir a la fiesta. Y sabes que no es solo por mi papá.

—Sí lo es.

—Te he dicho que no.

—Sophia, gracias a tu papá te tienes que ocultar en este lugar abandonado. Admítelo, no vas a ningún lugar concurrido que no sean las clases por tu padre. Bueno, para ser exactos, por su apellido.

Dejo de mirarlo y me enfoco en el libro que estaba leyendo antes de que viniera con sus estúpidas invitaciones. Ignoro eso porque es verdad. Soy la hija del multimillonario y empresario Shane Lawrence. Y como si eso no fuera suficiente, mi madre resultó ser la modelo más cotizada de todo el país: Audrey Hamilton. Gracias a ellos, he estado en el foco toda mi vida. Mis hermanos adoran toda la atención recibida. Pero, yo no.

Desde que llegué a la universidad, todo el mundo estaba pendiente de lo que hago o dejo de hacer, como si fuera una celebridad, todo el mundo quiere estar conmigo. Y yo sabía que todo era por interés, era tan obvio. No creo que a alguien le hubiera llamado mi interesante personalidad, nótese el sarcasmo por favor. En fin, me hice amiga de Matthew porque su habitación está al frente de la mía en la residencia, y siempre nos encontrábamos por el pasillo. Nos veíamos siempre y se veía demasiado agradable, sin fingir ni nada.

—No me ignores.

—Tú sabes que es verdad, Matt. Pero, aunque quiera, no me puedo cambiar de apellido. Ni de padres.

—Díselo a cualquiera en el campus y aceptarían.

—No insistas, Matthew. No iré a tu estúpida fiesta.

—No es mi fiesta. Es una fiesta de una de las fraternidades del campus. Esas fiestas son de lo mejor. Y sería la primera fiesta perfecta.

—Deja de hacer eso, Matt. Si papá se entera que voy a una fiesta, me mata. Va a soltar el ridículo discurso que le soltó a Camille en su primera fiesta universitaria: “Eres una Lawrence. Cuando te ven a ti, me ven a mí. No me hagas quedar mal ante las cámaras. No quieres eso para la familia”.

—Por lo visto, Camille no fue muy obediente. Así que, como no tuviste un buen ejemplo de hermana mayor que cumple las reglas.

—Matthew, no voy a ir a la fiesta. No me importa lo que hizo Camille, pero.

—Eres el orgullo de papi, ¿no?

—No es solo eso, Matt. Las personas en la universidad solo quieren estar cerca de mí para hacerse famosas. No confío en las personas.

—Confiaste en mí.

—Tú eres diferente y lo sabes.

—Todas las personas son diferentes. Si te dieras el tiempo de conocer a las personas que están a tu alrededor como lo hiciste conmigo, te darías cuenta de que hay personas como yo.

—¿Por qué insistes tanto en llevarme a esa dichosa fiesta? Ha habido muchas y nunca me habías insistido tanto como ahora. ¿Qué pasa? ¿Hiciste una apuesta?

—¡Demonios, no! Solo quiero que salgas y que conozcas personas nuevas.




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